Alerta: el arranque de junio suma dudas y preocupación sobre la meta inflacionaria de Martín Guzmán
El comienzo de junio luce peor a lo que esperaba Martín Guzmán: la inflación de la primera semana se situó en el 1%, de acuerdo a mediciones de consultoras que monitorean la evolución de los precios en forma "online".
Ese nivel está por debajo de lo sucedido en la primera semana de mayo (fue 1,2%) y también de la primera semana de abril (1,3%). Sin embargo, esa medición de los primeros días de este mes se encuentra por encima de las previsiones oficiales.
De acuerdo a la estimación de la consultora Eco Go -que dirige la economista Marina Dal Poggetto-, la inflación de junio llegaría al 5,1%. Si fuera así, este mes se convertiría en el cuarto consecutivo en superar la línea del 5%.
No todo fueron los alimentos para explicar lo sucedido hasta acá. Eco Go recuerda que junio arrancó con un ajuste de las tarifas de los servicios públicos.
De entre 18,5% y 25% en el caso de las boletas de gas en todo el país; y del 16,5% en la tarifa eléctrica. En el caso de las prepagas, la suba promedio fue del 10% mientras que las cuotas en los colegios del AMBA se encarecieron 8% promedio.
Los alimentos también
La canasta de alimentos también se encarece, algo por debajo de la línea de inflación promedio. De hecho, la proyección de Eco Go es que, en promedio, los alimentos terminen junio en torno al 4,7%.
Significa que la necesidad de una familia tipo para no caer por debajo de la línea de pobreza se ubicará ya por encima de los $100.000 mensuales.
Entre los productos que lideran las alzas de la primera semana de junio se encuentran: el pan fresco (+8,3%, a pesar de la puesta en marcha del fideicomiso del trigo); los huevos (+6,6%) y las frutas (+6,0%), que vuelven al "top 3" luego de algunas semanas de estabilidad, como consecuencia de una cuestión estacional (la aparición de los primeros fríos).
Impacto en el consumo
La aceleración inflacionaria, sobre todo en los alimentos, está provocando una situación que -por lo esperada- no deja de ser preocupante y crítica, en el actual contexto político y social: la incipiente caída en el consumo masivo.
Lo admiten algunos supermercadistas consultados por iProfesional: por primera vez en el año, las ventas al público muestran un retroceso medidas en cantidades. Lo mismo aceptan un par de mayoristas también consultados.
Hasta ahora, la fuerte suba de los precios no había impactado de lleno en las ventas de los comercios que venden alimentos. Está claro que, aun cuando hubo distintos gremios líderes que lograron acuerdos salariales que contemplan las subas de precios, para la mayoría de la población resulta imposible igualar la marcha de las remarcaciones.
Los comerciantes consultados dan cuenta de que la merma en las ventas no es lineal para todos los rubros. Concretamente: las ventas de los productos masivos y más económicos -fideos, arroz y harina- marcan alzas en los volúmenes expendidos. Lo mismo que la polenta y algunas legumbres, ahora por una cuestión estacional.
Las caídas, en el sentido contrario, se evidencian en las categorías que más se encarecieron y que los consumidores consideran menos necesarias o directamente sustituibles por otros productos. En esta situación entran artículos como los aceites -sobre todo los de oliva-, los productos congelados y algunos enlatados, como los de pescados. También vienen en rojo las ventas de bebidas -algunas gaseosas de primera marca- y lo mismo sucede con los vinos.