Nueva vuelta al cepo cambiario: cómo calcular el dólar turista o tarjeta
En los primeros 5 meses del año, se fueron del país u$s2.625 millones por gastos con tarjeta de crédito en el exterior o pago de servicios en dólares. Ahora, el Gobierno llevó el recargo del "dólar turista" de 35 a 45% el pago del anticipo sobre el Impuesto a las Ganancias y Bienes Personales.
Pero cómo calcular cuánto más se pagará desde este jueves 14 de julio por las compras que se hagan en los viajes al exterior (especialmente ahora que se vienen las vacaciones de invierno) y en el pago de servicios como Netflix, Spotify u otras aplicaciones.
Para hacer la cuenta, se parte del dólar minorista para la venta que hoy está a $135 en el Banco Nación, la entidad que siempre se toma como referencia, aunque en otros bancos puede estar un poco más caro.
A ese valor del dólar oficial se le suma el 30% del impuesto PAIS. Entonces, el 30% de $135 son $40,5. Por otro lado, también hay que contabilizar el 45% del anticipo de ganancias sobre los $135, que da $60,75.
Entonces, la cuenta que hay que hacer es $ 135 (dólar oficial) más $ 40,5 (30% del impuesto PAIS) más $ 60,75 (45% de anticipo de ganancias), lo que da $ 236,25.
Ese dólar tarjeta de $ 236,25 termina siendo un 6% más caro de lo que se venía pagando hasta ahora y será un 6% más caro que el dólar solidario ($ 223), que es el valor al que se puede adquirir el cupo de $ 200 del dólar ahorro, que mantiene el anticipo en 35%.
Cepo reforzado al dólar turista: las claves
- A partir de la manifestación de capacidad contributiva de distintos sectores económicos, se decidió adecuar la percepción a cuenta de los impuestos a las Ganancias y sobre los Bienes Personales.
- La percepción pasa del 35% al 45%
- No es un cambio en el Impuesto PAIS, sino una adecuación en la alícuota de la percepción a cuenta del pago de Ganancias y BIenes.
- Alcanza a un conjunto de las operaciones en moneda extranjera alcanzadas por el Impuesto PAIS. ¿Cuáles?: El consumo de divisas para viajes y gastos en el exterior
- Excluye a las compras de moneda extranjera para atesoramiento (dólar solidario o ahorro). Para este concepto la percepción continua en 35%.
- Las adecuaciones en la percepción entran en vigencia el 14 de julio.
- Forma parte de las distintas medidas tomadas por el Gobierno destinadas a garantizar el equilibrio fiscal y promover la solvencia del Estado como promotor de la actividad económica.
- Como sucede desde la implementación de la medida en 2020, cuando las percepciones experimentadas por un contribuyente superen el monto a ingresar por Ganancias y Bienes Personales, el excedente será reintegrado por la AFIP.
Los viajes, "gastadores" de dólares
El Gobierno venía viendo con preocupación el crecimiento de los gastos por viajes y por eso venía analizando un refuerzo del cepo.
De hecho, recientemente el rubro viajes, volvió a ser el protagonista de eventos promocionales como el Hot Sale. Es que ese rubro aparece para el Gobierno como un "gastador compulsivo" de los escasos dólares que e ha propuesto proteger. En lo que va del año hasta mayo, el rubro "viajes, pasajes y otros pagos con tarjeta" ya acumula u$s3.259. Si a eso se le suma la compra de dólares para atesoramiento, que es de u$s799 en cinco meses, entonces la salida de divisas por ahorro, turismo y compra de servicios online asciende nada menos que a u$s3.259 millones en cinco meses.
Para tener una referencia de lo que significa este número, equivale a un 70% de los dólares que salieron por el explosivo rubro de importación de combustibles, el ítem señalado por el Gobierno como el gran "culpable" de la escasez de dólares, al crecer a más de un 200% anual y quedarse ya con el 25% del total de las importaciones.
