20 años de Riesgo País argentino: cómo evolucionó el indicador desde 2001 y cómo se ubica el país en el ranking mundial
En el marco de una crisis, siempre el Riesgo País (RP) es uno de los indicadores que refleja cuánta incertidumbre tiene una nación. Para otros, es el termómetro del contexto político/económico por el que atraviesa un país para los inversores.
El RP se mide a través del índice EMBI (Emerging Markets Bonds Index o Indicador de Bonos de Mercados Emergentes), que es elaborado por el Banco JP Morgan y busca comparar el rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos (considerado libres de riesgo y seguros) con los emitidos por países subdesarrollados.
En cuanto a la Argentina, su evolución con el indicador es muy errática en el tiempo. Si tomamos el período 2000-2021, podemos notar que el nivel más alto fue de 7.222 puntos el 7 de agosto del 2002, durante la gestión presidencial de Eduardo Duhalde. Se llegó a ese récord a partir del mega-default anunciado por el ex presidente Adolfo Rodríguez Saá en un contexto de la salida de la convertibilidad, devaluación, pesificación de los depósitos y más de 40% de pobreza.
El punto más bajo, corresponde a un valor de 184 puntos que sucedió el 26 de enero del 2007, en la presidencia de Néstor Kirchner, en un escenario impulsado por una excelente performance de nuestros commodities (nivel de precios altos en el sector cerealereo y oleaginoso) y un ciclo sostenido de expansión mundial.
Abajo podemos observar la misma dinámica que mostramos en el primer gráfico, pero detallada por períodos presidenciales, lo cual nos permite observar los niveles de riesgo país más altos y bajos por las diferentes gestiones. En resumen, este cuadro muestra que, en todas las etapas de la política económica argentina, hubo en una constante y sostenida inestabilidad.
Nuestro país fue considerado como un "defaulteador serial", debido que se encuentra siempre fluctuando entre la inestabilidad política, fuertes recesiones y expectativas de una falta de credibilidad incesante. En datos, podemos decir que el Riesgo País promedio durante el período 2000-2021 es de 1614,14 puntos. Es decir, en 20 años, en promedio, tuvimos una sobre tasa de 16,14%.
Ahora, para entender mejor la importancia del RP, vamos a tomar el ejemplo de una empresa que desea hacer una inversión de u$s100.000 en maquinarias agrícolas o equipos informáticos (bienes de capital) y busca invertirlos en Estados Unidos. Este país le ofrecerá una rentabilidad de 5% en un año con bajo riesgo, mientras que Argentina le puede ofrecer el mismo 5% pero con riesgo medio de pérdida. Por tanto, este inversor se inclinaría a llevar su dinero a EE.UU.
En consecuencia, Argentina debe ofrecer mayor rentabilidad, es decir un 5% (rentabilidad segura) sumado a un 17,71% (riesgo país 1.771 puntos). Por tanto, el empresario puede comparar entre elegir una inversión segura de un 5% o correr el riesgo de impago a cambio de más del doble de rentabilidad.
Podemos hacer el mismo ejercicio para otros países. Por ejemplo, Perú ofrece una sobretasa de 1,85%, Chile 1,62%, Uruguay 1,45% o Brasil 3,24%. Es decir que si invierto estos mismos u$s100.000 dólares en estos países, aparte de su rentabilidad, cada país brindará una prima adicional de entre 1% y 3% por el riesgo de invertir, mientras que nuestro país debe ofrecer más de 17 % para compensar el riesgo de invertir en Argentina.
Invertir en bienes de capitales en nuestro país es complejo, ya que las empresas que se encuentran en suelo argentino conviven con niveles de RP altos y más aun si se quiere comenzar una inversión mediante financiación crediticia.
Como no hay seguridad sobre el retorno de la rentabilidad de la inversión, el Gobierno lanza líneas de créditos con tasas subsidiadas, plazos para pagos bastante largos y períodos de gracia para amortizar el capital. Esto sin duda, solo es un "parche" insuficiente para los privados, ya que la devolución de la financiación dependerá de la rentabilidad de la empresa y esto sigue atado a alas condiciones económicas que siguen sin resolverse en el tiempo.
Para observar la magnitud del problema de Argentina, es necesario compararnos con otros países de Latinoamérica en donde el ranking de países con mayor RP nos muestra en el 2do lugar con 1771 puntos, mientras que el 1er lugar lo obtiene Venezuela con 33.352 puntos y en tercer puesto El Salvador con 1334 puntos; frente a estos números las personas antes de colocar capitales en estos países deberán poner en balanza el riesgo de invertir y la rentabilidad de la inversión.
Ahora, si vamos a nivel mundial, podemos observar el top 10 de países con mayor nivel de riesgo país, en donde nuestro país se encuentra en segundo lugar, y solo superado por Venezuela, en donde actualmente hay una dictadura, y por debajo de países como Ecuador con 877, Egipto con 722, e India con 673, en donde los indicadores de vida se encuentran por debajo de la media mundial.
Es decir, la posición de Argentina es tan endeble que el mercado castiga con una prima de riesgo tan alta, debido al gran nivel de desconfianza no solo de las medidas económicas sino de los mismos policy makers y su capacidad de generar estabilidad al país. Vale la pena recordar que el promedio general del RP Global se encuentra cerca de los 344 puntos para todos los países a nivel mundial y superar este nivel hace referencia que el país se encuentra posicionándose en niveles globales críticos.
Este recorrido, por todos los RP, tanto en Latinoamérica como en el mundo,nos permite intuir que nuestro país se encuentra viviendo una situación totalmente anormal en comparación con los demás países en el mundo, ya que fluctuar por sobre los 1700 puntos alerta tanto al sector público como el privado, que la capacidad de financiamiento del país pende de un hilo muy delgado y que la posibilidad de un desplome de la economía se vuelve cada vez más real a medida que pasa el tiempo.
Recordemos que estamos viendo el RP más alto desde septiembre del 2020, cuando el país reestructuró la deuda con los acreedores privados por más de u$s100.000 millones de dólares, en donde el Gobierno alcanzó la adhesión de más del 90% de los acreedores y así evitó un default seguro. Pero esto habría sido insuficiente para mejorar las expectativas en el mercado, porque el riesgo país en lugar de retroceder por cierta "pax", creció en más de 700 puntos en el tiempo. Esto estaría demostrando que la debilidad macroeconómica en conjunto con medidas políticas desafortunadas anularon cualquier efecto positivo del canje de la deuda.
Todos estos aumentos del RP siempre se encontrarán "atados" a la performance económica, es por ello que si el Gobierno quiere detener la curva ascendente deberá ajustar variables como la emisión monetaria generadora de déficit fiscal que anticipa problemas inflacionarios, acortar la brecha cambiaria del oficial con el paralelo y recuperar el nivel de reservas del BCRA que permita mantener cierta solidez en la autoridad monetaria.
Esta más que claro que las medidas antes presentadas va a depender en gran parte del acuerdo con el FMI (recordemos que las líneas de financiación del estado están virtualmente cerradas por parte del Fondo, pero aun así nuevas líneas se abrieron como la del BID y Banco Mundial). Y a medida que más demore este, la expectativa de riesgo en el país no encuentra techo y es cada vez más latente, porque como se demostró, ya no alcanza con un anuncio de un "Plan plurianual", debido que estamos en el punto que ya no son suficiente palabras, sino que el país necesita hechos que indiquen que vamos a un sendero de ordenamiento fiscal y monetario.