El peligroso crecimiento de la deuda: un golpe financiero inesperado y una buena noticia para Guzmán
Los rumores que comenzaron la semana pasada en el mercado financiero acerca que la mayoría de los bancos empezaron a vender bonos indexados en pesos por la posibilidad que el Gobierno los invite de una forma no tan voluntaria a renovar esa deuda en las próximas licitaciones del Tesoro son cada vez más fuertes.
A eso se suma que algunos fondos de inversión internacionales también estarían reduciendo sus tenencias de esos bonos nominados en pesos.
Lo concreto es que desde que comenzó este mes los bonos de Argentina indexados en pesos operaron con fuertes bajas ante una marcada aversión al riesgo global y dudas económicas locales que opacan un reciente acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos u$s 44.000 millones y ponen en dudas el cumplimiento de las metas pactadas por el organismo.
La noticia positiva que podría cambiar el humor de los inversores es que el miércoles el FMI aprobó las metas cuantitativas del primer trimestre de este año y por ese motivo el gobierno podría recibir próximamente unos 4.000 millones de dólares para reforzar las reservas internacionales del BCRA.
Guzmán destacó la recomposición del mercado de deuda en pesos
El viernes pasado en su exposición frente a los empresarios de AEA el ministro de Economía, Martín Guzmán, destacó la recomposición del mercado de deuda en pesos en función de las colocaciones que viene haciendo desde principios de este año.
Lo que no dijo Guzmán fue que para que esas licitaciones tuvieran éxito el Tesoro tuvo que colocar más títulos indexados por el CER o por la inflación.
Tampoco comentó Guzmán la preocupación de los analistas financieros del mercado local y también de Wall Street acerca de la posibilidad de un nuevo reperfilamiento de la deuda en pesos antes de las elecciones del 2023.
Alerta por la evolución de la deuda pública emitida en pesos
El último informe de Portfolio Personal alerta a una gran cantidad de operadores del mercado local e internacional sobre la preocupante evolución de la deuda pública emitida en pesos.
En primer lugar destaca que: "no hay dudas que la debilidad de los instrumentos en moneda local aparece en todas las charlas e informes de mercado en estos días y los bonos ajustados por el CER en los últimos días volvieron a percibir una fuerte debilidad".
En segundo lugar explica la baja de los bonos más largos en pesos en los que va de junio reflejan caídas que van del 8/11% en el tramo más largo de la curva.
En tercer lugar, el informe menciona los riesgos intrínsecos de la sostenibilidad de la deuda en pesos dadas las dudas reflejadas en la renovación o el roll-over en los últimos dos meses, y el crecimiento requerido de la misma debido al deterioro de las cuentas fiscales pero destaca que los ruidos previos como una inflación en alza no justifican el gran castigo de las letras Lecer de corto plazo.
En cuarto término, describe que los flujos en la industria de fondos comunes de inversión ponen presión sobre el asunto. "El viernes observamos un nuevo rescate de $4.002 millones en el agregado de FCI CER, lo cual acumula en lo que va del mes una caída de $16.346 millones. Así, los fondos que invierten en instrumentos ajustables por inflación llevan cuatro ruedas con suscripciones netas negativas de los últimos cinco días hábiles". En quinto término el trabajo menciona que el ataque solo a la deuda de ajuste CER debido a los temores de impago de la deuda en pesos parece un poco sesgado.
Continúan los temores del mercado
Por otra parte, un reciente informe de la consultora Invecq señala que: "los temores y preocupaciones continúan surgiendo a medida que más jugadores del mercado advierten sobre los próximos meses difíciles o incluso años que vienen". En línea con lo acordado con el Fondo Monetario Internacional en el programa firmado en marzo de este año, el gobierno se encuentra en un permanente intento por reemplazar el financiamiento proveniente del Banco Central, por el mercado local de crédito.
Pero las licitaciones de deuda realizadas desde entonces han demostrado que no es una tarea fácil. Solo a través de títulos atados a la inflación y de muy corto plazo es que el mercado está dispuesto a prestarle pesos al Tesoro. De lo contrario, los inversores perciben el riesgo que implica tomar deuda de un gobierno debilitado, sin plan económico y con desequilibrios macroeconómicos que se perciben insostenibles.
