Se viene un nuevo vencimiento con el FMI pero casi no hay dólares: el plan B que se estudia para pagar
La fuerte caída que muestran los activos financieros locales en lo que va del año muestra que el mercado financiero local y de Wall Street está casi convencido que la Argentina no cuenta hoy con los dólares suficientes para poder hacer frente a los próximos vencimientos de deuda con el FMI.
Por lo tanto, consideran que si no se firma un nuevo acuerdo antes del fin de este trimestre para refinanciar los 45.000 millones de dólares que tomó en el 2018 el gobierno de Mauricio Macri, la Argentina corre serio peligro de entrar en un default con el FMI.
Los inversores locales e internacionales consideran también que el ministro de Economía, Martín Guzmán, ya está muy desgastado por sus promesas incumplidas tanto al gobierno nacional como a los inversores y empresarios muchos de los cuales lo culpan de el rechazo del Proyecto de Presupuesto 2022 a fines del año pasado en el Congreso de la Nación.
En caso que la Argentina no cancele el pago con el FMI el próximo 22 de marzo por unos u$s 2.800 millones cuenta con 30 días adicionales para cubrir el vencimiento antes de que el país sea considerado en default técnico. Luego quedan otros seis meses para declarar el default definitivo. Es lo mismo que opera con la deuda en manos de acreedores privados y también con organismos internacionales Club de París.
En septiembre de 2003 luego que el entonces presidente Néstor Kirchner incumpliera un pago por u$s 2.900 millones por su negativa a utilizar reservas del Banco Central para cerrar un nuevo stand by con el FMI. Kirchner y Roberto Lavagna, quien era su ministro de Economía, se negaban a pagar hasta que no se lograra la extensión de un nuevo acuerdo.
Las diferencias eran las casi las que ahora, un ajuste fiscal y suba de tarifas porque el FMI pedía un aumento mayor del superávit fiscal al que Lavagna no se quería comprometer y finalmente se logró una solución intermedia para seguir con ese acuerdo. Pero un año después, en septiembre del 2004, Kirchner decidió no pagarle más al FMI para luego en enero del 2006 decidió cancelar la deuda con el organismo por unos 10.000 millones de dólares con reservas líquidas del BCRA que superaban los u$s35.000 millones.
Hoy la deuda con el FMI llega a unos 45.000 millones de dólares y las reservas netas líquidas se calculan en unos 3.500 millones de dólares. La situación es totalmente diferente desde el punto de vista del total del préstamo a refinanciar y del total de reservas que el BCRA tiene hoy en sus arcas.
Por otro lado, en ese entonces había un ministro de Economía muy fuerte en el aspecto político y técnico para negociar como Roberto Lavagna, en cambio ahora esta Martin Guzmán un ministro cuestionado por el oficialismo por sus promesas incumplidas y criticado por los operadores de Wall Street y del mercado financiero local por haber demorado tanto el acuerdo con el FMI y por haber presentado en el Congreso un Proyecto de Presupuesto 2022 inconsistente con la situación económica actual en particular en sus proyecciones de inflación, tipo de cambio y financiamiento externo que finalmente fue votado en contra.
En la actualidad no se ven muchas alternativas que están a mano del Gobierno, pero existe una que no se debe desechar. Es una especie de alternativa intermedia que analizan los principales analistas del mercado financiero local y de Wall Street.
Sería el caso que un país miembro del FMI, podrían ser Estados Unidos, China o algún país europeo le otorgue una especie de préstamo puente a la Argentina para cubrir ese vencimiento que sería cancelado al acreedor luego de la firma de un nuevo acuerdo del país deudor con el FMI.
Lo que viene
Un reciente informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) explica que "un país miembro puede otorgar un préstamo puente por el monto del vencimiento en cuestión que sería cancelado al momento de la firma del acuerdo con el desembolso del organismo".
El problema es que en abril del 2022 cae un nuevo vencimiento con el Club de París. Es el último vencimiento que los países que integran el Club acordaron en el año pasado prorrogar hasta el 31 de marzo, con el fin de reestructurar esa deuda en el marco de un entendimiento con el FMI.
Por lo que se puede observar la hipótesis de no pagar le saldría muy cara al gobierno argentino. Pero la Argentina sin un acuerdo con el FMI no podrá pagar ese vencimiento. Excepto que el BCRA acumule una importante cantidad de dólares hasta esa fecha para hacer frente a esos vencimientos. En ese caso es importante tal vez lograr un mal acuerdo corto con el FMI que no acordar.
