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Alerta por dólar: importaciones marcan un récord y crece el fantasma de incumplimiento con el FMI

Nunca antes la Argentina había importado tanto y las Reservas no crecen. Probabilidad de pedido de waiver al Fondo y temor a turbulencias con el dólar
02/06/2022 - 07:00hs
Alerta por dólar: importaciones marcan un récord y crece el fantasma de incumplimiento con el FMI

Las importaciones del mes de mayo que acaba de terminar quebraron todos los récords: habrían superado los 7.700 millones de dólares, de acuerdo a la estimación preliminar que hicieron en el Gobierno. De ser así, se superó el pico de hace más de una década: en agosto de 2011, las importaciones habían trepado a u$s7.610 millones.

El cierre de mayo implica, entonces, un incremento del 50% en relación a mayo de 2021. Hay múltiples razones que explican el salto extraordinario de las importaciones.

El más relevante de todos se vincula con un hecho pernicioso: los abultados pagos por las importaciones de energía, que el Gobierno debe afrontar en medio de la disparada de los precios del gas licuado y de los combustibles. En especial de gasoil, que son típicos en esta época del año.

Todo se da en un contexto que debería ser favorable para la Argentina: desde que empezó el año, las liquidaciones de las exportadoras cerealeras totalizaron u$s15.330 millones, un récord total. Representan exactamente u$s2.000 millones adicionales a las del mismo lapso del año pasado, que a su vez habían sido un récord.

Sin embargo, esta verdadera "lluvia de dólares" le pasa de largo al Banco Central: desde que empezó este 2022, sólo pudo comprar u$s780 millones. De hecho, entre martes y miércoles, la mesa de operaciones del BCRA se vio obligada a vender u$s205 millones para atender la demanda de divisas (entre las cuales hay que incluir los pagos por la compra de energía) y evitar un salto devaluatorio.

El nuevo récord de importaciones implica una fuerte salida de dólares.
El nuevo récord de importaciones implica una fuerte salida de dólares.

Sin dólares, ¿habrá que pedir un waiver al FMI?

Una racha tan floja podría derivar, muy probablemente, en un pedido de perdón al FMI por el incumplimiento de la próxima meta trimestral, la que finaliza el próximo día 30.

Para cumplir con la meta firmada con el FMI, el Banco Central debería comprar alrededor de u$s2.600 millones durante junio. A razón de u$s130 millones diarios. Un objetivo complicado, si se toma en cuenta lo sucedido en las últimas semanas.

Pero no todo es el Fondo: lo más relevante en el actual contexto es que el Banco Central no logra apropiarse de las liquidaciones de las cerealeras, que vienen creciendo en relación a lo sucedido un año atrás. Lo dicho más arriba, el hecho de que el BCRA no logra capturar divisas altera a los inversores.

De hecho, en la Casa Rosada reina el nerviosismo por esta cuestión. Los llamados a Guzmán y a Miguel Pesce se cruzan a diario para conocer al detalle lo que está sucediendo en el tensionado mercado de cambios.

Para evitar males mayores, esta dinámica debería cambiar rotundamente en las próximas semanas.

Argentina, cada vez más cerca de verse obligada a solicitar un waiver al FMI.
Argentina, cada vez más cerca de verse obligada a solicitar un waiver al FMI.

Importaciones: los motivos de un récord

El récord de las compras en el exterior se relacionan con distintos hechos, algunos estacionales y otros que tienen que ver con el momento excepcional que atraviesa la economía mundial. 

1. Pagos de energía a precios récord

Lo sucedido en las últimas semanas es todo un síntoma de lo que está pasando: los pagos de energía se llevan buena parte de las divisas que el BCRA adquiere a las cerealeras.

La explosión en los precios del gas tiene mucho que ver con esa pérdida de billetes verdes.

Un vistazo a las últimas cifras oficiales dan cuenta de ese fenómeno. Durante los primeros cuatro meses del año, los gastos en energía sumaron u$s3.583 millones, un 157% por encima del período enero-abril de 2021. Implica un salto de u$s2.188 millones que el Banco Central tuvo que pagar como sobrecosto por las importaciones de gas.

El precio del GNL, que hace un año costaba u$s8,33 por millón de BTU, llegó a cotizar en torno a los u$s34,50. Cuatro veces más caro.

El costo del GNL se disparó e impactó en las reservas.
El costo del GNL se disparó y generó impacto en las reservas.

2. La inflación internacional

El alza de los precios a nivel global ya venía complicada por la pandemia -básicamente por la suba de los costos en logística-, y que ahora empeoró por la guerra en Ucrania. Europa y Estados Unidos sufren la inflación más alta de los últimos 40 años. Conclusión: para traer la misma cantidad de mercadería, las empresas necesitan más dólares.

3. Aprovechamiento de la brecha por parte de empresas con acceso al dólar oficial

Los importadores compran "todo lo que pueden" al precio de $120 (dólar oficial mayorista), que se compara con los $211 que vale el contado con liqui. Una brecha del 76%. Nada menos.

4. Mejora de la actividad económica en relación al año pasado

Los últimos datos del INDEC dan cuenta de un crecimiento del 6% interanual (en marzo) en la economía. Se sabe: por cada punto de expansión de la actividad, las importaciones lo hacen en por lo menos tres puntos.

Las reservas no crecen al ritmo esperado y crece el temor a un episodio cambiario.
Las reservas no crecen al ritmo esperado y crece la atención sobre el mercado cambiario.

Preocupación máxima por el dólar

Para Guzmán-Pesce, la falta de potencia compradora de divisas les puede deparar dolores de cabeza: en el mercado cambiario ya se empezó a evidenciar una incipiente ola dolarizadora, que estuvo ausente en las semanas anteriores.

Está claro: los distintos actores de la economía están en alerta: miran con extrema atención los movimientos del Central.

La presión oficial se traslada al mercado cambiario, donde las cotizaciones son muy sensibles a los logros (o fracasos) de la autoridad monetaria.

Las cotizaciones de los dólares libres se mantienen en un sendero tolerable, pero en los despachos oficiales empezaron a inquietarse por, como se señaló más arriba, la tendencia dolarizadora. Se trata de inversores, pero sobre todo de empresas, que dolarizan portafolio pero que también pugnan por entrar al mercado cambiario a través del stockeo de mercadería en el mercado oficial de cambios.

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