El cepo al dólar cumple dos años y siguen refozándolo: ¿hasta cuándo seguirán las trabas?
Las tensiones cambiarias, en plena cuenta regresiva hacia las elecciones legislativas, le insumirán más dólares al Banco Central. La estrategia oficial es que el tipo de cambio financiero (el contado con liquidación) le ponga tope al más libre del mercado, o sea el blue.
La premisa es "defender" un valor del dólar que usan empresas y grandes inversores para dolarizarse con la idea de que sea "testigo" y no termine golpeando los precios (inflación) y a la economía.
¿Cuánto le saldrá al Gobierno mantener el dólar en "raya"? Según cálculos de Fernando Marull, director de la consultora FMyA, el BCRA tendrá que gastar "al menos" u$s1.000 millones hasta el 14 de noviembre (elecciones legislativas) para contener el dólar.
"Con la llegada del segundo semestre, el agro baja el ritmo de ventas de dólares porque pasó la temporada alta y las reservas estarán presionadas", advierte Marull. "Por lo que nuestro escenario es más cepo o menor flexibilidad en importaciones en el dólar oficial", agrega.
Sn embargo, el cepo no podrá sostenerse de manera indefinida. Pero, ¿hay chances de desarmarlo en el corto o mediano plazo?
Desde Ecolatina señalan como factores positivos que "los dólares que necesita la economía real para funcionar hoy son menores que los que demandaba durante el cepo anterior. La actividad es menor, de modo que las importaciones también lo son, a la par que los salarios en dólares se derrumbaron 45% en relación con 2015, reduciendo la capacidad de ahorro y su poder de compra. Más aún, la mejora de las exportaciones y la disminución del turismo -al menos en el corto plazo- provocarán que la cuenta corriente sea superavitaria este año.
Sin embargo, advierten que "las aristas financieras revierten este superávit". Sucede que el sector público nacional está fuertemente endeudado "y requerirá de muchas divisas para el pago de obligaciones en los próximos años. Mientras que a fines de 2015 la deuda en moneda extranjera representaba dos años de exportaciones, al término de 2020 implicó casi cuatro".
"Para peor, mientras que a fines de 2015 había un total de vencimientos programados en dólares por u$s12.000 millones para el año siguiente, actualmente se espera que estos pagos superen los u$s31.000 millones en 2022. Y estas obligaciones deberán afrontarse sin acceso al mercado internacional de capitales, al menos mientras que el riesgo país siga en niveles tan elevados", agregan.
Como otro factor negativo, desde la consultora señalan que la ausencia de rendimientos reales positivos en pesos (únicamente alcanzables con plazos fijos UVA o instrumentos en CER, sin acceso masivo del público) y la perspectiva de que la inflación seguirá elevada en los próximos años "dificultan pensar en que la demanda de dólares por motivos de ahorro ceda".
Acto seguido, los analistas de Ecolatina recalcan un dato sumamente importante: liberar el acceso al mercado de cambios podría llevar al dólar a valores muy elevados.
"En conclusión, difícilmente las autoridades convaliden una devaluación contractiva cuando los dólares se requieren para el pago de la deuda. Por lo tanto, el control de cambios habría llegado para quedarse algunos años más", es el crudo diagnóstico de la consultora.
Preocupación por la "destrucción de la libertad cambiaria"
Respecto al cepo, también opinó el exdirector del Banco Central, Enrique Szewach, quien aseguró que "la CNV tomó una serie de medidas para restringir aún más los mercados libre del dólar" y explicó: "Cuando ponés una restricción la gente huye de los activos en pesos. Hoy queda el mercado libre entre privados en el mercado blanco y queda el mercado blue. Cuanto más restricciones ponés, más ponés ahí la demanda".
Para Szewach es un "clima general complicado", con "las tensiones en el mercado global por lo de Afganistán, porque China creció menos de lo esperado, porque está tomando cada vez más medidas contra las empresas e-commerce y empresas tecnológicas". Y continuó: "Si le sumás las complicaciones del mundo a las restricciones de Argentina probablemente tengas alguna respuesta en el mercado". Pese a esto, el economista aseguró que "el Banco Central tiene todavía instrumentos para intervenir".
"Estamos hablando de una tendencia a largo plazo, cuánto más destruís la libertad cambiaria en Argentina, menos chance de crecimiento y de inversión hay", concluyó.
¿Devaluación inminente pese al cepo?
"Todos los caminos conducen al dólar". Así sintetiza el escenario macroeconómico argentino el analista Salvador Di Stefano, quien ve una devaluación importante en el horizonte cercano del país.
Para el economista, el Gobierno podrá frenar el tipo de cambio oficial durante unos meses pero permitirá que la cotización escale rápidamente en 2022.
"Si el Gobierno quiere devaluar en un solo acto, y dejar el dólar quieto por un tiempo, debería devaluar un 50%. Si desea ajustar mensualmente, debería ir a una tasa de devaluación mensual que, como mínimo, supere entre 3% y 4% a la tasa de inflación", detalla.
Además, Di Stefano advierte que si el ministro Martín Guzmán no doma el desequilibrio fiscal, "los dólares alternativos están para una brecha superior al 100%". Hay que considerar que, actualmente, la brecha entre el dólar oficial mayoristas y el blue es del 87%.
"Por otro lado, la política, las fotitos, los videos y las elecciones ayudan a una dolarización acelerada de carteras. Ni hablar el endurecimiento del cepo, las menores exportaciones por la bajante del río Paraná y la caída del precio de la soja. Todos los caminos conducen al dólar", analiza.
El analista y consultor también pronostica que el problema de la inflación será difícil de resolver si no se atacan cuestiones estructurales. "Si no logramos tener equilibrio fiscal o dejar de financiarnos con emisión monetaria la inflación va a convivir con nosotros por mucho tiempo", afirma.
¿En qué mes será la devaluación?
Di Stefano ve que la administración de Alberto Fernández atrasa el dólar para lograr un efecto "ancla" en la economía. Y opina que si bien ayuda a contener la inflación, tiene efectos colaterales serios.
"El gobierno pisa el tipo de cambio y las tarifas", afirma y evalúa que las actuales "micro devaluaciones del 1,2% mensual" permiten anclar los precios pero alerta que "la economía no despega".
Y agrega: "En el año 2021 la inflación le ganaría en todos los meses a la tasa de devaluación, eso acumularía una brecha de precios que podría ir entre el 25% y 30%".
Por otra parte, el economista advierte que el Gobierno no tiene margen político para permitirse una devaluación durante este año. "Sería inoportuno hacerlo antes de las elecciones, ya que una devaluación del peso eleva en forma automática los precios de los alimentos de la canasta básica".
Además, explica que justo después de los comicios tampoco sería un buen momento: "Diciembre es un mes socialmente complicado. Si hay que llevar adelante una devaluación del peso contra el dólar oficial, los meses indicados son enero o febrero. El verano disimula muchos errores y, estacionalmente, siempre los ajustes cambiarios operaron en esos meses".