"El FMI no podrá resolver la disfuncionalidad argentina", sentencia The Economist
La prestigiosa revista británica The Economist dedicó un artículo de su última edición a las negociaciones entre la Argentina y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda de US$44 mil millones. La nota titulada "El FMI no puede resolver la disfunción de Argentina" afirma que las conversaciones ocurren en un "un momento difícil" y que "hasta ahora no van bien".
Luego de repasar que un programa con el Fondo no pudo evitar la crisis 20 años atrás, el ciclo de auge de las materias primas de la primera década del milenio y de las condiciones que llevaron a solicitar el crédito al Gobierno de Mauricio Macri, The Economist afirma que los "males económicos" de la Argentina -alta inflación, déficit fiscal y financiamiento monetario, entre otros- estaban antes del préstamo del organismo y que sin una "reforma fiscal" que ponga las cuentas en "equilibrio", un acuerdo para refinanciar la deuda de poco serviría para que la economía crezca o para "ganar la confianza de los inversores".
La auditoría que el Fondo hizo del Stand fue como "autolacerante"
La publicación define la auditoría que el Fondo hizo del Stand by como "autolacerante", lo que "alimentó las nociones de que el fondo merece la mayor parte de la culpa".
"Los costos potenciales de negociaciones fallidas con el FMI han contribuido aún más a la obstinación del gobierno",sostiene y agrega: "Debido a que el fondo puede perder dinero y prestigio, cualquier intento de impulsar una negociación dura será menos creíble, se piensa".
Luego aborda los problemas estructurales de la macroeconomía argentina. "Aunque las negociaciones actuales son importantes, los males económicos de Argentina son anteriores al préstamo de 2018. Los políticos populistas se han entrometido durante mucho tiempo en los mercados", refleja y cita como ejemplos las restricciones a las exportaciones de carne, los controles de precios, el crecimiento del empleo público y los "subsidios regresivos".
Para la revista, el FMI "no puede simplemente exigir reformas para abordar tales problemas", porque "cuanto más le pide a Argentina, menos seguro puede sentir que se cumplirán las condiciones".
The Economist también refleja las tensiones dentro de la coalición gobernante en torno a las negociaciones y señala que el ministro de Economía, Martín Guzmán, "parece pasar más tiempo tratando de convencer a la poderosa vicepresidenta peronista, Cristina Fernández de Kirchner, de la necesidad de un acuerdo que escribiendo un programa creíble".
Recuerda que la Vice denunció un ajuste fiscal como motivo de la derrota electoral del año pasado. "La tentación de gastar antes de las elecciones presidenciales del próximo año podría significar que incluso si se firma un acuerdo, podría desviarse rápidamente", advierte.
Las "travesuras" del Gobierno
"Con los plazos acercándose, el gobierno se tambalea", añade y se refiere a la posibilidad de que el Gobierno incumpla con los próximos vencimientos con el FMI, previstos para este viernes y lunes.
También define como "travesuras" que el Gobierno haya solicitado a China la ampliación del swap de yuanes con los que engrosa las debilitadas reservas del Banco Central.
Por último, The Economist señala que entrar en default con el FMI dejaría a la Argentina "aislada de otros prestamistas multilaterales". "En el peor de los casos, un incumplimiento podría desencadenar un pánico similar al de 2001. El panorama es sombrío. Y lleva un tufillo a déjà vu", concluye.