El Gobierno teme un gran "lock out" energético y se prepara para el peor escenario
La reciente decisión del Gobierno de dejar que los empleados públicos trabajen desde sus casas desde ayer y este viernes y el pedido a las empresas de reducir el consumo de energía dan cuenta de que la situación energética puede ser más grave de lo que el gobierno preveía y se ha agravado por la ola de calor. A esto hay sumarle el aumento del costo de energía en el mundo lo que agrava la situación.
Algunos funcionarios relacionados con el aérea energética comentaban en off ayer a las empresas que en la medida que la situación se mantenga no habrá que descartar cortes de luz programados de las empresas distribuidoras similares a los de la década del 80. A diferencia de hoy el servicio era estatal a cargo de SEGBA.
Desde martes pasado luego del gran apagón que afecto a gran parte del AMBA el gobierno negocia con cámaras empresariales para que se reduzca su consumo de energía durante los próximos días. Las conversaciones están a cargo de los equipos técnicos a cargo del secretario de Energía, Darío Martínez, y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
Para comenzar a comprender el problema energético debemos citar que uno de los principales problemas es el atraso de las tarifas a los consumidores como usuarios comercios y grandes empresas. Pero el otro es el desfasaje que existe entre los precios internacionales y locales del petróleo y el gas. Mientras que el barril de petróleo vale aproximadamente unos 85 dólares en el mundo en la Argentina se comercializa a 55 dólares por la vigencia del llamado barril criollo. Por el lado del gas, el precio internacional del millón de BTU vale 5,8 dólares y acá se vende a 3,5 dólares.
De acuerdo a los pronósticos del Servicio Meteorológico Nacional la ola de calor se profundizará hasta el sábado, por lo que se incrementará sensiblemente la demanda de energía eléctrica en todo el país y en particular en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Ante esa situación, el Gobierno llevará adelante "medidas preventivas" para evitar apagones, entre las cuales se buscará acordar con los grandes usuarios industriales una reducción en el consumo.
Por ese motivo de acuerdo a un documento elaborado por el equipo que conducen el secretario de Energía, Dario Martínez y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas junto con los responsables del ENRE y el ENARGAS y AYSA, el Gobierno nacional evalúa a armado el CDC un Centro de Contingencia (Seguridad, Energía, Salud, AYSA), para poner límites a la demanda industrial en horas pico y un mayor despliegue de acciones territoriales de contención.
Entre las medidas que plantea ese informe la llevada a cabo a través del Decreto 16/2022, publicado ayer en el Boletín Oficial, que da asueto a los empleados públicos desde las 12.00 para hoy y mañana. En el texto de la norma se indicó que el objetivo era "reducir el consumo de energía eléctrica y de agua".
Desde el Gobierno explican que la mayor demanda de energía se explica por el crecimiento de la economía que lleva a las plantas industriales a utilizar mayor cantidad de electricidad. Por eso el Ejecutivo está dialogando con las principales cámaras empresarias para buscar una solución. "Este escenario de crecimiento de la demanda y temperaturas pone al sistema eléctrico en una situación de despacho de extrema exigencia, superior a las precedentes olas de calor" explica una parte del documento. El reporte también detalla que "podemos decir que habrá nuevos récords de demanda de energía y potencia (30% superiores a la media histórica), esperando para este último caso, máximas superiores a los 28.500 MW en día, marca que supera el récord del martes que fue 27.234 MW. El martes pasado se llegaron a ver afectados por los cortes en el suministro eléctrico más de 700.000 usuarios en el AMBA, cuando la temperatura había alcanzado los 41 grados un record desde el pico de 1996.
Las empresas distribuidoras de servicios básicos de electricidad y agua, se encuentran en medio de una situación complicada debido a los últimos cortes de suministros en plena temporada de verano, además de estar pidiendo una fuerte actualización de sus valores en más de un 50% del precio total que llega en la factura de fin de mes.
"Es importante tener en claro qué es lo que sucede en el sector energético para poder comprender la magnitud del problema", explica el economista Damián Di Pace quien cita varios problemas.
1. En el caso de la energía eléctrica, la tarifa de un consumo promedio de 250 KWh, tuvo un costo de unos $900 pesos en el período del 2010 al 2021, es decir que si tomamos por ejemplo al dato del 2019 se pagó $2.041 en promedio, mientras que hoy en el 2021 se encuentra pagando en promedio $1.080 pesos, esto quiere decir que el valor de la tarifa es mínimo.
2. En 2015, el valor de tarifa plena (real) era de $1.194 aproximadamente, pero una familia promedio solo pagaba el 15% del valor de la tarifa, es decir abonaba por mes $179, por lo que durante los años siguientes se corrigió esta situación llegando hasta ahora en donde se paga $1.080 la factura de luz, pero esta cantidad solo cubre el 38% del valor real.
3. Para mantener este esquema, se necesitan destinar alrededor de u$s10.000 millones de dólares (subsidios destinados a Cammesa, IEASA, etc) por lo tanto una familia en la actualidad debería pagar aproximadamente $1.080 más el 70% de aumento que exigen las empresas, pero para que esto no suceda, el Estado cubriría la diferencia, logrando así que llegue al bolsillo del ciudadano solo un aumento del 10 % en Buenos aires y un 6% en el interior del país.
"Esta situación ejerce una fuerte presión sobre las empresas distribuidoras en el caso del AMBA Edenor y Edesur y sobre los proveedores de energía eléctrica que se vuelve cada vez más insostenible. El problema es con una alta inflación los costos aumentaran y las empresas no podrán subir las tarifas, porque el Estado a través de los subsidios será quien financie esos aumentos. Esto implica mayor presión al sector público, ya que deberá resignar recursos de otras partidas presupuestarias urgentes para solventar y mantener este esquema" explica Di Pace.
