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Tomarse un café en Buenos Aires, un verdadero lujo: en algunas cadenas ya supera los $600

Se trata de uno de los productos cuyo precio más aumentó en el último año. Esta suba se trasladó a las cafeterías barriales y a cadenas como Starbucks
27/05/2022 - 19:36hs
Tomarse un café en Buenos Aires, un verdadero lujo: en algunas cadenas ya supera los $600

Punto de reunión por excelencia, lugar de estudio, trabajo o simplemente el espacio donde se deja pasar el tiempo, las cafeterías suelen ser un lugar de referencia para los argentinos. De todas formas, se trata de un hábito cada vez más caro. Es que tomarse un clásico café cortado en la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, puede costar más de 500 pesos.

La realidad indica que la "inflación del café" corre a un ritmo superior que los precios en general. De hecho, según difundió el INDEC en su último IPC, en términos interanuales el segmento "Café, té, yerba y cacao", trepó 73,5% en abril.

Más precisamente, de acuerdo al dato del organismo oficial para el Gran Buenos Aires, el café molido de 500 gramos aumentó en un año 116,7%: en abril de 2021 costaba $295,12 y en el mismo mes de este año, subió a $639,71. Así es que este producto se incrementó casi el doble que la variación interanual de la inflación general, que fue del 58 por ciento.

Un café puede superar los $600

Dichos incrementos, lógicamente, se trasladan a las cafeterías. Es así que, según un relevamiento realizado en distintos locales especializados en la Capital Federal, se observa que en muchos casos el precio de un cortado o una lágrima, por ejemplo, se ubica en torno a los 400 pesos.

  • En Starbucks, por caso, el café del día (de 350 ml) cuesta $510 y el café del día con leche, $520. El capuccino, en tanto, sale $560 y un mocha, $620.
  • En tanto, en otras cadenas del rubro, por ejemplo, una lágrima de 350ml cuesta entre $385 y $440.
  • Un latte ronda los $450 y un café con leche grande, en torno a los $480.
  • Un café doble, por su parte, cuesta entre $430 y $520, dependiendo el lugar.
  • En distintos establecimientos que ofrecen el denominado "café de especialidad" o "de autor", un café con leche (de 360ml) cuesta en torno a los $450 y una lágrima (de 180ml), sale unos 385 pesos.

Así es que, por ejemplo, si una persona se toma un café del día en Starbucks tres veces por semana, gastará al mes unos $6.000 sólo en el consumo de esta bebida. La ecuación, lógicamente, puede variar dependiendo el tipo de café o el lugar donde se consuma.

El precio de un café con leche
El precio de un café con leche cuesta en torno a los $480 en distintas cadenas de cafeterías

Los motivos de los incrementos del café

Las empresas productoras de café en Argentina importan íntegramente el insumo que fue, justamente, uno de los commodities que más aumento en los últimos años. De hecho, desde mayo de 2020 hasta la actualidad, la cotización en los mercados internacionales subió en torno al 125%.

Estos aumentos a nivel global se dieron por una serie de factores. Entre ellos, se destacaron las sequías y heladas en Brasil, y las inundaciones en Colombia, dos de los principales países productores y desde donde Argentina importa buena parte del café que se consume. También se observó un incremento en los fletes para el comercio internacional.

Además, hay factores locales que explican dicho incremento, como la corrección del tipo de cambio oficial y las limitaciones para poder importar el producto. Así lo explicó a iProfesional Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market: "Hay varios condicionantes que hicieron que el precio del café suba. Una es que hubo pocos dólares que otorgaba el Banco Central, de acuerdo a la nueva métrica que considera para que se pueda importar, y esa métrica dejaba afuera a los cafeteros. Porque el precio del commoditie del café subió en términos nominales y parecería ser como que importaban más café: pero se estaba importando menor volumen a mayor precio."

"Entonces, -continuó- se necesitan más dólares para importar la misma cantidad de volumen. Eso hace que esa métrica no resulte, y que en definitiva haya problemas para importar café y derivarlo, tanto a venta hacia el consumidor final e incluso a las propias cafeterías que utilizan los granos para el expendio en bares y confiterías".

Di Pace remarcó que el producto "se importa netamente", tanto de Brasil como de Colombia, "de acuerdo al tipo de grano". "A su vez, hay una corrección del tipo de cambio oficial mayorista, que también va a impactar sobre el precio final del producto en góndola o incluso en el servicio de cápsulas, por ejemplo", remarcó el analista.

La suba de los precios internacionales de los granos de café impulsó la suba de los precios locales
La suba de los precios internacionales de los granos de café impulsó la suba en el mercado local.

Consumo del café y cambios de hábito

Según datos de la Cámara Argentina de Café, a principios de 2021 en el país se consumía 1 kilo de café por habitante al año. Más allá de su popularidad, Argentina se ubica lejos de los países en los que más se toma: según sitios especializados, el ranking lo encabeza Finlandia con 11,6 kilos al año.

Muchos hábitos cambiaron durante la pandemia y, con los locales gastronómicos cerrados o limitados durante varios meses, creció el consumo en el hogar, con las cápsulas como nuevas "estrellas".

Sin embargo, según destacan referentes del sector, en el primer trimestre de este año se observa una recuperación en el consumo en los bares y cafeterías. "Están volviendo a niveles prepandemia", destacan, aunque también advierten que, por las dificultades para importar, la producción "está complicada".

De hecho, a comienzos de abril se alertó por la posibilidad de que haya faltante de café debido a las nuevas limitaciones impuestas por el Banco Central. Lo que motivó una serie de reuniones entre representantes del sector y de la autoridad monetaria, con el objetivo de evitar que esto ocurra.

Con el invierno llega la época de mayor consumo de esta bebida y, más allá de tratarse de todo un clásico para los argentinos, debido a sus precios, tomarse un café podría convertirse en todo un lujo para muchas personas.

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