"Argentina es un desastre y su única opción es dolarizar", dice economista que asesoró a Carlos Menem
El economista Steve Hanke, quien fuera asesor de Carlos Menem en la Argentina y de otros gobiernos latinoamericanos que impulsaron la dolarización de sus economías, dijo que "la Argentina es un desastre y su única opción es dolarizar".
El profesor de la Universidad Johns Hopkins advirtió que Argentina es "un país inmanejable e ingobernable" cuya única salida para evitar una hiperinflación o una inflación crónica alta es la dolarización y la eliminación del Banco Central.
"En la Argentina, si se observa su historia, todo es posible. Salvo la década del 90, el peso ha significado alta inflación", señaló. Sin embargo, agregó que "la hiperinflación no es tan común: solo hubo 62 episodios en el mundo en toda la historia. Para tener hiperinflación hay que tener inflación del 50 por ciento mensual, no anual. Es posible, pero todavía falta mucho. En 1989 llegó a tres dígitos en mayo y luego vino la convertibilidad en 1991".
Asimismo, aseguró que la única salida para el país es la dolarización porque "el problema es el Banco Central. Hubo 10 años de baja inflación pero luego la convertibilidad tuvo algunos agujeros, aunque estabilizó la economía por muchos años". Y agregó, en una entrevista con Infobae, que "la Argentina es incomparable (con cualquier otro país), es imposible, es un desastre".
Qué pasa con la dolarización en la región
El economista advirtió que "toda la región está dolarizada de facto, aunque solo tres países lo hayan hecho legalmente. La razón por la que no se generalizó no es por la gente, que quiere dólares, sino porque los políticos no quieren un corsé estricto porque no podrían seguir gastando dinero".
Sobre el acuerdo con el FMI, indicó que "no vale la pena ni analizarlo. El problema en la Argentina son los políticos".
En cuanto a la suba de las materias primas por la invasión rusa, afirmó que "es un problema local. China y Japón no tienen más inflación por la guerra; Suiza tampoco. En todo caso, la suba en el precio de las materias primas afecta algunos precios de la canasta, pero la inflación se basa en la emisión monetaria, no en otro factor".
Ventajas y desventajas de la dolarización
El término "dolarización" bajo este formato entró al debate económico en el año 1999 cuando el régimen de Convertibilidad se vio seriamente afectado por la incertidumbre provocada por la suspensión de pagos de Rusia y la devaluación brasileña.
Ante esa situación, el expresidente Carlos Menem anunció oficialmente que se estaba considerando reemplazar el peso por el dólar, algo que luego obviamente no se concretó. Hasta esa fecha sólo un pequeño grupo de países estaba oficialmente dolarizado, siendo Panamá el de más larga data, pues adoptó la moneda estadounidense en el año 1904.
La dolarización puede ser formal, o integral, o informal, o parcial, cuando buena parte de las transacciones o la fijación de los precios de una gran cantidad de productos y servicios se realiza en esa moneda, como sucede actualmente en Argentina.
El que un país decida dolarizarse puede responder a que su moneda no es aceptada por otros países, o está fuertemente devaluada, como consecuencia de recurrentes crisis financieras, económicas y de capitales, con el consiguiente daño sobre su sistema económico.
Bien es sabido que ante una crisis, los inversores salen de los países en problemas, presionando sobre el tipo de cambio, lo cual afecta el nivel general de precios, los salarios y los ahorros en moneda local.
Ante este riesgo, una de las grandes ventajas de la dolarización es que evita la depreciación monetaria, lo que a su vez reduce la salida de capitales del país.
Aunque las ventajas son notables, las desventajas de la dolarización también lo son, especialmente porque se pierde la soberanía monetaria, lo cual trae aparejada la imposibilidad de emitir moneda para financiar el déficit fiscal.