La inversión inmobiliaria preferida de los argentinos: hoy es la opción más rentable y accesible
En un contexto económico recesivo, y con las elecciones a la vuelta de la esquina, los valores de las propiedades se siguen acomodando hacia la baja. En la Argentina, sin embargo, los inversores están acostumbrados a mover capital incluso en escenarios de incertidumbre, y hasta los ahorristas saben que en toda crisis surgen oportunidades que hay que aprovechar. Y para todos ellos los ladrillos siguen siendo un resguardo de valor.
¿Pero qué tipo de operaciones prefieren? "Luego del resurgimiento de la construcción post pandemia, el sector inmobiliario está haciendo sus mejores esfuerzos para reactivar las ventas con atractivos descuentos ante la sobreoferta de departamentos en stock", cuenta Solange Esseiva, propietaria de H54.
Las oportunidades aparecen en las obras de pozo. Esto se da porque mientras las unidades usadas bajaron el precio un 25% y los edificios ya terminados ajustaron sus valores, igualmente siguen manteniendo los precios en dólares, lo que hace que solo quienes tienen "billetes verdes" puedan pensar en estas inversiones. En cambio, los emprendimientos en obra ofrecen importantes descuentos para quienes abonen de contado, y en pesos. Lo que no solo facilita el pago, sino que asegura una dolarización a futuro.
"Un relevamiento que hicimos sostiene que en los primeros 10 meses del año, el 90% de las operaciones concretadas fueron departamentos desde pozo y la tipología más vendida fue la de 2 ambientes", resalta Esseiva.
Y agrega: "estamos en un momento inmejorable para este tipo de inversiones. El costo de la construcción sigue ayudando a pesar de los últimos repuntes. Hoy comprar desde pozo es una gran oportunidad y es algo que va a durar un tiempo más", aseveró la especialista.
Esto se da por algo que salta a simple vista: la falta de créditos hipotecarios que se contrarresta con el financiamiento directo que ofrecen los desarrolladores. Esto seduce a quienes no cuentan con todo el capital y apuestan a pagar en cuotas durante el tiempo que tarda en terminarse el edificio, que por lo general son entre 2 y 3 años.
Hay ofertas que son ideales para capitalizarse, asegura Esseiva. "Por ejemplo, en Palermo Hollywood se está construyendo el Edificio FR y en esta primera etapa se comercializan departamentos de dos ambientes por u$s1.800 el metro cuadrado. Esa misma unidad próxima mente tendrá un costo de u$s3000 el metro cuadrado. Esto equivale a una ganancia del 67% cuando finalice la obra", detalló la experta.
"Si bien la inversión en pozo requiere de una planificación mayor a largo plazo si se compara con la compra de una vivienda a estrenar o usada, vale destacar que actualmente la oferta en este segmento creció en cantidad y calidad y posee relativa estabilidad a diferencia de años anteriores", refleja la propietaria de H54.
Segunda oportunidad
Si el pozo es una oportunidad para inversores, las zonas emblemáticas de la ciudad también lo son. Y en este sentido el microcentro está en plena crisis, por lo que sus valores están en el mínimo histórico.
En la actualidad, allí se encuentran unidades de dos ambientes por tan solo u$s45.000, mientras que un edificio en bloque con aproximadamente 50 unidades tiene un valor que va de 1 a 2 millones de dólares.
¿Cuál es el valor agregado? Hoy este barrio está en el foco de la reconversión de la capital porteña, con obras arquitectónicas que conservan sus fachadas, pero se renuevan internamente.
"Esta situación abrió las puertas a una nueva posibilidad que puede volver a dar vida a la zona que se extiende desde Córdoba a Belgrano y Callao y convertirlo en un barrio con perfil más residencial, con una fisonomía muy distinta a la pre pandemia", comentó Matias Towers, director Comercial de Mudafy.
Hoy, el 63% del microcentro corresponde a oficinas: más de 600 parcelas de oficinas por cada kilómetro cuadrado, mientras que, el espacio de viviendas es del 20% con menos de 200 parcelas por cada kilómetro cuadrado. Pero en este contexto, la Secretaría de Desarrollo Urbano porteña, entiende que los más de 640 emprendimientos de oficinas enclavados en la zona delimitada pueden readaptarse como viviendas.