Alarmante: así se fueron derrumbando los sueldos de los argentinos, medidos en dólares
Con una inflación que no da tregua y la devaluación paulatina del peso, los argentinos pierden constantemente poder adquisitivo en dólares llegando incluso al 87% en los últimos siete años.
El decil más acaudalado de nuestro país recibe en promedio $98.481 por persona, mientras que el más precario recibe en promedio $5.953 en promedio al mes de acuerdo a datos del INDEC del último trimestre del 2021.
Otro dato clave es que el ingreso promedio per cápita total de la población alcanzó los $32.192. Es decir 29 millones de personas recibieron un ingreso promedio que si se corrige usando la mediana estadística percibieron un ingreso en el último trimestre del 2021 de 24.751 pesos.
Estos números solo revelan otra falla de mercado del Estado en su rol de asignador de empleo. Para obtener ingresos de calidad y sostenibles en el tiempo, es necesario generar trabajo genuino, el cual es todo aquel que se encuentra por fuero del abanico estatal (en el 2021 el empleo se "recuperó" si se compara con el año de la pandemia que se perdieron más de 2 millones de puestos de trabajo).
El resultante es una distancia enorme entre los mismos deciles de ingresos. Si usamos el Coeficiente de Gini (método para medir la desigualdad, siendo 0 el valor que implica igualdad absoluta y 1 desigualdad total) vemos que este mejoró con respecto al último valor del 2017, lo cual muestra una pequeña reducción de la desigualdad nominal, pero en términos reales esto significaría que somos todos igual de pobres, ya que este mismo organismo indicó que los primeros 8 deciles reciben ingresos promedios de $30.118 en una economía con una previsión inflacionaria de mas del 60% para finalizar este año.
Los más "adinerados" reciben menos de u$s500 promedio
Si vemos esta misma escala, pero en el tiempo podemos observar que en 2015 el decil más adinerado en dólares recibía como ingresos promedio u$s3.083 ($44.160 en promedio) con una inflación de más del 20%, mientras que hoy recibe u$s487 ($98.481 en promedio) con una previsión inflacionaria de más del 60 por ciento.
Es decir, cuando los policymakers indiquen que hay una mejora de la serie, siempre hace falta repensarlo en termines reales y no morir de nominalidad mientras se analiza en pesos en corrientes, ya que se puede estar perdiendo el dato clave en esta comparativa: la pérdida de poder adquisitivo de más de un 80% en cada decil.
Si traemos todos los números publicados por el INDEC y los comparamos con los datos de América Latina, vemos que el ingreso promedio en dólares de otros países como Uruguay es de u$s1840, Chile u$s763, Brasil u$s267, mientras que en nuestro país es de tan solo u$s159, es decir estamos por debajo del promedio del continente.
Ahora bien, si además comparamos al "decil más adinerado del país" ($100.000 de ingreso) con los deciles más adinerados de las capitales de los países anteriormente mencionado, veremos que Montevideo se considera de las ciudades que reciben mejores ingresos con un u$s2.228 por persona, Brasilia u$s1.181, Santiago de Chile u$s865 y Buenos Aires 487 dólares.
Estos datos solo revelan que los supuestos ricos, solo reciben un poco menos de u$S500, es decir, un rico argentino equivale a un ingreso promedio de países como Brasil y continua por debajo de países como Chile o Uruguay.
Eliminación de la riqueza
En conclusión, hace más de dos décadas que cada político de turno pregona el discurso de igualdad como estandarte de modelo económico a seguir, en donde un paraíso igualitario es lo que nos sacaría de la pobreza absoluta en la que llevamos inmersos hace años, bajo la lógica de continuar presionando al "decil más rico" para repartirlo al más pobre, pero lo único que se logró según fuentes oficiales son un nivel de pobreza del 37,3% (2do semestre 2021) y un nivel de indigencia de 8,2%, es decir actualmente nuestro país tiene 10,8 millones de pobres y 2,4 millones de personas en situación de indigencia.
Estos últimos números solo son una muestra cuantificable del error en el que incide cada político de corte heterodoxo que nos gobiernan, ya que en post de buscar la igualdad se encuentran "eliminando" la riqueza, y prueba de ello es que al final de cuentas terminamos siendo "todos iguales de pobres".
Muchos argentinos ven la salida en Ezeiza como puerta de escape rápida para salir de pobres, porque prefieren "ser mozos o lava copas en EE. UU." (ganan aproximadamente u$s3.000) que un gerente en Buenos Aires con un salario de u$s1600 en promedio.