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La paradoja del mercado automotor: sube la demanda pero las ventas se recalculan a la baja

El efecto del abaratamiento de los autos medidos en dólar "blue" hizo que aumentara la demanda, pero los concesionarios no tienen modelos para ofrecer
06/08/2021 - 18:15hs
La paradoja del mercado automotor: sube la demanda pero las ventas se recalculan a la baja

Es uno de los datos más paradójicos de la economía actual en Argentina: la demanda de automóviles cero kilómetro está aumentando -por el atractivo que supone para los compradores el abaratamiento medido en "dólar blue"- pero las previsiones de las concesionarias, lejos de indicar una suba en las ventas, se está revisando a la baja.

A comienzos de año, en la Asociación de Concesionarias (Acara), se hacía una estimación de 450.000 patentamientos para este año, una cifra que si bien estaba lejos del promedio histórico, implicaba un incremento de 30% respecto del pandémico 2020.

Pero, con el correr de los meses, esa previsión se empezó a corregir a la baja: al término del primer semestre, si bien desde la agremiación de concesionarios destacaban la recuperación, ya se hablaba de 420.000 unidades.

En aquel momento, se difundió un informe en el que se señalaba que la compra de un auto del segmento "entry" -es decir, el más barato, de autos pequeños, que es el elegido por quienes compran un cero kilómetro por primera vez- implicaba la erogación de 19,3 salarios promedio.

La cifra era grande contra cualquier año de la última década, en especial contra el 2018, cuando el esfuerzo para comprar un auto había caído a un mínimo de 11,2 salarios.

Sin embargo, también hay otros elementos que influyen a la hora de la decisión, y no tienen que ver con el salario sino con la brecha cambiaria. El antecedente histórico más claro fue el del año 2013, que constituyó un récord histórico de venta de autos, cuando se superó la marca de un millón de patentamientos.

Era un año relativamente parecido al 2021, en el sentido de que había cepo cambiario, inflación en alza y que el Gobierno promovía lo que en ese momento se denominaba "fuga al consumo". Implicaba que quienes tenían ahorros, ante el riesgo de la erosión inflacionaria y la imposibilidad de comprar dólares, decidían comprar bienes. Claro, también estaban los que ya tenían dólares guardados y sacaban la cuenta de cómo se iban abaratando los autos si se los medía en términos de dólar blue, y eso fue un potenciador de las ventas.

Ocho años después, la brecha cambiaria sigue estando en el tapete y el precio de los autos vuelve a tornarse atractivo en la medida en que el blue se escapa. La caída salarial pone una cuota de cautela a las cifras, pero por el otro lado hay una masa de dólares "debajo del cohón" que el presidente del Banco Central, Miguel Pesce, cuantificó en u$s130.000 millones, aunque los economistas creen que la cifra real puede ser más del doble.

No fue de extrañar, por consiguiente, que la reciente suba del dólar blue disparase el interés de los argentinos por cambiar el auto. Los concesionarios hablan de un incremento de 50% en las consultas.

Una vez más, el efecto dólar: medidos al valor del
Una vez más, el efecto dólar: medidos al valor del "blue", los precios de los autos se tornan atractivos

Más demanda, menos ventas

A primera vista, podría pensarse que se trata de un escenario soñado para los empresarios del sector. Sin embargo, las ventas de julio terminaron con 32.000 unidades, por debajo de los 37.000 de junio. Y, lo que es peor, hay quejas por faltas de modelos de reposición.

En otras palabras, ante el incremento de la demanda, no se puede acompañar con una suba de la oferta -al menos en los segmentos más consultados, que son los de media y alta gama- porque la producción no está avanzando a la misma medida y hay trabas para la importación.

Ante esa situación, las concesionarias empezaron a liquidar su stock, en algunos casos con sobreprecios de hasta 15% respecto de los niveles previos a la suba del blue. Pero la falta de productos de reposición hizo que se empezara a generar la lista de espera.

La mayor incertidumbre está ligada a las dificultades para importar, dado que el Gobierno está extremando los controles, con el objetivo de garantizar el mantenimiento de las reservas del BCRA.

Es así que, en un momento en el que hay una suba de la demanda, los concesionarios recalculan sus ventas… a la baja. El último reporte de Acara ya habla de un nivel de ventas para todo el año en torno a los 400.000 autos (después de un cálculo inicial de 450.000).

"Es el momento de seguir fortaleciendo una producción acorde porque la pérdida de volumen pone en riesgo la rentabilidad del sector y trae aparejados consecuencias no deseadas", señaló señaló Rubén Beato, secretario general de la institución, en un mensaje para que los funcionarios del área económica decodifiquen: las "consecuencias no deseadas" son un posible incremento adicional en los precios, en la medida en que la producción no acompañe a la demanda.

Las concesionarias viven la paradoja de una mayor demanda con menos capacidad de responder
Las concesionarias viven la paradoja de una mayor demanda a la cual tienen menos capacidad de responder

Deterioro en comparación regional

La caída en las ventas de autos fue utilizada en un reciente estudio de la Fundación Mediterránea como un indicador de la decadencia de la clase media argentina. Plantea que, históricamente, el mercado argentino ha sido el más grande de la región en términos de autos per capita, pero que ahora se ubica por debajo de Uruguay y Brasil. Mientras en el primer semestre del año las ventas en Argentina fueron de 9,2 vehículos por cada 1.000 habitantes, en Uruguay esa marca fue de 15,1 y en Brasil de 10,1.

Y demuestra que el efecto de la pandemia fue más grave en Argentina que en los países vecinos: "Los patentamientos de la Argentina, que en el primer semestre de 2021 registraron un promedio mensual de 35.300 unidades, caen nada menos que un 47,3% respecto del promedio de 2012/19. Análoga comparación arroja una merma de 26,5 % para el caso de Brasil, pero una mejora de 2,9 % en Uruguay", observa el informe de la Mediterránea, que considera "llamativo" el bajón de las ventas locales.

A la hora de buscar explicación a los malos números del mercado automotor aun cuando la brecha cambiaria torna los precios más atractivos, los economistas de la Mediterránea destacan la mayor incertidumbre -medida en los índices de confianza del consumidor- y el encarecimiento relativo del precio de los bienes de consumo durable y sus repuestos por las restricciones que impone el cepo al cambio y al comercio exterior. Además, menciona el efecto de la mayor presión de "impuestos superpuestos y penalidades varias".

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