La sorpresa que prepara Guzmán en el proyecto de Presupuesto 2022 que llevará al Congreso
En los acuerdos que el FMI cierra con sus países miembros por lo general arma una especie de matriz fiscal que combina subas anuales de ingresos y gastos. Seguramente pedirá que los ingresos suban más rápido que el gasto primario en 2022, de forma tal que el déficit primario se reduzca en términos nominales contra los casi 1,5 billones de pesos que mostrara el 2021 y tal vez busque con una especie de zona confortable llegar a un billón de pesos de déficit primario.
Para mejorar los ingresos dentro del Gobierno no descartan que Guzmán proponga en el Proyecto de Presupuesto 2022 mantener el Impuesto a la Riqueza.
Es una ley que el kirchnerismo logró sancionar en el Congreso el año pasado a pesar de la resistencia de un sector de la oposición liderado por Juntos por el Cambio. Las autoridades nacionales esperaban recaudar unos $300.000 millones pero hasta el presente la AFIP informó que unos 10.000 contribuyentes abonaron el Aporte solidario y Extraordinario de las Grandes Fortunas. Esta cifra representa al 80% de los alcanzados por este tributo y generó ingresos por unos $230.000 millones.
Esta normativa fue aprobada por el Senado el 4 de diciembre del 2020 y fue oficializada el 18 de diciembre de ese mismo año a través del Decreto 1024/2020. La 27.605 estableció el llamado Aporte Extraordinario sobre Grandes Fortunas, conocido como impuesto a la riqueza, para paliar los efectos económicos de la pandemia de coronavirus.
Se sabe que los técnicos del FMI le solicitarán a la Argentina que el déficit fiscal primario no se podrá seguir financiando con emisión monetaria, como en 2020 y 2021. En este caso, se impondría una política monetaria más restrictiva, con una suba de tasas de interés que a larga sean positivas con respecto a la inflación que tendrán consecuencias negativas sobre el crédito y la actividad económica.
Como es probable que el FMI no acepte que un eventual ajuste y el consecuente menor financiamiento monetario del BCRA para el Tesoro quede supeditado exclusivamente a una promesa de mayor recaudación producto de un hipotético crecimiento económico en el equipo económico se esperanzan con una nueva aplicación del Impuesto a la Riqueza para el 2022.
La medida entró en vigencia a comienzos de este año y prevé el cobro por única vez de una tasa de 2% a los patrimonios de las personas físicas que hayan declarado más de 200 millones de pesos. De esta manera, estarán obligados a pagar casi 12.000 contribuyentes.
La novedad es que el Gobierno podría modificar la ley y cambiar el texto única vez para que el impuesto se pague en el próximo año. Es una de las únicas alternativas que tiene el equipo económico para poder aumentar los ingresos que es uno de los pedidos del FMI para mejorar las cuentas fiscales.
El último impuesto prometido por una única vez fue el llamado impuesto al cheque anunciado por Domingo Felipe Cavallo como ministro de Economía durante el agónico final del gobierno de Fernando de la Rúa hace 20 años. Era necesario otro gravamen de emergencia, esta vez sobre las transacciones bancarias, conocido como el "impuesto al cheque". Había que contener la crisis política y económica. Se disponía fecha de finalización el 31 de diciembre de 2002 pero sigue vigente.
El Impuesto a la Riqueza alcanza a las personas físicas residentes en el país, por la totalidad de sus bienes en la Argentina y en el exterior, y que el impuesto no tiene un mínimo no imponible. La norma también alcanza a "aquellas personas humanas de nacionalidad argentina cuyo domicilio o residencia se encuentre en jurisdicciones no cooperantes o jurisdicciones de baja o nula tributación, en los términos de los artículos 19 y 20 de la Ley de Impuesto a las Ganancias", que serán consideradas sujetos residentes a los efectos de este aporte. En tanto, los que vivan en el exterior, en tanto, pagarán por la totalidad de sus bienes situados en el país.
La ley indica que la tasa se elevará al 2,25% para las fortunas que se encuentren en el rango entre los $300 y los $400 millones; será de 2,50% para aquellos que tengan entre $400 y $600 millones; y de 2,75%, para aquellos patrimonios entre $600 y $800 millones.
Asimismo, el aporte será de un 3% en el caso de las fortunas entre los $800 y $1.500 millones y se incrementará al 3,25% para quienes tengan entre $1.500 y $3.000 millones. Por último, a quienes tengan bienes que superen este último valor les cobrará un 3,5%. Según la AFIP, en la Argentina hay 380 personas físicas que están en esa situación, cuyos aportes representarán el 55% del total de lo recaudado por el nuevo tributo.
Para aquella parte del patrimonio que se encuentre fuera del país, las alícuotas tendrán una penalidad del 50%, es decir, el mínimo es de 3% y el máximo de 5,25%. Asimismo, si hay una repatriación de al menos el 30% de las tenencias declaradas en el exterior en los 60 días posteriores a la promulgación de la ley, ese diferencial de 50% se elimina y, además, se pagará por la totalidad de sus bienes como estuvieran en el país.
De acuerdo a lo que dice la ley, lo recaudado por este impuesto será destinado en un 25% a programas de exploración, desarrollo y producción de gas natural (poco más de $75.000 millones); un 20% ($60.000 millones) a comprar equipamientos de salud para atender la pandemia; un 20% (60.000 millones de pesos) a apoyar a pymes con subsidios y créditos; un 20% (60.000 millones de pesos) para financiar un relanzamiento del plan de las becas Progresar destinado a jóvenes estudiantes; y 45.000 millones de pesos (un 15%) para urbanizar barrios populares en donde serán contratadas cooperativas de los vecinos de cada barrio.
