La trastienda de la nueva grieta que pone en vilo al Gobierno: Guzmán, Kulfas y Manzur versus Feletti
Uno de los protagonistas pide que a esta "interna" no hay que medirla como la típica pulseada entre funcionarios por el poder. Es más que eso, explican. "Es una forma de entender la gestión", asegura la fuente.
Lo mismo, la virulencia del cruce llamó la atención en el resto del gabinete económico. Fue cuando el ministro Matías Kulfas desautorizó a Roberto Feletti, quien había adelantado públicamente que el Gobierno elevaría las retenciones a las exportaciones de carne.
"Feletti tuvo una actitud que no es la más indicada", indicó Kulfas, quien en el organigrama de Desarrollo Productivo está por encima del secretario de Comercio. "Esto de pensar en voz alta no es lo más apropiado", completó.
El freno impuesto por Kulfas se produce en medio de sucesivos aumentos en el precio de la carne, de hasta 30% en las carnicerías, después de alzas en el mercado de Hacienda de Liniers.
Se sabe: para el kirchnerismo, el precio de la carne es una variable clave de la economía. De hecho, a mitad de este año, fue la propia Cristina Kirchner quien reclamó el bloqueo de las exportaciones, como forma de presionar hacia una baja en los precios.
Desde entonces corrió mucha agua bajo el puente. El Gobierno perdió por "catástrofe" las Primarias del 12 de septiembre, hubo carta de Cristina, cambio de gabinete y replanteo político.
Julián Domínguez entró como ministro de Agricultura con la condición de que debía levantarse la prohibición a las exportaciones, algo que se fue concretando en forma gradual. Habrá más anuncios en los próximos días.
El propio Kulfas piensa en una línea parecida. El economista cree que la clave para pelearle a la inflación pasa por sumar dólares en las reservas y así -una vez logrado el objetivo- evitar las restricciones comerciales y cambiarias.
Hay algo en lo que coinciden Kulfas y Domínguez: la estabilización y el crecimiento económico llegarán de la mano de mayores exportaciones, y por lo tanto no hay que interceder en ese camino.
Juan Manzur es clave en este armado. El jefe de Gabinete también cree que la clave para salir de la actual trampa económica es a través de las señales muy claras a los mercados (no sólo al financiero) y a los empresarios.
Manzur interpreta en este polo de poder a las voces de los gobernadores, que no quieren ni siquiera escuchar sobre posibles restricciones a las exportaciones y prefieren mostrarse consustanciados con los productores rurales.
Martín Guzmán también juega en tándem con Manzur, Domínguez y Kulfas. El ministro de Economía cree en los acuerdos de precios, como una herramienta válida para mejorar las expectativas.
"Es necesario que el sector público y privado construyan acuerdos que permitan tener un ancla más para la formación de expectativas", definió Guzmán en las últimas horas.
Para Guzmán, una cosa son los acuerdos sellados en consenso con los distintos actores de un determinado sector, y otra cosa bien diferente es tomar medidas de manera unilateral, que terminen haciendo más daño que el efecto positivo buscado.
Ninguno de los ministros está a favor de mostrar "mano dura" ante los productores.
Están convencidos -y de hecho así lo hablan entre ellos- que a la administración de Alberto Fernándeza "le hace falta peronismo. Peronismo y más gestión", deducen.
Por "peronismo", la fuente consultada por iProfesional define "pragmatismo". Algo que no debería chocar con el ala kirchnerista del gobierno. Pero claramente sí con la visión de que "lo mejor es ir al choque en forma permanente".
Es lo que planteó el secretario de Comercio, desde el mismo momento en que asumió, hace un mes. Feletti llegó al gobierno, también, después de las PASO y tras la debilitada gestión de su predecesora, Paula Español.
El funcionario planteó rápidamente una canasta de 1.234 productos a precios congelados hasta la primera semana de enero de 2022. La canasta puede conseguirse en los grandes supermercados, pero no así en los autoservicios y almacenes de barrio.
El segundo golpe a la gestión llegó la semana pasada con los fuertes aumentos en la carne. Fue la primera vez desde la asunción que Feletti encontró resistencia en la interna oficial.
La discusión, ahora pública, entre los funcionarios da cuenta de la enorme preocupación por el descontrol de los precios. La inflación ya superó todos los pronósticos tanto oficiales como de las consultoras privadas. Sólo recordar que Guzmán había previsto un tímido 29% para todo el año. A poco estará de una duplicación de ese estimativo.
La tendencia en los alimentos empeora el cuadro. Porque los aumentos no son sólo exclusivos de los "frescos" (carne, pollo, lácteos).
Las subas también involucran a los productos del rubro "almacén" que no forman parte de la pequeña canasta de 1.234 precios congelados. Los supermercados venden alrededor de 70.000 artículos.
Como ya publicó iProfesional, las principales fábricas de alimentos anunciaron a sus clientes aumentos en los precios -de hasta 9%- de distintos productos que integran la canasta básica.
La lista incluye aceites, arroz, pastas frescas y secas, harinas, café, yerba, rebozadores y aderezos. También hay aumentos de gaseosas de primeras marcas y también de cervezas. En este rubro, de hasta 16%.
En aceites, arroz, yerba, productos congelados y aderezos, las subas promedian el 9%. En fideos y pastas, el 8%. Café, el 6% y los vinos, el 7% en promedio.
Todos estos movimientos le pondrán más presión a la inflación en los alimentos. Así lo están detectando las consultoras que, semanalmente miden la temperatura de los precios en supermercados y autoservicios.
De hecho, la consultora Eco Go -manejada por la economista Marina Dal Pogetto- estima que la inflación de alimentos trepará al 3,9% este mes, prácticamente un punto por encima del mes pasado.
Según Eco Go, la inflación de este mes se ubicaría en torno al 3% (nueve décimas por debajo de los alimentos).