Con el billete de $1.000 hoy se puede comprar solo el 10% de los dólares que se adquirían hace 5 años
Los argentinos sufren a diario la pérdida de poder adquisito de sus salarios o ingresos. De hecho, por efecto inflación, que no da tregua y se ubicó en abril en un preocupante 6%, en sólo cinco años el billete de $1.000 pasó de u$s51,87 a valer apenas 4,84 dólares, registrando un derrumbe del 90% de su poder de compra.
Cuando se habla de billetes de alta denominación, se suele relacionar directamente con dos tipos de situaciones específicas que ocurren en un país: guerras políticas o profundas crisis económicas que provocan corridas inflacionarias hasta desatar escenarios hiperinflacionarios o, en el peor de los casos, cuestiones estanflacionarias que se vuelven crónicas con el correr de los años.
En nuestro país, evidentemente estamos en guerra, pero contra la inflación (así lo afirmo el presidente Alberto Fernández hace unas semanas). Los últimos datos de inflación que mostró el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) aseveró que en abril el IPC fue de 6%, empujando así un nivel inflacionario acumulado en 12 meses de más del 50%, convirtiéndose, así como el peor numero registrado desde 1992.
Argentinos pierden cada vez más poder adquisitivo por la inflación
La escalada inflacionaria estaría haciendo perder cada vez más rápido el poder adquisitivo del dinero. Los precios comienzan a subir tanto de un día para otro, que los billetes ya no valen nada.
En un recorrido histórico, podemos ver que la moneda local no solo fue perdiendo ceros, sino que se reemplazó el signo monetario varias veces como medida para atacar cuestiones inflacionarias.
En este marco, la oposición presentó un proyecto de ley para quitarle dos ceros al peso argentino a partir del cual por ejemplo el billete de $100 pasaría a ser de 1 peso.
Según la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, uno de los principales motivos por lo que el Peso Ley 18.188 (se emitió en enero 1970 hasta 1983) entró en vigencia fue debido a la crisis inflacionaria después de la creación del BCRA en 1935.
De acuerdo a Ferreres (2010), durante esos años el tipo de cambio respecto al dólar se devalúo en más de un 200.000% y se llegaron a emitir billetes de 1.000.000 de pesos Ley.
El billete de mayor denominación fue el de 1.000.000 de Pesos Ley, el cual se emitió el 25/11/1981. Al poco tiempo fue perdiendo valor. La situación económica fue tan crítica que las cantidades usuales de dinero no entraban en las máquinas de calcular de esa época, es por ello que se dio inicio al fin del curso legal (no se puede usar en comercios, pero si canjear en el BCRA).
Eso fue en julio de 1985 y su desmonetización total (no es más canjeable en el BCRA) fue en octubre de 1985.
En el gráfico a continuación, mostramos cómo en 48 meses un billete de $1.000.000 pasó a valer menos de $1.500, perdiendo así el 100% de su valor al final del período.
Del Peso Ley 18.188 al peso argentino
Luego del fin del Peso Ley 18.188, se reemplazó por una nueva moneda que estabilizaría las altas variaciones de precios. Se dio paso al peso argentino ($a). El billete de mayor denominación fue el de 10.000 pesos argentinos, el cual tuvo su fecha de emisión en abril de 1985, para que luego de 39 meses en julio de 1988 luego de una inflación promedio de 650%, este billete perdiera el 100% de su valor.
Por último, tenemos al último cambio de moneda, el popularmente conocido como Austral. Llegó con un Plan económico, que al final de la historia no pudo cumplir sus objetivos por lo cual se volvieron a registrar altas tasas de inflación.
En ese entonces, el billete de mayor denominación fue 500.000 australes, el cual tuvo su primera emisión en noviembre de 1990 y con una fecha de desmonetización en enero de 1993, es decir que en 27 meses el austral perdió la totalidad de su valor.
Este recorrido histórico, nos lleva nuevamente al presente, en donde tenemos al billete de $1.000, considerado como el de mayor denominación, el cual se emitió en noviembre del 2017 y hasta el momento ya pasaron 54 meses desde el inicio de su curso legal.
Ahora, si vemos la serie al inicio del periodo podemos darnos cuenta de que un billete de $1.000 tenía el valor en dólares de 51,87 en el 2017, para luego llegar al 2022 con una serie renovada con un valor ajustado en dólares de 4,84.
El billete de $1.000, en el podio de los menos valiosos del mundo
El informe de Nery Persichini, de GMA Capital, coloca al billete de $1.000 como el de mayor denominación en tercer lugar como el billete menos valioso en el mundo.
En primer lugar, se encuentra Sudan con el billete de 500 libras sudanesas que en dólares es 0.93, y en segundo está el Líbano 100.000 libras libanesas que en dólares es 3,07.
Ahora, si miramos los 5 billetes con mayor cantidad de ceros emitidos en la historia veremos el top 5 de las monedas más débiles en la historia:
- Hungría (1945-1946) con la emisión de 100 trillones de pengos
- Zimbabue (2009) con 100 billones de dólares
- Alemania (1923) con 100 billones de marcos
- Yugoslavia (1994) con 500 millones de dinares
- Grecia (1944) con 100 millones de dracmas
Todas estas tienen un único factor en común el cual es: la emisión monetaria debido a una fuerte crisis inflacionarias.
Monedas fuertes
Del otro lado del mostrador, de acuerdo al numismático Cristian Caminos, tenemos monedas fuertes como el billete de 10.000 Ringgit de la Isla de Brunéi que equivale a u$s7.276 o el billete de 10.000 de Singapur que equivale a u$s7.282, lo que significa que el billete de mayor denominación argentino es apenas el 0,05% del total de un billete de mayor denominación de otros países.
La pérdida de valor de la moneda y más específicamente del billete de mayor denominación del país solo es una muestra del deterioro que genera la inflación a todos los elementos de la economía.
Al derrumbe de más del 90% del poder adquisitivo de este billete se suma que elGobierno ante la escalada de precios solo usa la herramienta del cambio de serie y diseño del papel moneda.
Hay una división de aguas claras entre la ocupación de los políticos del Gobierno y la preocupación de la gente. Los políticos ocupados del diseño del billete. Los argentinos preocupados por su poder de compra.