Coronavirus: alarmante crecimiento de internados en el Área Metropolitana de Buenos Aires
La creciente ocupación de camas de terapia intensiva es el principal indicador que miran con preocupación las autoridades nacionales, provinciales y porteñas, así como también los prestadores del sector privado y las obras sociales.
Fue lo que motivó la reunión del presidente Alberto Fernández y el gobernador bonaerense Axel Kicillof el viernes por la tarde, para analizar la situación sanitaria por el COVID-19 en el Área Metropolitana (AMBA).
En el encuentro, que se prolongó por más de dos horas, evaluaron medidas de emergencia para ampliar la cantidad de camas en hospitales ante el posible desborde del sistema de salud bonaerense, producto también de la saturación de ocupación de camas en las clínicas privadas porteñas, que provoca cada vez más derivaciones hacia el Gran Buenos Aires. Ninguno de los dos descarta la posibilidad de volver al cierre casi total de las actividades para enfrentar la suba de contagios y fallecimientos
Mientras que el ministro de Salud porteño el viernes habló de una "estabilización" en la curva de contagios en la Ciudad ya que habrían dejado de crecer, si bien se mantienen en un número muy alto, en el gobierno de Kicillof sostienen que la administración de Horacio Rodríguez Larreta "oculta" la realidad de la situación y que el cuadro de situación es muy crítico en el AMBA, especialmente en la ocupación de la unidades de terapia intensiva (UTI), que llegó al 78%, y no hay indicios de que cambie en el corto plazo.
Coronavirus: alarmante crecimiento de internados en el AMBA
En Argentina hay 12.501 camas en unidades de terapia intensiva (UTI) en todo el país, incluyendo las del sector público y privado. Al día de ayer, 4.858 estaban ocupadas por pacientes con COVID: el 39% del total, el punto máximo desde el vertiginoso ascenso de contagios en el último mes.
Este porcentaje implica una gran sobrecarga para el sistema sanitario nacional, que durante la primera ola no colapsó (salvo casos puntuales), pero que ahora se encuentra en una situación de máxima tensión debido a la escalada de casos que arrancó a mediados de marzo y aún no se detuvo.
El año pasado le tomó a la pandemia casi siete meses llegar al pico más alto de ocupación de camas UTI. El pico fue 1 de noviembre cuando hubo 5.119 pacientes internados con COVID en unidades de terapia intensiva, que ocupaban el 41% de las camas totales para cuidados críticos de todo el país.
Pero en esta segunda ola, la casi saturación de camas de terapia se produjo en poco menos de un mes y medio. Y si bien no se llegó al récord del 1 de noviembre, la ocupación de las camas UTI creció un 40% a nivel nacional en los últimos 40 días. El 15 de marzo había 3.469 enfermos críticos con COVID en unidades de terapia de todo el país, con una concentración de pacientes en el AMBA.
Si se mira cómo fueron creciendo las internaciones en terapia, se ve que en la semana del 11 al 17 de abril se sumaron 216 nuevos pacientes con COVID-19 en grave estado a las UTI de todo el país. Pero en esta última, la cantidad de nuevos casos en terapia fue tres veces más, 881, lo que implica un aumento del 308% de una semana a la otra. Una variación difícil de asimilar para cualquier sistema hospitalario, máxime si se produce en un período tan corto de tiempo.
La edad de los internados en terapia intensiva
Si se analiza el número de internados en camas UTI que actualiza diariamente la cartera sanitaria, durante la primera quincena de abril, a nivel nacional el mayor porcentaje corresponde a pacientes de entre 60 y 69 años de edad: el 28%. Le siguen los enfermos de 70-79 años con el 25%; los de 50-59 con el 20%; los mayores de 80 con el 13%; y los de 40-49 años, con el 9%. El resto tiene menos de 40 años.
Pero la situación es principalmente crítica en el AMBA, donde la ocupación de camas UTI total es del 78%, según los datos que publica la Sala de Situación de la cartera de Salud de Nación. Este valor vino creciendo día a día. El aumento es considerable en especial si se tiene en cuenta que el pasado 15 de marzo ese nivel de ocupación estaba en el 59%.
Según cifras brindadas por el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, en los partidos del conurbano bonaerense que integran el AMBA – sin la Ciudad de Buenos Aires – hay un total de 3.117 camas de terapia intensiva del sector público y privado, de las cuales están ocupadas 2394, un 77%. De este número, 1.344 son pacientes COVID positivo cuyo cuadro requiere cuidados intensivos.
Preocupado porque la segunda ola viene golpeando con más fuerza que la primera, el gobernador bonaerense es el que viene insistiendo con más dureza en aumentar las restricciones, en medio de la disputa política con Rodríguez Larreta por la decisión del jefe de Gobierno porteño de mantener la presencialidad en las escuelas.
Kicillof basa su reclamo en reportes sobre la ocupación de camas de terapia de los hospitales públicos y de los efectores privados en los municipios bonaerenses que integran el AMBA, y que recibe de manera periódica de manos de Daniel Gollán, su ministro de Salud. Según los datos del informe elaborado el miércoles último, el nivel de ocupación supera el 90% en algunos distritos, y hay clínicas y sanatorios privados por encima de ese porcentaje.