Consumo y tarjetas de crédito: ¿cómo se endeudaron los argentinos en 2021?
La financiación del consumo a través de tarjetas de crédito cerró 2021 con un incremento interanual de 38,1%, muy por debajo de la inflación del año, cercana al 50%.
Así, esta opción de financiación se ubicó en el cuarto lugar de preferencia para los consumidores argentinos, luego de los créditos prendarios, personales y comerciales, según se desprende del último informe de la consultora First Capital Group.
Al analizar diciembre de 2021 en particular, surge que las operaciones con tarjetas de crédito registraron un saldo de $1.264.625 billón, lo cual significa un aumento de 3,2% respecto al cierre del mes pasado -unos $38.766 millones por encima de noviembre- y también por debajo de la inflación esperada, siendo el quinto mes consecutivo con variación positiva en términos nominales.
"Nos encontramos con un diciembre particularmente flojo para el endeudamiento del público con dinero plástico, las limitaciones y dificultades para utilizar cuotas en los servicios turísticos, impidieron una expansión de este segmento a pesar del mayor volumen que alcanzaron las compras navideñas", aseguró Guillermo Barbero, socio de First Capital.
Por su parte, el consumo con tarjetas de crédito en dólares registró una suba interanual del 58,7%, aunque con un comportamiento mensual irregular: en diciembre, las operaciones disminuyeron un 22,3% respecto al mes anterior.
"Aquí se aprecia la influencia que ha tenido la disposición que prohibió el uso de cuotas para servicios turísticos en dólares, además el recrudecimiento de los contagios puso un freno inesperado a los viajes entre países y en consecuencia bajan las operaciones en moneda extranjera con tarjetas de crédito", evaluó Barbero.
Tarjetas de crédito: se dispara la morosidad
La irregularidad en los pagos de las tarjetas de crédito de las familias se disparó un 167% en el último año como consecuencia de la caída de los ingresos y de la situación de crisis económica que afecta a los hogares.Los problemas se profundizaron con el Covid-19.
La irregularidad entre los tenedores de tarjetas pasó del 1,8% del total en agosto de 2020 al 4,8% en el mismo mes de 2021. Actualmente, hay unas 396.000 tarjetas con distintos niveles de irregularidad en los pagos. Un fenómeno parecido ocurrió en el caso de los préstamos personales, que pasó de 4,7% a 7,2%.
El caso de los créditos hipotecarios emitidos en Unidades de Valor Adquisitivo (UVA) –que ajustan mes a mes por inflación, tanto las cuotas como el capital adeudado– pasó del 0,8% al 1,4%. Y el único sector que va a contramano es el de los prendarios, que bajó de 4,2% a 3,9%.
Los números son lapidarios: en Argentina hay 13,4 millones de personas que tienen algún tipo de deuda con los bancos.
Los datos que se desprenden del Informe sobre Bancos del Banco Central indican que en agosto la irregularidad de las financiaciones a las familias se ubicó en 5,1%. Este fenómeno ha venido creciendo en forma sostenida desde febrero, cuando estaba por debajo del 2%.
Imposible llegar a fin de mes
Un estudio de la Defensoría del Pueblo porteña indicó que en septiembre el costo financiero total (CFT) promedio de los préstamos personales fue del 71% en los bancos públicos y del 122% en los bancos privados (algunos llegan al 148% anual). Para las tarjetas de crédito, los bancos públicos promediaron un CFT del 51%, mientras que los privados un 60%.
Un reciente relevamiento en 5.100 hogares de todo el país realizado por la Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales (Idaes) de la Universidad Nacional de San Martín, arrojó que el 70% de los hogares que solicitó préstamos desde que desembarcó la pandemia en el país lo hizo para, en parte, comprar alimentos y medicamentos.
A su vez, el 50% de los hogares también destinó parte del dinero a pagar impuestos, servicios y expensas y el 32% lo hizo para pagar el alquiler. La mitad de los hogares dijo, asimismo, que usó una parte del crédito para abonar deudas de fiado y otros prestamos no bancarios (parientes y amigos, por ejemplo). Y un 45% dijo que hizo lo mismo, pero para abonar deudas con la tarjeta de crédito.
Imposible ser sujeto de crédito
Ser sujeto crédito significa que una persona (humana o jurídica) cumple con ciertas condiciones que exigen los bancos o financieras para otorgarle un préstamo. En el país, producto de la delicada situación económica, hay cada vez menos.
En Argentina existen 22.682.882 de personas con tarjetas de débito. Pero sólo 4.800.121 son titulares de tarjetas de crédito, que en sus manos tienen 8.245.654 plásticos, según información oficial. Eso muestra una enorme concentración del financiamiento de los consumos básicos.
En diciembre de 2018, poco después del estallido de la crisis financiera y económica del país, en el país había 6.249.365 de personas que tenían tarjetas de crédito. Desde entonces, casi un millón y medio de personas dieron de baja el plástico o se les canceló por deudas.
La mayor caída de personas consideradas "sujetos de crédito" por los bancos se dio a partir del desembarco de la pandemia de Covid-19. Unas 991.913 personas perdieron sus tarjetas de crédito. Sin embargo, la cantidad de plásticos en el mercado aumentó 7%, lo que también da cuenta de una mayor concentración.
El relevamiento del Idaes muestra que el uso de tarjetas de crédito (30% total de la muestra) crece en los hogares con mayores niveles de ingresos. E indica que la solicitud de créditos en financieras no bancarias ronda el 25% del total de la muestra, crece en hogares con bajos ingresos, con presencia de menores y en mayor medida con jefatura masculina antes que femenina.
Datos del Banco Central, en tanto, indican que en los últimos casi cuatro años, la cantidad de tarjetas de débito aumentó 20% y alcanzó los 22.682.882 plásticos. De las nuevas 3,7 millones de tarjetas, 2,6 millones fueron emitidos para la ayuda social por parte del Estado nacional. Otro indicador sobre la crisis.
Otros datos del Informe Monetario Diario del Banco Central indican que el stock de deuda con las tarjetas de crédito alcanzó el 15 de noviembre (último dato disponible) los 1,08 billones de pesos, por lo que se incrementó 40% en los últimos 12 meses. En términos reales hubo una caída, dado que la inflación del período fue del 52,1%.