EXPECTATIVA

Si gana la oposición por poco en las próximas elecciones legislativas, ¿qué cambia en la política y la economía?

En los próximos comicios está en juego el equilibrio del Congreso, pero también las expectativas económicas del Gobierno y la gente
ECONOMÍA - 15 de Junio, 2021

Las últimas encuestas presentan caída de imagen de la gestión del Gobierno, desencanto y preocupación de los propios votantes kirchneristas por temas como la inflación y el desempleo, e incluso intención de voto positiva al macrismo en la provincia de Buenos Aires. Pero se trata de comicios de medio término, ¿qué puede cambiar si gana la oposición?

El politólogo Eduardo Fidanza, director de Poliarquía Consultores, dijo en el marco del Congreso de IAEF, que lo que se elige en los próximos comicios son legisladores y que "una victoria ajustada de la oposición no cambia la composición del Congreso".

Sin embargo, economistas consultados por iProfesional ven una gran diferencia en lo económico a partir del día después de las elecciones si se impone el macrismo, más allá de que lo haga por poco margen.

Una derrota oficialista por poco margen no cambiará el esquema de poder en el Congreso pero sí moverá la economía

Qué dicen los economistas

Federico Poli, ex funcionario del BID

Las consecuencias económicas dependerá de cómo descodifiquen en el Gobierno esa derrota.

Si lo atribuyen al ajuste del ministro Martín Guzmán, pueden decidir archivar el resto de racionalidad económica que aún queda en esa ala del Gobierno y virar a un modelo totalmente populista.

Esto implicaría extremar el control de precios con medidas policiacas, extender el atraso tarifario, pisar más fuertemente el tipo de cambio y generar políticas expansivas del gasto insostenibles (por aumentos de salarios públicos y transferencias sociales), combinadas con mayor presión impositiva a las empresas (aumentando retenciones, por ejemplo).

La otra lectura posible es que el Gobierno tome nota de que los malos resultados electorales se deben revertir planteando modificaciones profundas al esquema económico que permitan dinamizar el proceso inversor, las exportaciones y el empleo.

Esto significaría emprender reformas económicas que apunten al equilibrio macroeconómico, al sinceramiento de los precios relativos y a poner en marcha un programa de inversiones acelerado.

Ricardo Delgado, consultora Analytica

Un triunfo ajustado de Cambiemos sería lo que llamamos un "empate tenso", un empate complicado para la administración de la economía que viene después de las elecciones.

Desde lo financiero, no se van a crear definiciones de cuál es el rumbo, y eso es malo para los que toman decisiones en el día a día sobre bonos, acciones y, por supuesto, el tipo de cambio.

Lo mejor sería que de uno y otro lado se acepte conformar una mesa que permita fijar reglas de juego que permitan darle a las decisiones económicas del día a día un mapa, una hoja de ruta. Esto va a ser absolutamente necesario ante un resultado de esa naturaleza.

Lorena Giorgio, consultora Equilibra

Hay quienes atribuyen el rally del Merval de hace dos semanas a encuestas que muestran el posible triunfo de la oposición en las elecciones de medio término.

Indudablemente, el resultado, sea cual fuere, juega en las expectativas. Hay quienes piensan que una victoria oficialista podría significar una radicalización de la política económica y un triunfo de la oposición significaría un acercamiento a los mercados pensando en 2023.

De todas formas, hay que prestarle atención a cómo quede plantada la actual administración internamente más que en los recintos. Es claro que dentro de la coalición gobernante hay diferencias que impactan sobre la economía, por ejemplo en lo relacionado al manejo de deuda y el acuerdo con el FMI y el Club de Paris.

Gabriel Caamaño, consultora Ledesma

Habría que ver como se da ese triunfo opositor, porque diferencia electoral.

Se podría especular que si se repite lo de 2013, donde sea por el oficialismo o por oposición, cuando en cualquier caso, cada uno con sus diferencias, venía un cambio de enfoque de política económica, entonces eso podría ayudar a anclar expectativas.

Pero me parece que todavía esta medio verde, se están conformando aun los frentes, no hay candidatos, no hay encuestas de intención de voto. Falta para eso. La diferencia con 2013 es que el peronismo estaba dividido y una de sus partes explicitaba una necesidad de cambio profundo. Eso, por ahora, no se ve.

José María Segura, economista en jefe de PwC

Sería difícil pensar que un triunfo ajustado de la oposición vaya hacer que se modifique el rumbo en la economía.

Ante ese escenario probablemente se entre en un estado de indefiniciones, pero también dependerá de cómo se reacomoden las fichas en el oficialismo y que alianzas se establezcan.

Las encuestas y su lectura

Una reciente encuesta de Mangement & Fit mostró que, aunque la gestión del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta no es indemne a la pandemia y viene bajando algo en aprobación, sigue por encima de 60%, mientras que al presidente Alberto Fernández y la gobernador kirchnerista de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof la desaprobación les trepa en forma rotunda.

Rodríguez Larreta sigue siendo el segundo político con mejor imagen del país, con 41,9%, sólo sobrepasado por otra dirigente del macrismo, María Eugenia Vidal con 44,1% de imagen positiva.

Los dos dirigentes con peor imagen son Cristina Kirchner con 61,9% de una desaprobación que viene creciendo, al igual que la de Kicillof que se ubica en 52,9%. Pero Mauricio Macri no está lejos con 49,5% de imagen negativa.

