¿Reforzar el cepo o devaluación ordenada del peso? El dilema de Pesce y Batakis para evitar la salida de dólares
Por lo general la llegada de un nuevo ministro de Economía genera en Argentina un mejor clima económico y financiero como resultado de un cambio en las expectativas de los agentes económicos. Lamentablemente, por el momento, la llegada de Silvina Batakis para reemplazar a Martín Guzmán en vez de mejorar las expectativas las ha empeorado.
Los números son contundentes. Guzmán renunció en medio de un efecto adverso como la corrida cambiaria que enfrentaba desde el 8 de junio pasado provocada por la salida de fondos comunes de inversión y de los bancos de letras del Tesoro ajustadas por la inflación.
El viernes anterior a la renuncia de Guzmán el dólar blue valía $240 y hoy llegó a marcar un récord de $318, el dólar CCL costaba $235 pesos y ahora superó los $309 y el dólar MEP pasó de $230 a $301.
Los depósitos en dólares cayeron unos 500 millones y el riesgo país como producto de la estrepitosa caída de los bonos de la deuda en dólares reestructurada pasó de 2350 a 2850 puntos básicos.
Dólares en llamas: ¿quién es el responsable?
La pregunta que se hacen varios analistas económicos y políticos es si Batakis es la responsable de esto o si fue el desprolijo proceso previo de elección el que provocó esa pérdida de confianza donde había un equipo económico casi puesto por un acuerdo entre el presidente Alberto Fernández y el titular de la Cámara de Diputados Sergio Massa el domingo posterior a la renuncia de Guzmán. Finalmente luego de un llamado del presidente a la vicepresidenta se designó a Batakis a quien el kirchnerismo por ahora no dio señales de apoyo.
La otra hipótesis que se maneja en el mercado financiero es que la salida de Guzmán es el golpe final del kirchnerismo al Presidente en su intento de manejar la economía.
Si este fuera el caso no debe resultar extraño que desde el kirchnerismo se le haya pedido la renuncia al presidente de la Comisión Nacional de Valores (CNV), Alejandro Cosentino, un funcionario que había sido designado por Guzmán en ese estratégico cargo que fue reemplazado por el camporista Sebastián Nigro.
En los últimos días antes de su renuncia Cosentino se resistió a los pedidos del kirchnerismo de entregar información confidencial de las operaciones de dólares financieros de Dólar MEP y Dólar CCL por parte de varias empresas y bancos.
Por lo tanto una hipótesis que circula en el mercado financiero local y en Wall Street es que una de las alternativas que maneja el gobierno es restringir a través de la CNV las operaciones en el mercado de los dólares financieros alternativos para evitar una nueva fuga de dólares.
Qué sucederá a partir de ahora: ¿Más cepo o devaluación ordenada?
En ese aspecto y para deducir lo que podría suceder, hay que recordar que hace más de dos años, fue a mediados de julio del 2021, el BCRA y la CNV reforzaron el cepo cambiario para evitar una fuerte salida de dólares en los meses previos a las elecciones legislativas de noviembre.
El país estaba a menos de dos meses de las PASO y a cuatro de una elección, con el agravante de que no había cerrado un acuerdo con el FMI, con el que vencían unos 5.000 millones de dólares entre septiembre y diciembre de ese año. Hoy a pesar de haber renegociado ese acuerdo y a 17 meses de las elecciones presidenciales del 2023 la situación es más compleja.
En ese entonces las autoridades económicas tenían bajo análisis tres "canillas" por donde se iban los dólares.
- El mercado oficial de cambios, donde se podría imponer un cepo más reforzado a la demanda dólares de personas y empresas o restringir más las importaciones
- Pagos al exterior, utilizando los DEGS del Fondo Monetario Internacional y estirando pagos como lo que queda con el Club de París
- Mercados financieros alternativos, con más regulaciones y nuevos refuerzos al cepo de las operaciones de "contado con liqui" (CCL), como las recientes tomadas en esa época por la CNV y el BCRA.
Lo que viene
Esta última canilla sigue goteando y es probable que en los próximos días la CNV y el BCRA restrinjan nuevamente las mismas. Esa canilla se le abrió al BCRA a fines del 2020 en medio de la escalada de los dólares financieros alternativos.