El 20% cayó en incumplimiento o inició un reclamo por la vía judicial para evitar hacer el pago, pero luego de seis meses, en octubre pasado después del vencimiento del Impuesto a la Riqueza, la AFIP comenzó con las ejecuciones fiscales a los contribuyentes que declararon un patrimonio mayor a los $200 millones, pero no pagaron el Aporte Solidario y Extraordinario, más conocido como Impuesto a la Riqueza.
La Argentina está catalogada como uno de los países en los que más impuestos pagan las empresas.
"En la Argentina por cada $100 de utilidades, las empresas pagan $106. El promedio de la OCDE es $45. El impuesto a las grandes fortunas, que se superpone con Bienes Personales, generó varios amparos y alguno de ellos ya va camino a la Corte Suprema de Justicia; otros contribuyentes optaron por no pagar y esperar una determinación de oficio de la AFIP para recurrir luego al Tribunal Fiscal y a la Justicia ordinaria por la cuestión de fondo. Algunos que sí pagaron observan con atención la decisión de la Justicia y podrían optar por presentar más adelante una acción para reclamar por la posible confiscatoriedad de este tributo, sobre todo si se extendiera por otro ejercicio fiscal.
El organismo conducido por Mercedes Marcó del Pont avanzó en el proceso contra 88 contribuyentes con boletas de deuda que suman más de $1.200 millones. El fisco reclama el pago de esos montos en los tribunales, a través de acciones legales que fueron iniciadas por la DGI en los distintos juzgados del país.
Entre los contribuyentes objeto de los reclamos figuran grandes empresarios de la industria, banqueros, celebridades y jugadores de fútbol que indicaron en sus declaraciones juradas que tienen un patrimonio superior a los $200 millones, pero no hicieron el pago. En consecuencia, la AFIP inició los juicios de de ejecución fiscal. Aunque las ejecuciones fiscales y los embargos están suspendidos temporalmente en el marco de la pandemia, la AFIP hizo en mayo una excepción en el caso de quienes no abonaron el Impuesto a la Riqueza.
Hay que destacar que un sector de diputados y senadores del oficialismo más ligados a La Campora están de acuerdo que el próximo año se vuelva a cobrar ese impuesto. La novedad la dio la primera diputada electa del Frente de Todos Victoria Tolosa Paz quien durante su campaña manifestó que: "tiene que haber una presión más fuerte sobre las grandes empresas, grandes fortunas y grandes patrimonios para que paguen nuevamente el Impuesto a la riqueza".
Por su parte Sergio Palazzo, secretario general de la Asociación Bancaria, y cuarto diputado electo en la lista de candidatos a legisladores por la provincia de Buenos Aires, ha reiterado en varias oportunidades durante la campaña que el impuesto a la riqueza tendría que ser 15% con lo cual prácticamente en seis años el Estado le comería el patrimonio a cualquier persona que haya podido juntar un mínimo capital.
Este año algunos diputados del oficialismo como el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados, Carlos Heller, y el jefe de la bancada oficialista Máximo Kirchner intentaron introducir esa iniciativa en el Proyecto de Presupuesto 2022 presentado por el ministro Martín Guzmán. En tanto el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se opuso a incorporar ese impuesto en el nuevo proyecto de ley. La intención del oficialismo y de Guzman ahora sería sumar estos ingresos extraordinarios para cumplir con las metas fiscales y llegar más tranquilos a la discusión de un nuevo programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El 16 de septiembre pasado el ministro de Economía envió el Presupuesto 2022 al Congreso de la Nación. El mismo proyecta para ese año un crecimiento del PBI de 4%, una inflación de 33%, un rojo fiscal primario menor al de 2021, de 3,3% del producto bruto interno (el financiero llega a 4,9%), pero aún financiado en parte con emisión monetaria, un dólar mayorista que corra al mismo ritmo que los precios y un alza de tarifas segmentado.
El crecimiento estimado para 2021 es ahora del 10% mientras que el proyectado un año atrás era 5,5%), algo que tanto Guzmán como el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas ya habían anticipado. La inflación llegará a diciembre con un alza 45,1%, un meta macro de precios muy por encima del 29% calculado hace doce meses. El dólar cerrará el año que viene en $131,1 y el salario real con un alza de 4% (38,3% nominal).
El déficit primario sería en 2022 de 3,3%, este año se calculaba en 4,5%, pero terminará en 4%, pero tomando los derechos especiales de giro -DEG- del FMI "arriba de la línea. Para financiar el déficit se utilizarían 1,8 puntos del PBI en adelantos transitorios que son emisión monetaria del BCRA y por otra parte, el financiamiento en pesos llegará a 2 puntos del PBI.
El cierre de un nuevo acuerdo con el FMI y la solución al problema cambiario necesitan no solo de una modificación de varios aspectos de una macroeconomía muy desbalanceada sino también de una especie de paraguas político para poder amortiguar el efecto de un futuro ajuste de la economía que tendrá que llegar no más allá del 31 de marzo próximo y la aprobación del Proyecto de Presupuesto 2022 en el Congreso de la Nación es uno de los puntos más importantes.