Explota la pulseada por suba de sueldos: gremios dan por muerto el tope del Gobierno por la alta inflación
El récord de inflación del 4,8% en marzo pegó de lleno sobre el plan económico del Gobierno. No solo puso en duda las políticas adoptadas hasta ahora para controlar los precios. También pulverizó el objetivo de negociar aumentos salariales apenas por encima del 29% anual.
Por estas horas, importantes dirigentes de la CGT coinciden en que la meta impulsada por el ministro de Economía a través de un acuerdo de precios y salarios se convirtió en papel mojado desde que este jueves se conoció el dato del INDEC.
"Esto impacta en todas las negociaciones salariales, claramente estos niveles de inflación en el primer trimestre no estaban previstos por nadie, con lo cual todas las negociaciones se van a alterar, el 30% pasó a ser una quimera, es un golpe contra todas las paritarias", señalaron en la mesa de conducción.
Guzmán había anticipado el miércoles que el número de marzo sería el más alto del año, pero ni las consultoras privadas esperaban semejante aumento. Solo en el primer trimestre los precios acumularon un 13%. Así, para cumplir la meta oficial, desde abril tendría no debería pasar del 1,5% mensual.
Algunos economistas creen que es posible una desaceleración en línea con la expectativa oficial. "A diferencia del año pasado, las restricciones a la circulación no tendrán un impacto desinflacionario. Sin embargo, es probable que la suba de precios se desacelere en los próximos meses", dijo Matias Rajnerman, economista jefe de Ecolatina.
Pero para ello será necesario un dólar oficial planchado para contener presiones en un contexto de ajustes tarifarios y salariales moderados, advierte Rajnerman. Esto último implicaría que los sindicatos mantengan los pies dentro del plato y no se alejen demasiado de la pauta inicial.
Impacto en comercio
Por lo pronto, la dinámica inflacionaria aceleró las negociaciones en la paritaria de comercio, una de las más importantes del sector privado con 1,2 millones de empleados y en la que hubo una aproximación en las últimas horas en torno a una suba del 32%, tras un pedido inicial del gremio del 36%.
El sindicato se apuró por temor a que las restricciones empantanen la discusión y los empresarios, para evitar una revisión de lo negociado. "Cada vez es más evidente que el 29% de Guzmán no se va a cumplir y el gremio podría reformular el petitorio si demoramos", admitieron en el sector privado.
La semana próxima debería terminar de definirse el acuerdo previo a la liquidación de sueldos, ya que el convenio venció en marzo y el nuevo aumento de abril se cobra con el sueldo de mayo. Todavía resta ultimar si se pagará en tres tramos iguales, mientras que ya se acordó una revisión en octubre.
Mientras tanto, el dato de marzo encendió un alerta y generó preocupación en las actividades que acaban de firmar aumentos. Ese es el caso de Metalúrgicos (35%), Sanidad (36%) y Alimentación (41%). El mayor impacto se hará visible en las revisiones previstas o las nuevos convenios.
"Los que ya armamos convenio, vamos a marcar diferencia cuando termine el acuerdo, veremos la inflación del primer trimestre en la revisión. Todos vamos a estar en esa sintonía y olvidate, el Gobierno no va a llegar al 29%", reconoció un dirigente de la CGT.
Paritarias cortas y prohibición de despidos
El gremio de la alimentación cerró esta semana una revisión del 9%, lo que representa una suba del 41% global por la paritaria de 2020. Y ya se preparan para negociar en principios de mayo por el 2021, sin descartar un acortamiento del plazo de los acuerdos salariales.
"Esto es un alerta y tendremos en cuenta todos los elementos, hasta revisiones por períodos más cortos", confirmó Héctor Morcillo, el titular de la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA).
Por lo pronto, las paritarias ya cerradas en lo que va del año prevén instancias de renegociación, en las que probablemente los sindicatos intentarán recuperar terreno. Ese es el caso de Bancarios (29%) Energía (29,5%), Carne (30%), Porteros (32%), Aysa (32%), Pesqueros (33%) y maestros (34,5%).
El sector de la salud es que concentra las mayores tensiones a partir de la protesta iniciada hace más de una semana por el personal sanitario en los accesos a Vaca Muerta, en Neuquén, en reclamo de una recomposición salarial del 40% y la regularización del personal contratado.
En Azopardo, por otra parte, hay una fuerte inquietud por el endurecimiento de las nuevas restricciones que desataron protestas del gremio gastronómico. Por el momento, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y el de Producción, Matías Kulfas, le garantizaron a los sindicalistas la apertura de la industria.
En la central obrera creen que mientras sigan esas medidas continuará la prohibición contra los despidos, que vence el 24 de este mes, y la doble indemnización. También esperan que se mantenga la asistencia a las empresas, en particular el incremento del 50% en los montos del Repro II.
Pero si se complica el panorama, el Ejecutivo deberá negociar con la CGT y la UIA. "En caso de medidas más estrictas, van a tener que asistir a las empresas", dijo una fuente cercana a las negociaciones. Eso sí, por ahora no se habla del regreso del IFE y el ATP.