La inflación de marzo se disparó al 4,8%, por encima de todos los pronósticos: qué rubros tuvieron las mayores subas
La aceleración inflacionaria marcó en marzo un nivel preocupante. El Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec marzo una suba del 4,8%, por encima de todas las previsiones de los analistas privados.
De esta manera, la inflación acumuló un 13% en el primer trimestre del año y un 42,6% en los últimos 12 meses.
Según informó el organismo, la mayor contribución a la suba del IPC fue Alimentos y Bebidas (especialmente carnes) que creció 4,6% mensual (en febrero había sido del 3,8% en febrero). En este apartado se destacaron las subas de:
- Carne y derivados: 5,9% vs 2,8% febrero
- Lácteos: 7,2% vs 2,9% febrero
La división con mayor aumento en el mes fue Educación (28,5%), en virtud de las variaciones observadas en los servicios de todos los niveles, seguidos por Prendas de vestir y calzado (10,8%).
La suba en cigarrillos explicó la mayor parte del aumento observado en Bebidas alcohólicas y tabaco (6,4%), mientras que la reapertura de cines en la mayoría de las regiones incidió en la suba de ladivisión Recreación y cultura (5,3%).
Por su parte, el alza en la división Transporte (4,2%) obedeció principalmente a las subas en la adquisición de vehículos, combustibles, y taxis y subtesen la región GBA; mientras que los incrementos en Productos medicinales, artefactos y equipos para lasalud y en Gastos de prepagas incidieron en el aumento de la división Salud (4,0%).
El mayor aumento del mes respecto de febrero respondió principalmente a una mayor incidencia de los precios Regulados que se incrementaron 4,5% mensual (tras una suba de 2,2% en febrero) debido al fuerte aumento de Educación, además de subas en combustibles, tabaco, prepagas, y algunos servicios y transporte.
También respondió a una mayor contribución de los Estacionales que aumentaron 7,2% mensual (vs. 3,1% en febrero) por Indumentaria. Asimismo, la inflación Núcleo aumentó 4,5% mensual.
El nuevo dato de la inflación quedó muy por encima de la previsión de analistas y consultoras privadas. Por ejemplo, la abarcativa encuesta REM del Banco Central previó un IPC de 3.9% para este mes. La UMET, organismo relacionado con los gremios, estimó también un 3,9%, mientas que la consultora de Orlando Ferreres había anticipado una inflación del 4.1%.
Alerta en el equipo económico
Máxima preocupación, admite un miembro del equipo económico. No se refiere, en este caso, a la situación epidemiológica, que volvió a conmover al país, y que obligó al Gobierno a tomar medidas restrictivas adicionales. El funcionario hacía mención a la dinámica inflacionaria. Hoy el Indec dará a conocer el índice de marzo. "Nos sorprendió", admite, sin dar mayores precisiones a las que el propio Martín Guzmán admitió: "La inflación de marzo va a ser la más alta del año".
La inflación del mes pasado, por lo tanto, dio arriba del 4%, tal como venían advirtiendo algunas consultoras que miden la evolución semanal de los precios. Así, es la inflación más elevada desde noviembre de 2019 (4,3%).
La dinámica de los precios, sobre todo en alimentos, genera preocupación en el Palacio de Hacienda. Y malestar en la Casa Rosada. Por eso mismo, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ordenó que inspectores de la AFIP vayan a los supermercados a mirar si en las góndolas se cumplen los "precios máximos".
Fue la primera respuesta política a la constante suba de los precios de la comida.
Por la tarde, la secretaria de Comercio Interior dio otro paso a través de su cuenta de Twitter: denunció que varias empresas alimenticias tomaron atajos y no cumplen con el congelamiento de los precios. Básicamente, lo que hacen es engañar a los consumidores con nuevas etiquetas que dan la sensación de una renovación del producto cuando en realidad no lo es.
"Seguimos imputando a empresas por presuntas transformaciones o engaños en el etiquetado y rotulado de productos. En el caso de Nestlé, la empresa ofrecería dos productos de igual contenido con rótulos diferentes y aumentando hasta el 40% su precio", tuiteó Español acompañando la fotografía de dos frascos prácticamente idénticos de café Dolca.
La suba de los alimentos provoca un fuerte debate hacia la interna del Gobierno. Y de los propios funcionarios con las principales compañías del sector, con quienes mantienen una dura pulseada por los precios.