Para hacer algún tipo de proyecciones con respecto a los dólares que podría acumular el BCRA en el primer trimestre hay que destacar que desde septiembre pasado el mercado cambiario oficial registra un fuerte exceso de demanda de dólares aun con estricto cepo cambiario y muy buen nivel de exportaciones. Esto se produjo por una doble causa. En primer lugar, se pulverizó el superávit comercial cambiario ya que el financiamiento comercial fue negativo. En segundo lugar, la demanda autorizada de dólares de personas y empresas del BCRA se duplicó.
El reciente informe Overview de la consultora MS destaca que septiembre y diciembre, el superávit promedió unos u$s 500 millones por mes con un noviembre deficitario. En tanto la demanda de dólares de empresas y particualres estuvo por encima de los u$s 1.200 millones pero en noviembre llegó a los u$s 1.500 millones.
"Esta sobredemanda no fue más grande porque en octubre el BCRA pisó temporalmente pagos de importación y porque en noviembre y diciembre los bancos tuvieron que vender dólares en el mercado obligados por otra norma del BCRA. Así y todo, en estos fatídicos cuatro meses el BCRA vendió unos 2.600 millones de dólares más otros 1.100 millones de dólares en el mercado CCL hasta que dejó de intervenir en este último a mediados de noviembre para no seguir perdiendo reservas" dice el informe.
Este resultado del último cuatrimestre del 2021 muestra a un BCRA vendedor neto de dólares lo que hace pensar que este primer trimestre será bastante difícil para el BCRA. De todas maneras la devaluación del peso en el mercado oficial de cambios llego al 1,8% en diciembre y estuvo por encima del 1 por ciento de los meses anteriores.
El otro punto a favor del BCRA es la suba de dos puntos hasta un máximo de 39% anual en la tasa de interés. Por otro lado, la megaemisión monetaria del BCRA de diciembre para financiar al Tesoro fue de alrededor de $800 mil M. Hay que señalar que la emisión fiscal para todo 2021 fue mayor a la prevista: casi 1,8 billones de pesos.
Si consideramos el déficit fiscal primario del año pasado, todavía falta el dato oficial de diciembre pasado, el promedio de las consultoras y bancos da aproximadamente unos 1,5 billones de pesos.
Esto implica de acuerdo a los cálculos de M&S que el el cien por ciento de ese déficit se financió con emisión monetaria de la misma forma que en el 2020. La emisión monetaria para financiar al Tesoro con los desequilibrios cambiarios e inflacionarios seguirá siendo fundamental en los próximos años si no hay un nuevo acuerdo con el FMI.
La gran duda respecto a la caja en pesos del Tesoro, es que además de la megaemisión del año pasado el Tesoro sobrecolocó unos $500.000 millones por encima de los vencimientos de deuda de todo el 2021. Esta situación se comenzó a repetir este año ya que ayer colocó deuda por mucho más de lo que vencía. El Tesoro necesitaba unos 65.000 millones de pesos pero tomó los $144.000 millones que le ofreció el mercado. Este mes todavía faltan vencimiento por más de 200.000 millones de pesos.
El gran interrogante es saber a dónde fueron a parar los pesos que el año pasado se obtuvieron por las sobrecolocaciones de deuda en pesos del Tesoro. Es muy probable que una gran parte de esos pesos terminó siendo gasto público n obras, transferencias a provincias, aportes a fondos especiales, etc., etc.). "Si se confirmaran estos gastos "ocultos" financiados con la sobre - colocación de deuda, las necesidades de financiamiento macroeconómicamente relevantes del Tesoro 2021 habrá sido en los hechos todavía más grandes, confirmando un mayor desbalance de la macro. El FMI no lo dejará pasar a la hora de mirar los números", explica el informe de M&S.
Este cierre cambiario con exceso de demanda de dólares y este cierre fiscal con megaemisión de pesos, es una combinación peligrosa que vaticina un empalme económico 2021 - 2022 como mínimo sinuoso. Por otra parte, es una situación cambiaria - fiscal que no encaja ni cerca en un acuerdo con el FMI .
Las diferencias para negociar un acuerdo son más de contenido macroeconómico que ideológicas y políticas. La incertidumbre sobre esta negociación no se podrá mantener por mucho tiempo más. Lo concreto es que los desequilibrios macro no se podrán mantener por mucho tiempo y en ese aspecto hay que señalar que la opción de no arreglar o no pagar será muy riesgosa para el gobierno argentino.