Otra referencia, en el plano político, es el escándalo que derivó en la salida de Matías Kulfas del gabinete, porque Cristina Kirchner le reprochó que Techint le pidiera al Banco Central u$s200 millones para la importación de chapa con la cual hacer el gasoducto de Vaca Muerta.
Pero si la cifra de dólares que se va por el turismo y los gastos con tarjeta es grande, peor aun es la tendencia: ocurre que la cifra viene en una tendencia creciente mes a mes, y se presume que el segundo semestre será explosivo, por la combinación de tres factores:
- Una cuestión estacional, como las vacaciones de invierno, y luego sobre fin de año la planificación de los viajes de verano;
- La suba del dólar paralelo, que incrementa la brecha respecto del tipo de cambio oficial y hace que en términos relativos se torne más atractivo el viaje al exterior y el uso de la tarjeta para compras;
- Este año, se agrega el aliciente adicional del Mundial FIFA a disputarse en Qatar en noviembre, un evento que genera alta demanda por parte de los argentinos y que, como ya pasó anteriormente en Brasil y Rusia, movilizará miles de personas que harán uso intensivo de la tarjeta en el exterior.
Dólar tarjeta: ¿más gasto por turismo que por el gas?
Claro que el impulso del gasto por turismo no es sorpresa para nadie. Era claro que el bajón observado durante la pandemia sería rápidamente revertido a partir de que la población estuviera vacunada y que las autoridades migratorias fueran flexibilizando los requisitos sanitarios para el ingreso y egreso de personas.
Si hay alguien que desde hace tiempo está consciente de este tema es el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, que no por casualidad implementó, a fines del año pasado, una dura medida restrictiva: prohibió que la compra de pasajes aéreos y reservas hoteleras se pudiera hacer mediante financiación. Esto obligaba a los turistas a pagar al contado, o bien utilizar el plástico pero en una única y abultada cuota.
Uno de los propósitos no declarados de esta medida era que los argentinos que quisieran viajar al exterior y que, además fueran ahorristas de los aproximadamente u$s200.000 millones que se encuentran guardados "bajo el colchón", usaran sus propias divisas ahorradas y no se las pidieran al Central. Sin embargo, si bien la medida moderó el ritmo de recuperación del rubro turismo, no fue suficiente como para mantenerlo en cifras bajas.
Y a esto se debe agregar el hecho de que, en 2020, para disuadir a los ahorristas de que se volcaran masivamente a comprar el cupo de u$s200 por persona al tipo de cambio oficial, se reinstauró la deducción anticipada del 35% a cuenta del Impuesto a las Ganancias. Otra medida que no dio el resultado esperado, ya que luego de haberse llegado a un récord de compras por u$s1.000 millones en agosto de 2020, se debieron establecer nuevas restricciones al ahorro.
Lo cierto es que, al día de hoy, la salida de dólares por turismo sube mes a mes, aun con los desincentivos que soponían el 30% del impuesto PAIS, el 35% de Ganancias, la limitación a la financiación con tarjetas de crédito y, desde ya, los impuestos específicos de la compra de pasajes aéreos, que prácticamente duplican el precio de la tarifa.
A juzgar por la evolución del impuesto PAIS, que permite adelantar el gasto de los próximos meses, el año se encamina a terminar con una demanda de aproximadamente u$s7.500 millones por concepto de viajes y gastos con tarjeta, más u$s2.000 millones por atesoramiento del "dólar ahorro".
Es decir, un nivel de demanda ya al nivel del que se registraba en el momento de retraso cambiario más agudo experimentado durante la gestión macrista, con un mercado cambiario libre. Peor aun, se trata de una salida de divisas que será mayor al costo de importación de gas a lo largo del año, una suma que los economistas más escépticos estiman en u$s8.000 millones por el impacto de la guerra de Ucrania sobre el mercado global.