La AUH cumple 10 años: cuál fue su impacto en la pobreza, la indigencia y el trabajo infantil
El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) presentó este viernes su análisis sobre la evolución de la Asignación Universal por Hijo (AUH) a más de 10 años de su creación.
Es un beneficio que hasta 2021 (últimos datos disponibles) reciben en la Argentina más de 4,4 millones de chicos y jóvenes, además de personas con discapacidad.
Santiago Poy, investigador del CONICET-UCA presentó los resultados del análisis realizado por esta área de la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA): "Este informe ese desarrolló en una década en la que la pobreza infantil creció y lo que se analiza es el impacto en la pobreza en un contexto de esa naturaleza", afirmó.
¿Qué es la AUH?: asistencia para combatir la pobreza
En rigor, la Asignación Universal por Hijo o AUH es una suma mensual que en la Argentina se les paga a las familias por hijo o hija cuando sus progenitores o tutores/padres están desocupados, trabajan en la economía informal o están inscriptos en el régimen de trabajadores de casas particulares (servicio doméstico)
En su reporte, el OSDA lo define como "un programa nacional de transferencias monetarias condicionadas (TMC) dirigido específicamente a la infancia, que se ha estado ejecutando de manera continua desde su creación" en 2009.
"Al igual que la mayoría de las transferencias monetarias, la AUH se propone impactar en las condiciones de pobreza actuales a través de una suma de dinero mensual dirigida a los hogares y, por otro lado, sobre las condiciones de pobreza futura a partir de la implementación de las condicionalidades", agregan.
Requisitos para cobrar la AUH
El beneficio responde a la Ley N°Ley 24.714 de asignaciones familiares. Se paga por hijo o hija hasta los 18 años del menor, excepto si él o ella presentan alguna discapacidad. En ese caso, no existe límite de edad para cobrarlo.
Además, los hijos o hijas por los que se percibe la asignación no deben tener trabajo ni estar emancipados o emancipadas, ni recibir alguna de las prestaciones previstas en la ley de asignaciones familiares. Deben ser argentinos o tener al menos dos años de residencia comprobable en el país.
Luego, hay una serie de requisitos que deben cumplimentar los padres de los beneficiarios que son menores de 6 años:
- demostrar que su hijo/a está al día con el calendario de vacunación y que asiste a los exámenes médicos apropiados para su edad.
- demostrar que su hijo/a está inscrito en un plan de salud.
- demostrar que su hijo/a está asistiendo a la escuela.
El organismo a cargo de pagar la AUH es la Administración Nacional de Seguridad Social, ANSES, y los montos varían de acuerdo al lugar de residencia. Según figura en la página web del mencionado organismo, al cierre de este artículo son de 6.375 o de 8.288 pesos mensuales por hijo o hija, de acuerdo a ese criterio.
Quiénes son los beneficiarios de la AUH
Como mencionamos, a enero de 2021, según consta en un informe de la ANSES de julio pasado, el beneficio de la AUH cubría a 4,4 millones de chicos, chicas, jóvenes y personas con discapacidad que residen en la Argentina.
De acuerdo al análisis de la UCA, la AUH llegaba en 2020 a 2,4 millones de titulares y a 4.359.317 chicos y chicas. Desde la creación del programa, ese último número se incrementó un 28%, mientras que la cantidad de titulares si creció el 51 por ciento.
El 96% de los titulares son mujeres, de las cuales 51,8% tenían en 2020 un hijo/a menor de 18 años a cargo, 28,1% tienen dos.
El reporte aclara que hay una mayor propensión de que los hogares destinatarios de AUH sean monoparentales que a que lo sean los no destinatarios, pero a la vez, especificaron que "mientras que la monoparentalidad se ha mantenido estable en el tiempo a nivel general, aumentó en la población destinataria de la AUH: pasó de 25,7% en 2010-2013 a 31,6% en 2018-2020".
La asignación alcanza a más de un tercio de los niños/as y adolescentes del país, y entre ellos, dos tercios pertenecen a los niveles socioeconómicos más bajos.
Unas tres cuartas partes de los chicos y jóvenes que lo reciben viven en hogares pobres por ingresos, y casi un quinto de ellos y ellas viven en hogares en situación de indigencia, de acuerdo a los indicadores de precios al consumidor medidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos, INDEC.
"Dentro del perfil sociodemográfico de las familias se destaca la mayor prevalencia de hogares monoparentales, extensos y más numerosos que sus pares no destinatarios/as", indica el reporte de la UCA, y remarca que la desigualdad se refleja sobre todo en la inseguridad alimentaria de esos grupos.
En la actualidad, es la principal política del Estado argentino para atender a la vulnerabilidad en la infancia y la adolescencia. Aún así, el análisis comprobó que los niños, niñas y adolescentes cubiertos por la AUH tienen entre 1,6 y 2 veces más chances que sus pares no destinatarios de vivir en un hogar pobre por ingresos.
