Los sueldos en dólares se hunden en la Argentina al ritmo de la devaluación
Los salarios en pesos en la Argentina crecieron 58% en los últimos doce meses, según datos del INDEC. Pero siguen siendo los más bajos de la región medidos en dólares, de acuerdo con datos de distintas consultoras y centros de estudios.
El problema para comparar la situación de la Argentina con la región es que en el país hay una multiplicidad de cotizaciones del dólar. Por ejemplo, en los últimos días el Contado con Liquidación, utilizado por las empresas para dolarizarse, llegó a los $290, cuando el oficial ronda los $133.
Pero cualquiera sea el tipo de cambio elegido para hacer la comparación, los sueldos de los argentinos quedan en el fondo de la tabla. Las remarcaciones que se vienen produciendo, y que se agudizaron tras la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía, provocan que los trabajadores y las empresas pierdan de vista la actualización que deberían tener los salarios.
Las centrales sindicales corren de atrás a la inflación, que ya se dirige al 70% anual, con un costo de vida esperado para julio que podría llegar a los dos dígitos.
Menos de u$s 600
La inestabilidad de la moneda agudiza esa desorientación constante, al eliminar puntos de referencia o enfoque. Pero todos coinciden en que los salarios en la Argentina son los más bajos de la región, y no llegan a los 600 dólares por mes en promedio, con un 7% de desempleo.
De acuerdo con el estudio periódico que realiza la consultora HR Tech Jobint sobre el mercado laboral, los sueldos en la Argentina están por detrás de los que se pagan en Chile, Panamá, Perú y Colombia, por citar algunos países.
De acuerdo con ese estudio, el salario promedio más alto de la región es el de Chile, con 1.150 dólares. En segundo lugar se ubica el de Panamá, con 1.050 dólares por mes y, tercero, el de Ecuador, con 805 mensuales, muy cerca del de Perú, con 800.Último queda el de la Argentina, con 590 dólares por mes, calculados a valor MEP.
Esto se da a pesar de que los salarios argentinos fueron los que más subieron en porcentaje en los últimos dos años, en buena medida por la inflación, que impulsó las paritarias. Entre mayo de 2020 y abril de 2022, el salario medio creció 25%, a dólar oficial, y del 21%, a dólar MEP, según valores tomados a mayo último.
En el caso de Chile, el salario subió 10%. En Panamá y Ecuador, por su parte, permanece estable con aumentos de 1,5% y 0,4%, respectivamente. En Perú, por el contrario, hubo una baja del salario en dólares del 5%.
Brecha de género
Si se toman los salarios por sexo, las mujeres ganan un 25% menos que los hombres.
Con el agravante de que la Argentina mantiene la brecha de género más grande de la región.
Además, las mujeres demandan más empleo que los hombres, con el 55% del total.
Primer empleo
En la Argentina, los avisos de primer empleo reciben 2.25 más postulaciones que la media del mercado.
En la región, los postulantes a puestos de primer empleo tienen un promedio de 23 años: la mayor edad es en Panamá, con 24 años, y la menor en Argentina, con 21.
Las áreas con mayor cantidad de avisos de primer empleo son Comercial; Administración y Finanzas; y Producción, Abastecimiento y Logística.
En tercer puesto se agrupan los pedidos de primer empleo en rubros como Gastronomía y Turismo; Oficios; Educación, Docencia e Investigación; Salud, Medicina y Farmacia; Minería, Petróleo y Gas; y Seguros.
Los reclamos que vienen
La disparada de la inflación en el mundo, por la guerra en Ucrania y la caída en la oferta de commodities, hace prever un incremento en la demanda de ajustes salariales en el segundo semestre del año. Más de tres cuartas partes de los trabajadores (76%) dicen que es probable que pidan un aumento de sueldo si creen que lo merecen, según un sondeo realizado a casi 33.000 trabajadores de 17 países.
En la Argentina, el 75% de los trabajadores están dispuestos a pedir un aumento de sueldo, siendo los hombres los más proclives a solicitarlo, con un 80%, y las mujeres, con un 72%.
Los que se clasifican como trabajadores esenciales son más propensos a hacerlo que los que se describen como no esenciales (79% frente a 72%), de acuerdo con el último informe del ADP Research Institute. Alrededor de seis de cada diez (61%) trabajadores esperan obtener un aumento de sueldo en los próximos 12 meses y más de cuatro de cada diez (43%) aguardan recibir un ascenso.
Esto es así a pesar de que sólo un tercio (34%) espera tener una mayor responsabilidad, y sólo uno de cada siete (15%) cree que tendrá una revisión formal.
La encuesta arrojó que un 77% de los empleados afirman que el salario es el factor más importante en un trabajo. Luego se ubican la seguridad laboral, con el 57%; la flexibilidad sobre sus horas de labor, 35%; y formación y desarrollo, 32%.
Sueldos: la necesidad de un aumento
Alejandro Russo, director regional de Argentina ADP, explicó que tras haber "trabajado duro durante las tensiones de la pandemia, y con la espiral de la inflación creando una crisis generalizada del costo de la vida, muchos trabajadores sienten que necesitan -y tienen derecho- a un aumento".
"La gran mayoría está dispuesta a hablar para conseguirlo. Los empresarios deben tener esto en cuenta en el ajustado mercado laboral actual, en el que mantener una mano de obra cualificada segura y estable es primordial, y más difícil que nunca", advirtió Russo.
La remuneración es una cuestión aún más apremiante de lo normal en estos momentos y es probable que lo siga siendo en un futuro próximo, con un claro efecto de repercusión en la contratación y la retención.
Según el trabajo de ADP Research, los empleadores tendrán que conciliar esa tendencia a aumentar los salarios con sus propios imperativos comerciales, y con la satisfacción de las exigencias de los trabajadores en otros frentes, como proporcionar flexibilidad, que también desean.
Horas extras no remuneradas
Entre las razones por las que los trabajadores consideran que merecen un aumento de sueldo se ubica la cantidad de horas extras no remuneradas. Muchos las realizan empezando temprano, quedándose hasta tarde o trabajando durante los descansos.
De acuerdo con el sondeo, en término medio, los trabajadores realizan 8,5 horas extras no remuneradas a la semana. Igual, el dato es menor que en 2021 (cuando la media global era de 9,2 horas), pero sigue siendo más alto que antes de la pandemia, en 2020, cuando los trabajadores hacían una media de 7,3 horas extras no remuneradas a la semana. El 67% de los trabajadores aseguran que les gustaría tener más horas a cambio de más salario.
"Si tantos trabajadores están dispuestos a dedicar más tiempo para aumentar sus ingresos, es discutible cuánto tiempo seguirán regalando el equivalente a un día de trabajo a sus empleadores, sin preguntas ni compensaciones", advirtió Russo.
Entre los cambios introducidos por la pandemia, donde muchas actividades laborales se encaminan a una modalidad híbrida entre presencial y remoto, los empleadores deberán ajustar sus áreas de recursos humanos para retener talento y ser más eficaces a la hora de diseñar las actividades laborales, coinciden la mayoría de los expertos.
La flamante ministra de Economía, Silvina Batakis, sostuvo que los salarios "no son la causa de la inflación".
Dijo que el objetivo del Gobierno es "no sólo recuperar lo perdido en materia salarial (en términos reales) sino también que los asalariados "ganen poder adquisitivo".
De esta forma, los sindicatos, que se encuentran en pleno debate sobre cómo pararse frente a la nueva realidad inflacionaria, podrían avanzar con más reclamos en la segunda mitad del año para recomponer sueldos vía aportes no remunerativos, o directamente reclamar la reapertura de paritarias.