Como estos recursos no son suficientes el estado seguirá emitiendo dinero para continuar financiando a empresas que brindan estos servicios, como es el caso de CAMMESA, donde el último dato arroja que se le tuvieron que transferir aproximadamente unos 700.000 millones de pesos el año pasado para que esta empresa pueda continuar funcionando. Para entender el tema hay que destacar que la mega emisión de pesos del BCRA en diciembre fue de unos 600.000 millones de pesos.
Desde la secretaria de Energía explican que las redes de Edenor y Edesur necesitaban al inicio del mandato de Alberto Fernández una inversión inmediata de 120 millones de dólares para soportar el crecimiento de la demanda y hasta ahora sólo se invirtieron unos 25 millones de dólares y lo hizo el Estado ante la negativa de las distribuidoras a desembolsar esos fondos.
También explican que las redes de Edenor y Edesur quedaron obsoletas para soportar el fenomenal aumento de la demanda de los últimos años. Al asumir su cargo, el actual secretario de Energía, Darío Martínez, fijó tres objetivos urgentes. En primer lugar llevar a cabo el plan GasAR, en segundo construir el gasoducto Néstor Kirchner, y por último concretar las obras mencionadas para actualizar el sistema de distribución de energía eléctrica para el AMBA. Además explican que no se trata de una gran obra sino de una multiplicidad de trabajos de modernización de la red y que se requiere pasar de una fase monófasica a trifásica cuando el consumo del hogar aumenta, o poner cables más anchos para que soporten las potencias necesarias.
"Trabajo a distancia por ahorro de energía", es el título del Decreto 16/2022 publicado en la madrugada de ayer en el Boletín Oficial. El Poder Ejecutivo argumentó que "la reactivación económica sostenida" en diversos sectores durante el transcurso del año 2021 "ha redundado en un incremento considerable de la demanda energética", y sumado a que "la temporada estival en la República Argentina ha reportado altas temperaturas debido al incremento de las mismas a nivel regional, por directa incidencia del fenómeno de La Niña, el cual afecta a gran parte del hemisferio Sur de América", se ha producido la situación vivida esta semana en distintos puntos del país.
El miércoles en una reunión de urgencia al presidente Alberto Fernández analizó junto al jefe de Gabinete, Juan Manzur, el informe del Sistema Nacional de Gestión de Riesgo "la situación en las diferentes regiones frente a la ola de altas temperaturas que atraviesa el país y los recaudos que estamos tomando para la normal provisión de agua y electricidad", informó el propio Presidente luego de la jornada en la que alrededor de 700 mil usuarios estuvieron sin luz.
Pedido especial a las empresas
"Desde nuestro gobierno por indicación del presidente Alberto Fernández se está llevando adelante un diálogo profundo y minucioso con conglomerados de empresas para que esta disminución del uso de la electricidad durante estos días se lleve adelante", comento a iProfesional una fuente cercana a esos equipos técnicos.
El funcionario agrego además que "por el pico de la demanda de energía de la actividad industrial, más la ola de calor, se está en un "pico de demanda histórico, por eso pedimos el acompañamiento de la industria, en horario pico se va a notar". Ese horario sería entre las 13 y 16 de ayer y de mañana por eso estamos llevando adelante un diálogo profundo y minucioso con conglomerados de empresas para que esta disminución del uso de la electricidad durante estos días se lleve adelante.
Los directivos empresarios consultados pertenecen a la UIA (Unión Industrial Argentina), con la UIPBA (Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires), con el IPA (Industriales Pymes Argentinos), con Came (Confederación Argentina de la Mediana Empresa), con la Cadena Textil Indumentaria, con la Federación Maderera, la Cámara de la Industria del Plástico, la Cámara del Calzado y Adimra (Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina). En tanto desde las empresas distribuidoras, generadoras y transportadoras de energía se preparan para días difíciles.
La explicación desde distintas fuentes del gobierno es que de los 28.000 Mw de demanda que hay 10.000 Mw corresponden a los grandes usuarios y a las grandes empresas. Por lo tanto, desde el gobierno sostienen que una reducción en ese sector es realmente lo que va a ayudar a que el sistema pueda funcionar y pueda hacer frente a la demanda, más allá de que puedan suceder contingencias.
Por su parte el secretario de Energía Darío Martínez explicó que "el crecimiento de la demanda de la actividad industrial más la ola de calor estamos ante un pico de demanda histórico, por eso pedimos el acompañamiento de la industria, en horario pico se va a notar. Proyectamos un pico de 28.550 megas para hoy, récord histórico. El sistema está trabajando a tope y por eso le pedimos a los grandes usuarios que reduzcan la demanda de energía. Estos picos de demanda muy fuertes en esta semana. Las conversaciones con empresas se suman a un decreto publicado hoy que ordenó que los empleados públicos no asistan a las oficinas y desempeñen sus tareas a distancia. La medida regirá hoy y mañana a partir del mediodía un sistema similar al que rigió durante la pandemia.
El Gobierno ultima los detalles del decreto para convocar a sesiones extraordinarias. Según trascendió el lunes, quedarán habilitadas a partir del 20 de enero y, entre sus prioridades, no figura el tan anunciado Plan Plurianual, que Alberto Fernández se había comprometido a enviar el 6 de diciembre. No sería extraño que dentro esas sesiones se traten tema relacionados con el consumo de energía que lleven alguna sorpresa a las empresas distribuidoras. Si bien es probable que el Poder Ejecutivo ponga el foco en un paquete de iniciativas que buscan reactivar la economía, generar empleo y atraer divisas, además de la reforma del Consejo de la Magistratura no hay que descartar novedades en el tema energético.