Se dispararon los precios de la ropa y el calzado: ¿por qué están por las nubes si hay menos consumo?
La suba del índice de Precios al Consumidor del mes de marzo, que fue del 4,8% según los datos del INDEC, se basó en buena medida por los aumentos en el rubro Educación y en segunda instancia, por el de Indumentaria y Calzado que subió 10,8% en el mes y 15,5% en el primer trimestre del año.
Estos productos que registraron una menor demanda por la pandemia, volvieron a liderar los aumentos. Incluso si se observa cómo se comportaron los precios a nivel interanual, el rubro trepa al 71,5% frente al 42,6% que subió el indice general del IPC.
La pregunta del millón es por qué se dispararon de esta manera, en un contexto en el que por la pandemia hasta incluso se compra menos indumentaria.
Una de las respuestas tiene que ver con la nueva temporada y las colecciones de invierno. Tanto en lo que respecta a la ropa como al calzado, son más caras porque los materiales tienen otras características.
Pero no es el único factor: otro es el encarecimiento de los insumos. Esto sucede en un mercado con fuertes restricciones al ingreso de productos importados, que podrían aumentar la oferta y frenar los aumentos de las prendas locales.
Precios sin freno
Fuertes aumentos de precios en telas y avíos, problemas para producir, escasez de insumos y prendas, incremento en los costos unitarios y el cambio de temporada agravaron la situación durante marzo, en un rubro que venía experimentando importantes subas interanuales
Los precios de la ropa subieron 61,2% entre febrero de 2020 y febrero de 2021 según el Índice de Precios al Consumidor del INDEC. Mientras que relevamientos propios de la Cámara Industrial Argentina de la Indumentaria (CIAI) indican que los datos de marzo corresponderán a un mes picante, con nuevos aumentos en la ropa.
La dinámica de este mes, según la entidad, está explicada fundamentalmente por un efecto estacional: el cambio a la temporada otoño-invierno lleva a una nueva tanda de aumentos. Al igual de lo que pasó en los últimos años, las subas mensuales más fuertes se concentraron en los meses de marzo y septiembre. Esto permite explicar el fuerte aumento mensual de precios de la ropa que seguramente dé a conocer el INDEC esta semana.
La fuerte variación de los precios no es un fenómeno exclusivo de la indumentaria. El INDEC también registró incrementos similares, e incluso muy superiores, en electrónica (+80,6%), autos (+77,6%), materiales para la construcción (+76,5%), mantenimiento y reparación de la vivienda (+69,2%), carnes (+59%) y calzado (+58%).
En general se trata de bienes cuyos precios no están regulados (salvo parcialmente la carne), se ven afectados por las subas del dólar y de los precios internacionales (en indumentaria impactó vía algodón y polyester) y sufrieron dificultades de producción y abastecimiento por la pandemia.
Dicha dinámica explica la fuerte suba de 84,2% de los precios de los insumos textiles entre febrero de 2020 y febrero de 2021, según los resultados del relevamiento realizado por la CIAI a sus socios sobre los precios efectivamente pagados por una amplia variedad de telas.
La suba de precios de la ropa al consumidor (61%) fue muy inferior al aumento de las telas (84,2%), lo que indica que tanto el eslabón industrial de confección como el de comercialización minorista absorbieron parte de los aumentos de los insumos productivos, resignando margen de rentabilidad.
Todo en un contexto de fuerte contracción del mercado. Las cantidades vendidas continúan retrayéndose: -33% interanual en shoppings durante enero, -22,6% en supermercados y +15,9% en comercios minoristas durante marzo (aunque cabe recordar que el año pasado dicho mes tuvo 11 días de estricta cuarentena).
El reflejo de la crisis del sector
"En este contexto de caída de ventas y presión de costos, sorprende la decisión oficial de excluir al rubro indumentaria de la opción de 12 meses del programa Ahora 12", advierte la CIAI. Y agrega: "Al poder comprar ropa a pagar en varios meses, dicho programa constituye una alternativa muy valiosa para nuestros consumidores, en un contexto donde el poder adquisitivo de la población argentina continúa cayendo".
En efecto, los salarios reales se redujeron 6,4% interanual en enero, mientras que las jubilaciones, pensiones y asignaciones familiares perdieron 3,8% de su poder adquisitivo entre febrero de 2020 y febrero de 2021.
"La crisis de nuestro sector también se refleja en los datos de cantidades fabricadas: mientras en febrero toda la industria argentina creció 1,6% interanual y el sector textil +9,5%, la confección de indumentaria se contrajo 1,9%, según estadísticas del propio INDEC", afirma la entidad. Al interior del sector textil también se observan comportamientos heterogéneos: mientras tejidos y acabado de productos cayó 2,3% (cifra muy similar al de confección de indumentaria), los eslabones más primarios de la cadena como preparación de fibras y fabricación de hilados crecieron al 8,6 y 24,8% respectivamente, lo que puede anticipar una recuperación futura para el resto de los eslabones de la cadena.
Sin embargo, la segunda ola de contagios va a volver a golpear al sector de indumentaria, que llega castigado por varios años de crisis. "Los resultados en materia de caídas de ventas y producción dejan en evidencia la necesidad imperiosa de la asistencia del Estado Nacional para seguir evitando el cierre de más empresas y nuevas pérdidas de puestos de trabajo. No hay tiempo que perder", concluyen.