Hacia adentro, hay funcionarios -como el caso de la propia Español- que se muestran a favor de tomar medidas más duras, como la suspensión de exportaciones de carne. Y otros, como la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca, que descartó una medida de ese tipo.
El Gobierno pierde contra la inflación y no puede cambiar el rumbo
Como sea, hay algo cierto: el Gobierno viene perdiendo la pelea contra la inflación y -por ahora- no le encuentra la vuelta para enderezar esa dinámica.
Guzmán viene dando los pasos que indican los manuales básicos de economía. Ya anunció una desaceleración en el ritmo de devaluación mensual -de manera de quitarle presión a los costos de las empresas- y puso límites a la emisión monetaria y al déficit de las cuentas públicas. Dos variables que, se sospecha, podrían tener otra dinámica en las próximas semanas bajo el ataque de la segunda ola de contagios de Covid.
Al ancla cambiaria, el Gobierno le suma una especie de "anclita": los precios de los servicios públicos.
Acá también, los funcionarios avisaron que las tarifas se moverán, al menos en la primera parte del año, por detrás de la inflación. Es lo que sucederá con los valores de la electricidad, el gas y de los servicios de telefonía e Internet, que también están bajo la regulación estatal.
"La inflación de marzo va a ser la más alta del año pero esperamos una reducción a partir de abril", prometió Guzmán desde Roma, en medio de su gira europea.
"Hay circunstancias coyunturales que han estado afectando a los precios, incluyendo la inflación en alimentos, que es un problema en el mundo y en particular, en esta pandemia", se explayó vía zoom.
Uno de los datos "positivos" tomados por el ministro, en esta coyuntura, es la evolución de las paritarias. Hasta el momento, la mayoría de los gremios aceptó cerrar incrementos salariales de 32% promedio para este año. Aunque varios de ellos tienen pautadas revisiones más adelante, por si la inflación supera las previsiones oficiales.
Dijo Guzmán: "Los sindicatos han mostrado un accionar responsable y alineado con los objetivos de la política macroeconómica, que busca una reducción de la inflación gradual y consistente, junto a una recuperación del poder adquisitivo y del salario".
Fue más duro y enfático al hablar de la responsabilidad del sector empresario. Y ahí fue cuando se alineó con la Casa Rosada y anunció sanciones a los incumplidores. "En ausencia de un alineamiento de conductas con los objetivos factibles de estabilización macroeconómica, el Estado profundizará las acciones de políticas de precios para favorecer esos objetivos".
En esa misma línea de confrontación se ubicó Matías Kulfas en la reunión (virtual) que mantuvo con los directores de la Unión Industrial. "Ustedes lo único que saben hacer es aumentar precios y violar los acuerdos", los acusó durante el extenso encuentro de dos horas y media.
Después reprochó: "Tienen productos en Precios Máximos y se ponen a fabricar productos similares con precios más caros. ¿Por qué no le vamos a aplicar la ley?".
Los ejecutivos le habían salido al cruce de las últimas medidas que había tomado su cartera: el control de stocks y ventas; la fiscalización de los rótulos de los envases para evitar engaños a los consumidores y la obligación de producir al 100% de la capacidad en plena pandemia, en donde hay numerosas ausencias en las distintas fábricas.
El problema es más grave: no sólo se trata de empresas perfectamente identificadas y con las cuales se dan estos cruces.
En los últimos meses hubo una verdadera disparada en los precios de la carne, que el Gobierno no ha podido aliviar.
El precio de la carne se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza para los consumidores. Y para el Gobierno, que no logra atemperar los constantes incrementos; ni siquiera con las últimas medidas oficiales, como el lanzamiento de los Precios Cuidados, que prometían al menos enfriar el escenario.
La otra cuestión tiene que ver con los faltantes en las góndolas. Algunas empresas vienen cuotificando la entrega de productos, lo que se hace evidente en la escasez de variedad de artículos. Tanto en los grandes supermercados como en los comercios de barrio.
¿Se cumplirá la promesa de Guzmán? ¿Se vienen efectivamente meses más aliviados desde el punto de vista de los precios?
La cuestión tiene una dinámica económica pero, además, otra política y social. ¿Seguirán los sindicatos firmando paritarias en línea con la expectativa oficial si los precios de los alimentos siguen empinados? Difícilmente.
Se vienen semanas claves. Y no está para nada claro -en medio de la segunda ola de Covid- que la realidad acompañe la buena voluntad del ministro de Economía.