Dos años de Guzmán: canje de deuda pobre, inflación, falta de acuerdo con el FMI y un Presupuesto 2022 que habrá que modificar
Para prever como podrán ser los próximos días, meses o años de Martín Guzmán al frente de la economía argentina, debemos tratar de responder algunas preguntas sobre el pasado.
El problema para Guzmán es que, al parecer, ha comenzado a anclar las expectativas de un futuro mejor en si se produce un rápido acuerdo con el FMI, tal como lo hizo anteriormente con la reestructuración de la deuda privada. El mayor daño a la gestión de Guzmán fue su enfrentamiento político dentro del Gobierno, en particular con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, por la reducción de los subsidios a las tarifas de electricidad y gas y también por la renegociación de la deuda con el FMI.
Resultados negativos y errores de Guzmán
Los dos años recientes muestran resultados bastante negativos.
- En primer lugar, un canje de deuda con los bonistas privados que llegó porque tenía que llegar y Guzmán debió modificar tres veces la es propuesta para convencer a los acreedores privados.
- En segundo término, una tasa de inflación que es más alta que cuando el ministro llegó al Gobierno el 10 de diciembre del 2019, más allá de la baja del 2020 por efecto de la pandemia.
- El tercer punto es una renegociación errática con el FMI, que comenzó en septiembre del 2020 luego del canje de la deuda y todavía no está definida.
Entre los grandes errores de Guzmán podemos señalar el poder de subestimación que tiene el ministro de las proyecciones económicas, su optimismo infundado sobre el futuro de la economía argentina –como ocurrió con el canje de deuda de septiembre pasado– y su grave error de considerar a la inflación como un fenómeno multicausal y no como un problema estrictamente monetario. En este último caso, las pruebas están a la vista. La proyección del nivel de precios para este año, que arrancó en 29%, luego fue modificada al 45%, pero superaría el 50 por ciento.
Para 2022, las proyecciones de inflación en el presupuesto son del 33%, mientras que para los analistas repetirá otro 50 por ciento. De acuerdo a los rumores que salen de Wall Street, entre varias cosas el staff del FMI pide sincerar la tasa de inflación para el año que viene, por lo que probablemente deberá modificar las proyecciones del Proyecto de Presupuesto 2022. En particular, la tasa de inflación, el total de los subsidios en gas y luz y el financiamiento del déficit fiscal.
Guzmán y su Presupuesto, ante el Congreso
El lunes próximo, Guzmán se presentará en el Congreso de la Nación para lograr la aprobación de la llamada ley de leyes luego de haber recibido el Ok de los principales dirigentes del Frente de Todos para avanzar en el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. De acuerdo con lo que pudo saber iProfesional, Guzmán se presentará a las 11 horas en un plenario de la Cámara de Diputados, que comenzará a debatir el proyecto que debería marcar las pautas económicas del año próximo, aunque pocas veces eso se ha cumplido.
Guzmán irá al Congreso con un importante apoyo del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Masa. El lunes pasado, Guzmán fue recibido por el tigrense en su despacho. También estuvieron el presidente de la Comisión de Presupuesto, Carlos Heller; el presidente del bloque oficialista en Diputados, Máximo Kirchner; su par del Senado, José Mayans, y la senadora por Mendoza Anabel Fernández Sagasti.
"Si algo acercó las posiciones dentro del oficialismo en torno del acuerdo con el FMI, no fue tanto la comunión de ideas sino el temor a un escenario financiero más complejo, luego del salto cambiario y de la importante salida de depósitos minoristas de las últimas semanas", afirmó al salir uno de los asistentes a la reunión.
En el encuentro, el ministro mostró los nuevos lineamientos del Proyecto de Presupuesto 2022 y también el plan de 5 años, plurianual, que solicitaron los funcionarios del FMI Julie Kozack y Luis Cubeddu a los negociadores argentinos que viajaron la semana pasada a Washington y estarán este fin de semana de vuelta en la Argentina.
La sorpresa es que, para aumentar los ingresos como solicita el FMI, podría ser que en 2022 se prorrogue el llamado Impuesto a la Riqueza, que solo se iba a cobrar este año y por el cual se recaudaron unos 220.000 millones de pesos.
El consenso de los economistas, según el Relevamiento de Expectativas de Mercado que realiza mensualmente el BCRA, es que la economía el año próximo crecerá en torno al 2,5%, un número muy lejano lejos al 4,4% que estimó Guzmán en el Presupuesto.
FMI: un acuerdo con "todavía mucho por hacer"
Con respecto al futuro acuerdo, tal como lo expresó días atrás la Directora Gerente del FMI Kristalina Georgieva, "todavía queda mucho por hacer". Además, este viernes el Fondo dijo que hubo avances pero advirtió que hace falta un "marco de políticas" sustentables para concretarlo. Por lo tanto, al nuevo pacto todavía le restan muchos días para que se cierre y parece difícil que sea antes de fin de año, como le habría prometido Guzmán al Gobierno.
El propio encargado de la administración de Joe Biden para la región, Juan González, se expresó recientemente en este sentido en el seminario de Eurasia Group. "El funcionario manifestó que, si el Gobierno presenta un programa, tendrá apoyo". Todavía no se sabe si esta postura diplomática es compartida por el actor más relevante en Washington en esta materia, el Departamento del Tesoro que conduce Janet Yellen.