El efecto de esta transferencia monetaria condicionada, según concluyeron los miembros del OSDA, fue mayor en la reducción de la indigencia de los menores de 18 años que en los casos de pobreza.
¿Sirve realmente la AUH?
Este instrumento que beneficia a los menores de edad de hogares de bajo poder adquisitivo se creó originalmente en 2009. Lleva más de una década en vigencia y se fue ampliando su cobertura.
No obstante, muchas personas suelen preguntarse –debido a los bajos montos- si realmente sirvió para cumplir sus objetivos, o si implican un gasto al Estado que no tuvo un efecto real en el bienestar de la población.
El análisis de la UCA da por tierra con ese último argumento, a diverentes niveles:
- Se observaron efectos positivos de la AUH en la reducción de distintos déficits en indicadores de salud. Sin embargo, los impactos en la dimensión de salud no han sido persistentes en el tiempo.
- Se apreciaron resultados positivos en la reducción del déficit en el cumplimiento del calendario de vacunación, del déficit de consulta médica y del déficit de consulta odontológica,sobre todo en el período 2018- 2020, en el marco de un fuerte empeoramiento de la situación en los niños/as del grupo de control.
- En el caso del déficit de consulta médica, se ha observado un efecto positivo más intenso entre la población de niños/as cuya madre tenía baja educación, vivían en barrios informales o en el Área Metropolitana de Buenos Aires
- Entre 2010 y 2020 se incrementó la pobreza monetaria en la infancia argentina, y el efecto de la AUH sobre la incidencia de la pobreza se ubicó en un -13,2% en 2010-2013, en -11,9% 2014- 2017 y se redujo a -4,5% en 2018-2020.
Al analizar este aspecto en la presentación del estudio el viernes, Poy evaluó: "Los efectos en pobreza son relativamente moderados, son de entre 13 y 5 por ciento, según el período estudiado. Se puede observar que el efecto económico de la AUH se debilita en el tiempo, porque la prestación ha perdido capacidad adquisitiva."
"Su mayor efecto fue en la pobreza extrema, en la indigencia por ingresos. Se reduce la tasa casi el 50% a lo largo de la década", añadió el académico de la UCA.
Más aún, de acuerdo al analista del OSDA, con la AUH no solo se reduce la indigencia sino la brecha con la pobreza; es decir, "hay beneficiarios que no logran a salir de la indigencia pero se acercan a la línea de pobreza".
- El efecto es significativamente más fuerte en la indigencia: el efecto de la AUH sobre la indigencia de la población destinataria es de casi 50% en cada uno de los tres períodos analizados, y tiene un efecto importante en la intensidad de las privaciones materiales. Se comprobó que reduce casi 20% la brecha de pobreza y entre 30 y 40% la brecha de indigencia.
- Asimismo, la AUH ha implicado una reducción de entre 3 y 6 puntos porcentuales en la inseguridad alimentaria en la población destinataria en comparación con el grupo de control. "En un marco de fuerte crisis, en el periodo 2018-2020 la inseguridad alimentaria alcanzó a 43,2% de los destinatarios/as de AUH (y 18,6% en el umbral de inseguridad severa)", detalla el reporte.
Poy por su parte, agregó: "La inseguridad alimentaria fue aumentando en el tiempo, pero contra el grupo de comparación, los beneficiarios se perjudicaron menos. La política de AUH no puede hacer que no crezca la inseguridad alimentaria, pero sí que aquellos más vulnerables no reciban un impacto tan grande como hubieran enfrentado sin esta política."
- Se identificaron impactos positivos de la AUH en la reducción de los déficits educativos.
- Por último, hubo un efecto positivo de la AUH sobre la reducción de la propensión a realizar trabajo económico y doméstico infantil intensivo en el período 2014-2020.
Conclusiones
"Los resultados obtenidos muestran impactos positivos y estadísticamente significativos de la AUH en distintas dimensiones del desarrollo humano de niños, niñas y adolescentes. La AUH ha tenido un impacto positivo y sostenido en el tiempo sobre el ingreso per cápita familiar y la situación de seguridad alimentaria de niños/as y adolescentes" concluyeron los investigadores.
También remarcaron, al extender el análisis más allá de los niños y adolescentes cubiertos por esta asignación, que pese a esta transferencia monetaria, se encuentran "en una severa condición de desventaja económica con sus pares no beneficiarios cubiertos por otros sistemas de protección."
Poy remarcó además que este tipo de análisis solo evalúa los efectos de la política a corto plazo, no al largo ni al mediano. "En lo inmediato, pareciera haber un efecto positivo en indicadores de indigencia y en otros indicadores de salud, trabajo infantil y educación", y por lo tanto, "en este sentido es una política pública que funciona y que se ha mantenido a lo largo de tres gobiernos; podría servir de ejemplo para otras políticas que también requieren sostenibilidad."
No obstante, advirtió que si lo que se busca con este tipo de transferencias es cortar el ciclo generacional de la pobreza, "serán necesarias otras políticas que promuevan un entorno socioeconómico que generen oportunidades de movilidad social."