El informe de Invecq destaca también que: "en abril, el Tesoro intentó estirar plazos y reducir el porcentaje de bonos CER colocados, ante lo cual el mercado respondió de manera clara y directa, dejando al gobierno sin cubrir la totalidad de los vencimientos por primera vez desde agosto del año pasado". El resultado final de abril fue una participación de bonos atados a la inflación del 50%, cuando en marzo había sido de 75%, dando como resultado una tasa de renovación del 90%, siendo que los meses previos promediaba el 150%.
Luego, en la primera licitación de mayo se intentó un procedimiento similar, pero para evitar repetir los resultados del mes anterior, el Tesoro ofreció a los bancos un bono encajable. Es así que se consiguió colocar un total de $466.000 millones de pesos a tasa fija a 2027, algo difícilmente alcanzable si no fuera por el nuevo incentivo ofrecido.
Cuál es el panorama de los bonos CER a mayo 2023
Lo concreto es que desde la última licitación realizada en mayo hasta el presente el panorama muestra que los bonos CER a mayo 2023, junto con bonos a descuento con vencimiento previo a noviembre de este año, el Tesoro logra aumentar nuevamente la tasa de renovación hasta el 108% mensual, acumulando un financiamiento neto positivo en el año de $648.000 millones de pesos.
En relación a los próximos meses, el horizonte no se vislumbra muy distinto. En junio vencen unos $600.000 millones, y hasta fin de año serán $3.600.000 millones, de los cuales casi el 75% está atado a la inflación. Por ese motivo ante cada una de estas nuevas licitaciones, será de vital importancia que el Tesoro obtenga fondos al menos un 25% por encima de los vencimientos para evitar acudir a la asistencia monetaria del Banco Central.
"En el último tiempo esta vía de financiamiento se ha vuelto a reactivar, acumulando transferencias de utilidades al Tesoro por un total de $380.000 millones de pesos en el año, de los cuales aproximadamente el 70% se concentró solamente en las últimas 4 semanas. Evidentemente un déficit que se mantiene persistente amenaza con el cumplimiento de la meta propuesta por el FMI para este segundo trimestre, que admite un máximo de 438.500 millones de pesos en asistencia monetaria" explica el informe de Invecq.
Se desprende entonces que el stock de deuda continuará la dinámica expansiva en los próximos meses, y de mantenerse los patrones vistos hasta ahora, las elecciones PASO del 2023 será la pared contra la que choque el gobierno en su intento por alargar los plazos de vencimientos.
De esta manera, el acuerdo con el FMI, o más precisamente la revisión del mismo que ya se descuenta tendrá lugar en los próximos meses, no será más que un puente para la culminación del actual mandato presidencial, con el objetivo de sentar unas bases macroeconómicas realmente sólidas, consistentes y sostenibles a partir del 2024.
La duda del mercado
La gran duda del mercado es cómo seguirá evolucionando la dinámica de esa deuda en pesos en particular la deuda indexada por el CER. Los números sirven para mostrar lo preocupante de la situación y eso explica porque en lo que va del mes esos títulos muestran fuertes caídas.
Hasta diciembre los vencimientos suman unos 3,3 billones de pesos y hasta agosto del 2023 esa suma llega a los 5,6 billones de pesos. Las cifras de acuerdo a la evolución de las nuevas licitaciones indican que podría haber una reestructuración o lo que en el mercado llaman el "efecto Lacunza'' en relación a la fuerte reestructuración de la deuda en pesos que realizó antes de las elecciones presidenciales del 2019 el entonces ministro de Mauricio Macri.
El antecedente del "efecto Lacunza" es importante ya que uno podría analizar qué si el macrismo reestructuró su deuda en pesos para no caer en default e intentar ganar las elecciones el kirchnerismo podría hacer algo distinto. Macri finalmente perdió esas elecciones.
Hay que destacar además que en la última colocación de deuda en pesos solo un 10 % de los inversores compró títulos en pesos que vencen en 2023. Por ese motivo habrá que estar muy atentos con la próxima licitación de títulos en pesos que hará el Tesoro el próximo martes.