Los vencimientos con el FMI hasta el 31 de marzo del año que viene son importantes. El próximo 22 de diciembre se podrán pagar unos u$s1.900 millones con los Derechos Especiales de Giro (DEGs) que recibió el país del organismo multilateral en agosto último. Pero luego habrá que usar reservas internacionales líquidas del BCRA para pagar.
La urgencia por lograr un entendimiento con el FMI se relaciona con la acumulación de vencimientos con el organismo internacional en los próximos meses, con reservas líquidas netas que siguen bajando. Entre diciembre y marzo se vienen vencimientos con el FMI por u$s5.868 millones mientras que se calcula que el BCRA cuenta como máximo con unos 4.500 millones de dólares de reservas netas.
Cerca de Guzmán consideran que el nuevo acuerdo se podría cerrar antes de fin de este año. Además, creen que, como los activos argentinos, bonos y acciones, están muy baratos, solo con tranquilizar la economía un poco será suficiente para sostener el rebote de la actividad de este año y el próximo. Los analistas del mercado financiero consultados por iProfesional coinciden que los activos están baratos, pero si no se cierra un nuevo acuerdo con el Fondo antes de marzo del 2022, podrían estar más baratos.
Esta semana, el ministro manifestó que "la fuerte desvalorización de los bonos argentinos –incluso de aquellos posteriores a la reestructuración de la deuda privada en dólares del año pasado– no reflejan la realidad de la recuperación de actividad en el último año ni la capacidad del aparato productivo nacional para generar divisas. Guzmán contestó a las quejas de los bonistas que ingresaron en el canje de deuda de septiembre pasado pensando que mejoraría las rentabilidades de los bonos, pero muy por el contrario, las mismas, pese a la recuperación es estos últimos días, están muy por debajo de sus expectativas.
Entre las causas de la caída de los precios de esos bonos estuvieron las intervenciones del BCRA en el mercado del Dólar Contado Con Liquidez. La autoridad monetaria no solo derrumbó el precio de esos bonos, sino que además perdió unos 3.000 millones de sus reservas intencionales líquidas por sus intervenciones para bajar el precio de la divisa que hoy es más cara que cuando comenzó sus intervenciones en octubre del año pasado.
Con respecto a la deuda, Guzmán dijo: "Vemos una economía que va por dos carriles: por un lado, uno que va por la economía real con fuerte progreso". Y agregó: "Por otro lado, una economía financiera que no refleja la realidad que se está viviendo en términos de la recuperación económica de la Argentina, con precios de los bonos que no reflejan de modo alguno la capacidad de la economía argentina de generar ingresos en divisas". El problema es que la economía del país, como consecuencia del cepo, genera más salida que entrada de dólares.
Acerca de la renegociación con el FMI, manifestó que "hay desafíos en el campo financiero para ir resolviendo. El principal es la posibilidad de refinanciar la deuda que la Argentina tiene con el FMI".
"Estamos trabajando para poder alcanzar un acuerdo que nos permita seguir en la senda de la recuperación, con todo el esquema de políticas públicas que está funcionando y le está permitiendo a la economía resolver sus problemas fundamentales, y al mismo tiempo nos permita refinanciar esas deudas", añadió el ministro.
La cuestión de los "sobrecargos"
El Gobierno se muestra inflexible en un punto que no está relacionado con el programa en sí, sino con las condiciones que impone el organismo. El sobrecargo de tasas aparece hoy como un tema innegociable más allá de lo que diga Guzmán. Es una tasa adicional que cobra el FMI por refinanciar a países que recibieron un préstamo que excede lo que le corresponde por su cuota.
Todavía se discuten los "sobrecargos" que le cobraría el organismo a la Argentina por refinanciar a diez años. Guzmán aseguró en privado que el acuerdo no se cierra por la propia burocracia del FMI. De acuerdo al estatuto del FMI, la tasa de sus préstamos aumenta en un adicional de 2 puntos porcentuales si el financiamiento excede el 187,5% de la cuota, que claramente es el caso argentino. Pero, además, se cobra un punto porcentual adicional cuando el crédito se extiende por más de 51 meses, que también impacta en la Argentina, teniendo en cuenta que se negocia un plan a 10 años.
Por lo tanto, la refinanciación que se negocia con el FMI no es a una tasa de interés de 4% o 4,5% anual. Podría subir hasta el 7% anual en dólares. Guzmán quiere llevar la discusión hasta las últimas consecuencias, pero podría incurrir en un error si eso resulta en un freno a la renegociación.
Fuentes del mercado financiero consideran que lo más probable es que, finalmente, el staff técnico del FMI apruebe la propuesta argentina en enero, con el consiguiente tratamiento del acuerdo por parte del staff en febrero y el nuevo acuerdo se podría enviar en marzo al Congreso de la Nación. El eventual incumplimiento de los compromisos no llevaría inmediatamente a que el FMI declare en default a la Argentina, y menos si se encuentran encaminadas las conversaciones. En todo caso, se entraría en una situación de "arreas" (atrasos) en los pagos.
Entre los efectos secundarios inmediatos que existirán por no pagar hay que destacar que las tres principales agencias de calificación de deudas soberanas como Moody’s, Standard & Poor’s y Fitch no consideran que incumplir los plazos con el FMI se pueda considerar default, porque reservan ese término para los acreedores privados. No obstante, en ese escenario bajarán la nota crediticia del país a nivel de bono basura, al considerar que es un país con un alto riesgo de impago.