• 25/12/2024

Es argentina y junto al co-fundador de Apple protagonizan un reality para cazar unicornios

Silvina Moschini es emprendedora tecnológica y junto a Steve Wozniak son los encargados de detectar futuros unicornios en el enrichtainment Unicorn Hunters
26/05/2021 - 16:16hs
Es argentina y junto al co-fundador de Apple protagonizan un reality para cazar unicornios

"Queremos cambiar la lógica de los mercados financieros, para que cualquier persona pueda co-invertir en una empresa y ser parte de un próximo Uber o Mercado Libre", dice Silvina Moschini, la emprendedora tecnológica argentina que integra el panel de "Unicorn Hunters".

El reality show que se estrenó el 10 de mayo en Amazon Prime, busca descubrir a las futuras empresas que valdrán más de u$s1.000 millones y cuenta con la participación de Steve Wozniak, co-fundador de Apple y ex socio de Steve Jobs.

Unicorn hunters promete ser disruptivo porque inaugura un nuevo género para la audiencia llamado "enrichtainment", combinando entretenimiento con oportunidades de inversión. "A partir de una plataforma interactiva, personas de cualquier parte pueden invertir en forma temprana en compañías pre-OPI (oferta pública inicial, con la que se "sale a la Bolsa") y obtener altos retornos", afirma Moschini.

Al estilo de realitys como "Bailando por un sueño" o el "Shark Tank" (tanque de tiburones: un formato enfocado en startups que buscan inversiones iniciales), en cada capítulo, un emprendedor presenta su compañía al "Círculo del Dinero", un jurado conformado por emprendedores y líderes de negocios.

Además de Moschini y Wozniak completan el panel el músico Lance Bass (ex miembro de N'Sync, actor, productor e inversor), la ex Tesorera de los Estados Unidos Rosa Rios (aunque muchos no conocen su cara, su firma está en millones de billetes de dólar), Moe Vela (abogado, escritor, emprendedor y ex funcionario de Joe Biden cuando era vicepresidente de Obama) y Scott Livingston (experto en financiamiento pre-OPI y CEO de Livingston Securities).

Ellos debatirán si invierten en cada compañía, mientras que al mismo tiempo los espectadores podrán hacerlo desde u$s100 en www.unicornhunters.com.

Un reality en tiempo récord

El reality promete ser disruptivo. Foto: Unicorn hunters

La primer temporada cuenta con seis episodios (uno por empresa), y fue grabada en tiempo récord, en plena pandemia. "La producción llevó tres meses, desde que tuvimos la primera reunioń virtual hasta que se grabó la temporada. Trabajó un equipo de 120 personas en varias burbujas. En ese lapso también armamos la plataforma para crowdfunding y un software para procesar las transacciones", cuenta Moschini y destaca que "junto al panel evaluamos unas 200 empresas y elegimos seis buscando perfiles diversos de emprendedores en cuanto a género, edad, sectores y tecnologías involucradas en cada emprendimiento".

El episodio inaugural, en el que participó una compañía de nanotecnología aplicada a la salud, "fue un éxito. Levantamos más de u$s150 mil por parte de inversores en las primeras 24 horas de emitido el programa", destaca la emprendedora devenida en panelista.

Las empresas que participan son "Scale-Ups" (compañías ya en marcha, que quieren expandir o escalar su negocio) y buscan inversiones de entre u$s10 y u$s50 millones.

La idea del show es que, a la par de los inversores del panel, los espectadores aprendan a evaluar emprendimientos y puedan orientar sus inversiones de la mano de los expertos del jurado.

La segunda temporada se rodará en septiembre con 12 episodios. Y la convocatoria ya está abierta para compañías tecnológicas a nivel global. "Ojalá tengamos varias postulantes argentinas -dice Moschini-. Tenemos buen nivel educativo, creatividad y resiliencia, sólo nos falta más apoyo público-privado para que los emprendedores puedan realmente despegar", afirma.

De Tandil a Hollywood, con escala en Silicon Valley

Silvina Moschini es la emprendedora tecnológica argentina que integra el panel. Foto: Unicorn hunters

Emprendedora serial, conferencista internacional y experta en economía digital, Silvina Moschini fue nombrada "Miss Internet" por la revista Fortune a fines de los 90, cuando las mujeres fundadoras de empresas tecnológicas eran muy pocas.

Es oriunda de Tandil, estudió Relaciones Públicas en la UADE y a comienzos de los 2000 emigró a Estados Unidos (donde actualmente reside) para perfeccionarse. Estudió en Stanford y en la Universidad Libre de Milán.

Fue vicepresidenta de comunicaciones de Compaq y Visa. Fundó cuatro empresas y hoy dirige dos de ellas: TransparentBusiness, una compañía que se adelantó al boom del Teletrabajo ofreciendo una solución tecnológica para gestionar, coordinar y supervisar el trabajo remoto;y SheWorks!, una plataforma enfocada en el empoderamiento femenino que ofrece capacitaciones y trabajos flexibles aprovechando las facilidades de internet y la nube.

La primera de estas empresas, que Moschini fundó junto a su ex pareja Alex Konanykhin en 2013, alcanzó en octubre del año pasado la valuación de "unicornio", cuando el negocio "explotó" por la pandemia y la necesidad de millones de empresas de gestionar sus equipos en forma remota.

Por la plataforma SheWorks!, lanzada en 2017, Silvina recibió en 2019 el premio Equals in Tech, la iniciativa global de Naciones Unidas que reconoce proyectos tecnológicos de alto impacto destinados a cerrar la brecha de género. En 2020, recibió el Premio a la Trayectoria de Women in Tech® y fue nombrada "Mujer de la Década" por el Women Economic Forum, por su compromiso con la equidad de género.

"El financiamiento a empresas fundadas por mujeres es muy bajo en todo el mundo. Hoy solo el 2% del capital de riesgo es invertido en emprendedoras, y si se trata de latinas, sólo el 0,4%", dice Moschini. "Como mujer latina, tuve la oportunidad de emprender y captar inversiones, y sé que no es faćil, por eso queremos democratizar los mercados de capitales a los que hoy sólo accede el 1% de la población mundial, para que el otro 99% también tenga acceso".

La tarea parece titánica, pero Silvina Moschini ya demostró que pudo lograr cosas que a otros le parecían imposibles.