Haciendo foco sólo en la provincia de Buenos Aires, se mantienen las mismas relaciones de positividad y negatividad, con 46,9% de imagen positiva para Rodríguez Larreta, aún más que a nivel país, y 44,5% para Vidal.

La sorpresa es al preguntar intención de votos en provincia de Buenos Aires, bastión peronista, donde el macrismo lo superó con 34,6% frente a 31,4%, más de 3 puntos en este sondeo de M&F.

Otro dato clave es que entre las preocupaciones principales de la gente, la encuesta arroja a la corrupción, la inflación y la pobreza, en ese orden. Pero si se desagrega por simpatías políticas, a quienes apoyan al kirchnerismo les preocupa casi el doble que al resto la inflación y el desempleo.

La lectura moderada

Mabel Fornori, socia directora de M&F, dijo que "falta muchísimo, hace un mes estaba arriba el Frente para Todos (kirchnerismo) y este mes está un poco arriba Juntos por el Cambio (macrismo)", en el marco del Congreso de IAEF.

"En la oposición no se sabe cuánto se va a fragmentar ni quiénes van a ser los candidatos, y tampoco se conocen los postulantes del oficialismo", enfatizó Fornori, y añadió que "tres meses que faltan para los comicios es una enormidad".

De todos modos, Fornori aceptó que llama la atención la imagen negativa de Cristina Kirchner en la provincia de Buenos Aires (57,2%), que es incluso peor que la de Mauricio Macri (53,5%).

"Es cierto que hay malhumor social, pero quien lee las estadísticas para tomar decisiones políticas tiene que tamizar los resultados teniendo en cuenta los datos de pobreza: ¿cuánta gente recibe del Gobierno?, ¿cómo puede influir el miedo a que un cambio les quite esa ayuda?", advirtió Fornori.

La caída de la imagen del Gobierno está polarizando a los indecisos en su contra

Creciente polarización

Sin embargo, otra encuesta de alcance nacional, esta vez de Pérez Aramburu & Asoc, muestra que ya hay una polarización del electorado entre el kirchnerismo y el macrismo.

Entre los macristas subió del 75% al 78% el voto útil para ganarle al oficialismo, y entre los que la consultora califica como "no grieta", trepó de 44% a 52% ese voto opositor decidido.

Por otra parte en cuanto a los pisos y techos electorales, si bien los votantes cautivos están en 26% y 27% para el kircherismo y el macrismo, respectivamente, quienes "podrían votarlos" son 13% y 21% en cada caso, por lo que tiene más margen la oposición.

Los "no grieta" rechazan más al kirchnerismo, con un 50% que va creciendo, que al macrismo, con un 35% que disminuye.

Los problemas económicos son la principal preocupación para 46% de la población, muy por encima del coronavirus (14%) o la inseguridad (9%).

Pero un dato llamativo es que entre los kirchneristas es muy alta la preocupación por el desempleo entre esos problemas económicos, con 22%, frente a 13% de los "no grieta" y 11% de los macristas.

Al diferenciar por preferencias políticas, también aparece en la encuesta que entre los kirchneristas, ya son el 20% los que creen que el país está peor que hace un año. Para el 24% de este universo, la situación económica es mala.

En cuanto a preferencias políticas, ya el 7% de los kirchneristas considera negativa la gestión de Alberto Fernández, y aparecen desde el mes pasado algunos que confiesan que "es peor de lo que esperaba". Un 5%, frente a 2% de febrero, está dispuesto a votar a candidatos opositores.

En tanto, los "no grieta" críticos del Gobierno son 54%, con una leve bajada respecto del mes anterior, y votarían a la oposición en un 50% que se mantiene constante, con un alto porcentaje de indecisos de 27%. Estos indecisos crecen a expensas del voto oficialista.

En cuanto a quién es el principal dirigente de la oposición, encabeza Rodríguez Larreta y está en crecimiento, seguido por Macri, que baja 1 punto. El jefe de Gobierno porteño es importante sobre todo para los "no grieta", mientras que para los kirchneristas y macristas el jefe opositor todavía es Macri.

Otro dato interesante de este sondeo es que mide la imagen de Sergio Massa, arrojando 46% de desaprobación, a pesar de esfuerzos del dirigente como haber impulsado la ley de baja de Impuesto a las Ganancias.

También llama la atención que viene de macristas el 80% de la imagen positiva de Patricia Bullrich, que está tercera entre los dirigentes de la oposición, al tiempo que buena parte del resto son ex votantes de Juan José Gómez Centurión. No hay que olvidar que hubo policías que fueron castigados en los últimos meses por cuadrarse ante Bullrich en bares, en recuerdo de su gestión durante el gobierno de Macri.

En resumen, respecto de las tendencias electorales, 48% de los ciudadanos señala estar pensando en votar un candidato opositor en las próximas elecciones legislativas y algo más de un tercio lo haría por un candidato del oficialismo, señaló M&F.

Pero, dentro de los "no grieta", la idea de votar a quien sea capaz de derrotar al kirchnerismo, en febrero 2021 representaba un 44% y en mayo 2021 ese porcentaje sube al 52%, lo que implica una mayor probabilidad de emitir su voto a favor del macrismo, concluyó M&F.

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