Para frenar la suba del CCL, el BCRA ideó una estrategia financiera estirando el parqueo de esas operaciones y operando en el mercado de bonos vendiendo y comprando títulos donde el neto se transformó en una salida de dólares que el BCRA no esperaba. Esas nuevas restricciones del BCRA y la CNV apuntaron a reforzar los controles para reducir el monto diario de venta de dólares.
El objetivo fue frenar la suba de los dólares alternativos y la brecha, utilizando cada vez más restricciones pero con una pérdida de unos 4000 millones de dólares por los bonos que tuvo que comprar el BCRA y algunas instituciones del estado como la ANSES a los privados.
"Son diferentes medidas que se han implementado con un objetivo claro que es administrar de manera eficiente un bien escaso que son los dólares", explicaban los ministros Guzmán y Kulfas a la prensa en esa época. Hoy ya no están más porque de acuerdo a fuentes cercanas al kirchnerismo no pudieron evitar apretar los dedos para que no se le fugaran los dólares del BCRA que sigue bajo la conducción de Miguel Pesce un funcionario muy ligado a la vicepresidenta y cada vez más alejado del presidente.
El dilema de la brecha cambiaria
La brecha cambiaria producto de los desequilibrios macroeconómicos en particular el fiscal es la que provoca una demanda adicional de dólares en el mercado oficial, porque los dólares para importar y para pagar deuda son más baratos que los dólares alternativos. A eso hay que sumarle que el dólar oficial para exportar no es competitivo, por lo tanto, no hay incentivo para exportar bienes y servicios.
En ese punto surge otra de las alternativas que se manejan en el mercado financiero local y en Wall Street que es la posibilidad de una devaluación del peso ordenada como la que realizaron Axel Kicillof y Juan Carlos Fábrega en enero del 2014 pero que tendría muy bajas probabilidades de ocurrir.
El 23 de enero de ese año el ex ministro de Economía y el entonces presidente del BCRA con la autorización de la entonces presidenta Cristina Kirchner realizaron una devaluación ordenada del peso de un 25 por ciento llevando el valor del dólar oficial de 6,50 a 8,125 pesos y pudieron frenar la corrida cambiaria de ese entonces.
La gran duda de los analistas es si el presidente del BCRA, Miguel Pesce, y la ministra Batakis se animarán a tomar una medida de este estilo para descomprimir la presión del mercado cambiario.
Seguirá la caída de reservas
La gran novedad es que hoy como a mediados del 2021 el gobierno advierte que a pesar del nuevo acuerdo firmado con el FMI que le garantiza a la Argentina el reembolso de todos los vencimientos hasta el 2026 se tiene que preparar para un período de caída en las reservas internacionales del BCRA, producto de una menor oferta de dólares del sector exportador, en particular el complejo aceitero. En paralelo, también espera pese a las nuevas restricciones impuestas un aumento en la demanda de dólares por importaciones.
Hay varios factores que confluyen para que la situación se pueda complicar en el futuro mediato. Entre estos podemos destacar el reducido nivel en que se encuentran las reservas netas del BCRA, una macroeconomía más desequilibrada que en ese entonces en el frente fiscal, monetario e inflacionario y un atraso cambiario que se hace cada vez más evidente por la suba de la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los dólares alternativos, que ya llega al 130 por ciento mientras que en aquella época la preocupación era que la brecha llegaba al 80 por ciento.
También circula el rumor de una nueva suba de retenciones más generalizada que sumaría recursos y a la vez desacoplaría directamente precios. Lo segundo pegaría directamente sobre el ingreso de los productores. Hay una duda normativa sobre si el Ejecutivo tiene hoy la posibilidad de aumentar retenciones sin que pasen por el Congreso. Y está el interrogante sobre la eventual reacción política y social del sector agrícola ante un eventual aumento de las retenciones.
Por el momento llegada de Silvina Batakis al ministerio de Economía lejos de generar una mayor confianza ha provocado una gran incertidumbre a pesar de haber anunciado entre otras cosas que buscará el equilibrio fiscal y que respetará los lineamientos macroeconómicos del nuevo acuerdo con el FMI aunque también sostuvo que con "el valor de dólar oficial estaba cómoda" algo con lo que al parecer no coincide el mercado financiero que sigue esperando una devaluación ordenada del peso frente al peligro de una maxi devaluación desordenada.