Horas decisivas con el Club de París: desde el "no hay apuro" oficial hasta pagar intereses o insistir con el FMI
Con el vencimiento por u$s2.400 millones con el Club de París a la vuelta de la esquina, las negociaciones para estirar ese pago están en stand by. En rigor, y después de la conversación de Alberto Fernández con Angela Merkel (Alemania ostenta el 37,4% del préstamo que debe la Argentina), el Gobierno sabe que el Club está dispuesto a darle un waiver al país pero necesita una prueba de fe por parte del FMI. "No hay apuro", es lo que se escucha en los pasillos oficiales en respuesta a cómo se evitará el default abierto con el Club de París. La clave es qué entregarán para que el Fondo otorgue el "permiso" para no pagar. Por lo pronto, Martín Guzmán hará uso de la carta que le permite eludir el pago este lunes y tomarse los 60 días de "gracia" para obtener el guiño del FMI.
Según diversas fuentes consultadas por iProfesional, el Ministerio de Economía sigue trabajando para que el FMI otorgue algún tipo de "carta" que avale el delay del pago al Club de París. Los sesenta días de gracia le permiten a Guzmán un "puente" para terminar de zanjar la cuestión. La discusión entre el país y el organismo con sede en Washington es de qué manera presentar la "carta de recomendación". Según el FMI, la Argentina debería someterse al artículo IV: esto es, una auditoría del Fondo que se plasma luego en un extenso paper con recomendaciones y alertas. Sabe el Gobierno de las "inconsistencias" de su plan económico y por eso, al menos hasta ahora, quiere evitar la difusión de ese documento.
Lo que pedirá el Fondo
"El Fondo venía alertando acerca de temas como la inflación, que no hay ancla creíble para detenerla, de la baja acumulación de reservas, y de un esquema tarifario coherente. Hay muchos aspectos en los cuales el FMI saldría a marcar diferencias y el Gobierno argentino no quiere el escrutinio público", reseñó un ex funcionario del organismo en diálogo con iProfesional.
Para otras fuentes ligadas a las conversaciones entre la Argentina y el FMI, "es difícil saber qué va a hacer el Fondo, porque está en un juego político". "Hay mucha discusión interna. En teoría, no podría avanzar mucho sin un artículo IV. No podría firmar un letter of intent, sin eso.Tampoco alardear mucho de las negociaciones porque no empezaron", indicó.
Para este ex funcionario del organismo, "el FMI no le da un waiver para el Club de París, sino que ellos lo solicitaron porque pidieron como condición un avance con el programa. Pero no hay tiempo ni espacio por la reticencia de Cristina Fernández".
Según la misma fuente, que pidió no ser identificado, "en 60 días no hacés nada con el FMI". "Tendrían que pagar algo y renegociar el remanente", agregó. Ese comentario viene a cuento de que el Gobierno podría pagar -en los 60 días que tiene de gracia, si no obtiene algún guiño del Fondo- los intereses y no el capital.
Sucede que Argentina tiene que pagar u$s2.119 millones de capital y u$s 230 millones de interés. Pero tiene hasta fin de julio para no ser declarado en default. Entre junio y diciembre hay otros u$s300 millones más de vencimientos a pagar. La factura total de este año asciende a u$s 2.650 millones.
Pagar intereses o ceder aún más
Para Econviews, la consultora que dirige Miguel Kiguel, hay dos vínculos claros entre el Club de París y el Fondo Monetario Internacional. "Por un lado, las reglas del Club impiden patear deudas para adelante si no hay un acuerdo con el Fondo Monetario. En 2014 se rompió esa regla solamente porque la Argentina accedió a pagar intereses y punitorios desde el momento en que entró en default en 2001. Esto implica que sería bueno tener un acuerdo, aunque parece políticamente difícil hacerlo antes de que expire el periodo de gracia a fin de julio", admiten.
"La habilidad de los negociadores será que el Club ponga la deuda on hold con la promesa de que en 6 meses se cierra un acuerdo. El segundo objetivo será que la Argentina no pague intereses punitorios del 9% como estipula el contrato", explica Econviews. De ahí, que los que buscaría Guzmán es pagar los intereses pero a una tasa inferior.
La consultora dice que el problema para Martín Guzmán es que algo van a pedir a cambio los acreedores. "Y aquí aparece el segundo problema. El programa con el Fondo ya está sobre la mesa, pero seguramente habrá más. Portugal ya pidió avanzar con el acuerdo UE-Mercosur, algo que este gobierno en su momento rechazó. Muchas de las empresas multinacionales que operan en la Argentina tienen su sede en países del Club. Los CEOs de esas empresas tienen llegada a sus gobiernos y pedirán que les permitan operar con la normalidad con la que operan en otros países. Por ejemplo, pedirán poder girar dividendos y pagar sus deudas, que se eliminen los controles de precios y que puedan importar insumos. Es impensable que la Argentina obtenga concesiones a cambio de nada", afirma la consultora de Miguel Kiguel.