Las tres canillas por las que más dólares se escapan y que hacen prever la llegada de restricciones más duras
Los recientes movimientos del BCRA y la CNV para reforzar el cepo cambiario muestran que el Gobierno utilizara todos los instrumentos monetarios y cambiarios para evitar una fuerte salida de dólares en los meses previos a las elecciones legislativas de noviembre y una devaluación del peso.
El país está a menos de dos meses de una PASO y a cuatro de una elección, con el agravante de todavía no haber cerrado un acuerdo con el FMI, con el que vencen unos 5.000 millones de dólares entre septiembre y diciembre próximos.
Las autoridades tienen bajo análisis tres "canillas" por donde se podrían ir los dólares:
1. El mercado oficial de cambios, donde se podría imponer un cepo más reforzado a la demanda dólares de personas y empresas o restringir más las importaciones.
2 . Pagos al exterior, utilizando los DEGS del Fondo Monetario Internacional y estirando pagos como lo que queda con el Club de París
3. Mercados financieros alternativos, con mas regulaciones y nuevos refuerzos al cepo de las operaciones de "contado con liqui" (CCL), como las recientes tomadas por la CNV y el BCRA,
Esta última es la canilla nueva que se le abrió al BCRA. En concreto, se abrió a fines del año pasado en medio de la escalada de los dólares alternativos y con una brecha que superaba el 120%, mientras que ahora llega en promedio al 85% con un dólar oficial de 96 pesos y un paralelo cerca de los 178 pesos.
Para frenar la suba del CCL el año pasado, el BCRA ideó una estrategia financiera en el mercado de bonos vendiendo y comprando títulos donde el neto se transformó en una salida de dólares que el BCRA no esperaba.
En los momentos de tensión del año pasado, antes del 22 de octubre que el BCRA endureció el cepo, vendió alrededor de u$s15 a 20 millones diarios, un monto parecido al que estuvo vendiendo en las últimas semanas.
Las nuevas restricciones del BCRA y la CNV apuntan a reforzar los controles para reducir el monto diario de venta de dólares. El objetivo es frenar la suba de los dólares alternativos y la brecha, utilizando cada vez más restricciones que vendiendo dólares.
El ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, defendió ayer la aplicación de esas nuevas medidas restrictivas en el mercado cambiario.
Al finalizar la reunión de gabinete económico que tuvo lugar en la Casa de Gobierno, Kulfas afirmó que las decisiones del Banco Central y de la CNV para limitar el mercado de contado con liquidación "son diferentes medidas que se han implementado con un objetivo claro que es administrar de manera eficiente un bien escaso que son los dólares".
En el fondo, el Gobierno se prepara para un período de caída en las reservas internacionales del BCRA, producto de una menor oferta de dólares del sector exportador, en particular el complejo aceitero. En paralelo, espera un aumento en la demanda de dólares por importaciones y mayores pagos de deuda pública a organismos internacionales.
Hay varios factores que confluyen para que la situación se pueda complicar en el futuro mediato. Entre estos podemos destacar el reducido nivel en que se encuentran las reservas netas, una macroeconomía muy desequilibrada en el frente fiscal, monetario e inflacionario y un atraso cambiario que se hace cada vez más evidente por la suba de la brecha cambiaria entre el dólar oficial y los dólares alternativos, que ya llega al 80 por ciento.
Esta brecha es la que provoca una demanda adicional de dólares en el mercado oficial, porque los dólares para importar y para pagar deuda son más baratos que los dólares alternativos.
Se suma que el dólar oficial para exportar no es competitivo, por lo tanto no hay incentivo para exportar bienes y servicios. En la actualidad las reservas netas llegan a los 7.000 millones de dólares.
En tanto que en diciembre pasado sumaban unos 2.700 millones de dólares. Podrían aumentar en septiembre en caso que el FMI aporte a la Argentina el equivalente en DEGs por unos 4.300 millones de dólares.
El economista Carlos Melconian opina que "el BCRA tratará de cuidar las reservas netas y que la brecha no escale más de los niveles históricos. Son objetivos que pueden chocar entre sí: sentarse sobre las reservas versus sentarse sobre la brecha. 70 / 80% es una diferencia entre el dólar oficial y los alternativos que puede contaminar el comportamiento de la oferta y la demanda de dólares del mercado oficial, muy cerca de influir en la formación de algunos precios e impactar en la inflación".
Por su parte, el economista Salvador Distéfano, afirma que "es probable que la brecha llegue a ser del 120% y esto significa que veremos un blue a un precio de entre $200 y $240, porque el dólar va a ser un refugio para muchos argentinos de cara a fin de año".
El primer problema de sentarse sobre las reservas netas y la brecha son las elecciones de septiembre y de noviembre. Hay un segundo problema que es la renegociación de un nuevo acuerdo con el FMI.
El año que viene, el mercado cambiario estará súper estresado y los pagos de deuda pública en dólares no serán cero como este año, sino que superarán los u$s4.000 millones. Con respecto al mercado oficial, el BCRA tendrá que estar mucho más alerta al superávit comercial cambiario. Por el lado de la exportación, estacionalmente el grueso de la cosecha ya se vendió, a la vez que la prefinanciación de exportaciones seguramente se dará vuelta.
En tanto que por el lado de las importaciones, las compras de bienes y servicios al exterior ya se ubican en torno a u$s5.000 millones mensuales: bajo para una reactivación económica en serio y alto para el actual nivel de exportaciones aun con la "súper soja". Con oferta y demanda más parejas, las compras del BCRA se irán reduciendo y espaciando y el BCRA podría tener que vender dólares.
Otra de las canillas abiertas es la del uso de reservas para pagar deuda pública externa que gotea desde hace tiempo. Lo preocupante es la deuda que hay que pagar al FMI mientras no se cierre la renegociación.
Por otra parte, el Gobierno espera los DEGS del organismo con los que seguramente cancelará los vencimientos de capital de septiembre y diciembre próximos. Y tendrá que optar entre firmar o no un acuerdo para financiar la deuda que empieza a vencer en marzo de 2022.
La deuda con el FMI no es lo único, ya que en lo que resta de este año hay unos u$s1.500 millones de otros organismos, la cuota del club de París y unos u$s200 millones que hay que pagar a los bonistas que ingresaron al canje.
La conclusión es que cuanto más quiera cuidar las reservas netas el BCRA es probable que suba la brecha cambiaria, pero el Gobierno se resistirá a devaluar el peso en el mercado oficial.