El peor cóctel: con dólar blue y brecha récord y sin acuerdo con el FMI, se acelera la inflación
El dato de "color" lo aporta un economista enrolado en la oposición, pero que sirve para comprender dónde está parada la actual dinámica inflacionaria: por un día en el complejo Villa Huapí, en Bariloche, ese economista y su familia pagaron $24.300 en diciembre, en la semana previa a fin de año. Cuando fue a reservar una semana para fines de julio, posterior a las vacaciones de invierno, para cada jornada le pidieron $39.600. Un 63% más caro.
Es cierto que la temporada turística con ocupación plena, y más en la Patagonia, mostró algunos precios exacerbados, pero el registro del economista puede tomarse como una perlita de las expectativas inflacionarias que tiene un vasto sector de los empresarios.
No quiere decir que todos los precios, observados de acá a siete meses vayan a mostrar el mismo recorrido. Pero el ejemplo sirve para graficar un concepto: que hoy en día existe un desanclaje de las expectativas. Algo así como decir "nadie sabe qué va a pasar con la economía en el corto plazo, y los que pueden actúan a la defensiva, por las dudas, para no perder".
Lo escuchó el propio Roberto Feletti un par de semanas atrás cuando tuvo que negociar con los empresarios de la alimentación y los fabricantes de productos de higiene y limpieza. "Nadie quería comprometerse a aumentos de 2% mensual si no sabe si tendrá los dólares para importar los insumos, o si va a seguir subiendo las tasas de interés. O, peor, si habrá un salto del tipo de cambio oficial", admitió uno de los negociadores a iProfesional.
Finalmente, el secretario de Comercio se vio obligado a admitir que las empresas quitaran de Precios Cuidados algunos productos de primera marca, que venían con precios congelados, e incorporaran otros que venían con precios libres.
La consultora LCG, que mide el ritmo de los precios de los alimentos "online" con los supermercados, detectó que la semana pasada, los precios aumentaron 1,5% en promedio. Hubo una aceleración contra el 0,9% de la semana previa.
En las últimas cuatro semanas, la inflación de los alimentos fue de 4,2%. Prácticamente lo mismo que diciembre, que fue un mes en el cual la comida volvió a encarecerse más que el promedio.
"El Gobierno apela a la buena voluntad de los empresarios que traen mercadería e insumos a un dólar de $104, cuando la brecha con los dólares alternativos supera el 100%", afirma el gerente de una de las principales compañías alimenticias del país.
En los próximos días, Feletti terminará de negociar una lista con "precios cuidados" para los siete cortes de carne que están prohibidos de exportar. El precio de la carne volvió a encarecerse en este primer mes del año, a pesar del ajuste que ya habían mostrado en el final de 2021.
Se viene un mes clave para la inflación
El mes de febrero será clave para la economía y el sistema cambiario. El segundo mes del año se hace evidente la caída en la demanda de dinero. Y sin un acuerdo con el Fondo que estabilice las expectativas, es probable que el costo de la brecha se haga sentir todavía con más fuerza en los precios.
El derrape de los bonos de la deuda no es más que otra cara visible de la falta de expectativas. En un clima financiero global que se puso más tormentoso, los papeles argentinos registran caídas y rendimientos históricos. Como si ya no hubiesen sido reestructurados.
El problema adicional es que, para Martín Guzmán, esa es otra historia. El ministro tiene la teoría de que el carril financiero corre en paralelo con la economía real, sin tocarse.
La historia económica de la Argentina de los últimos años marca lo contrario. Que esos mundos distintos -el de los mercados y el de la economía real- se vinculan siempre. Con o sin cepo.
En todo caso, el cepo puede demorar los golpes, que sin duda vendrán si no se reparan a tiempo las fallas de estructura de la economía.
El Gobierno viene festejando que la actividad mostró una racha ganadora durante el último semestre del año pasado, con un rebote de la economía que superó todas las expectativas. Incluso las del FMI.
Eso es cierto, pero no se trata de ningún "milagro". Sin expectativas favorables, pero -sobre todo sin dólares-, la actividad volverá a resentirse.
De nuevo: la aceleración inflacionaria de las últimas semanas tiene que ver directamente con eso. Con expectativas negativas sobre el mercado cambiario.
¿A cuánto valoran sus stocks los empresarios? Cientos de empresas -grandes y medianas- que en los últimos meses lograron conseguir los dólares en el Banco Central y se armaron un colchón de mercadería, ¿saldrán a la calle a venderla tomando el cuenta el dólar de $104, que el Gobierno les autorizó?
Hay muchas dudas al respecto. Las subas de precios también se relacionan con esa ola especulativa, que ya impacta directo sobre la economía real.
Un relevamiento de iProfesional entre gerentes de supermercados da cuenta de esa dinámica. Las subas de precios durante las primeras semanas de enero se dieron en gran parte de los denominados productos "de almacén". La mayoría de ellos integrantes de la canasta básica alimentaria. Desde fideos, aceites, harina, azúcar, yerba hasta aderezos, pan industrializado, bebidas gaseosas, lácteos, y también golosinas.
Los aumentos en estos primeros días del año arrancaron en el 5% y se extendieron hasta el 20%. Nada menos.
El movimiento de los precios depende de la política económica integral que aplica el ministro Guzmán. Y de lo que sucede a nivel internacional, donde se detecta un fuerte presión en los precios de las materias primas y en los costos de la logística, que provoca una ola inflacionaria en distintos países estables, empezando por los Estados Unidos, y también en otros como Brasil.
Argentina, claro está, le da su propia impronta a un escenario que, a nivel global, luce preocupante. Mucho más en este país, donde todavía está pendiente un acuerdo con el FMI para despejar incertidumbre sobre la deuda, y con un Banco Central que está muy débil con sus reservas.