Los salarios que quiere fijar el Gobierno: aumentos apenas por arriba del 29% y en varias cuotas
El Gobierno avanza en su esquema de coordinación de precios y salarios con el cierre de nuevas paritarias algunos puntos apenas por encima de la pauta inflacionaria del 29%.
Se trata de negociaciones que, en algunos casos, se cerrarán en las próximas horas (servicio público de agua) y, en otros, se dirimirán en las próximas semanas (comercio, industria, colectivos y alimentación).
El denominador común es la exploración de pagos en hasta cinco tramos, sumas fijas y cláusulas de revisión para llegar a octubre en un clima de paz social, un objetivo cuyo éxito dependerá de que el Ejecutivo logre moderar la inflación y mantener controlado el dólar
Con esa premisa, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, recibirá este martes a la mañana a la titular de Aguas y Saneamiento Sociedad Anónima (AySA), Malena Galmarini, y al líder del gremio de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, para la firma de una suba del orden del 32% en cuatro tramos (febrero, mayo, septiembre y diciembre) retroactivo a febrero y con dos cláusulas de revisión.
Galmarini coronará así un acuerdo alineado con la estrategia del ministro de Economía, Martín Guzmán, de otorgar no más de "entre tres y cuatro puntos" por encima de la inflación prevista en el Presupuesto.
Moroni y la secretaria de gestión y empleo público de jefatura de Gabinete, Ana Castellani, enviaron otra señal la semana pasada al anunciar el incremento del 29,5% anudado entre Luz y Fuerza y nucleoeléctrica (NASA) en cinco tramos no acumulativos (5% en febrero, 7% en marzo, 8% en mayo, 5% en agosto y 4,5% en octubre).
La empresa encargada de operar las centrales nucleares Atucha I, Atucha II y Embalse es manejada por el Estado, un 79% de las acciones por la cartera de Guzmán, un 20% la Comisión de Energía Atómica (CNEA) y un 1% el ente binacional Ebisa.
En sintonía con las expectativas oficiales, el gremio de los porteros (Suterh) encabezado por Victor Santa María selló la semana pasada un aumento del 32% en cuatro tramos no acumulativos (7% en abril, 10% en julio, 10% en octubre y 5% en febrero del año próximo).
El sindicalista integró la comitiva sindical que en febrero mantuvo una reunión con el Gabinete en la que se desaconsejó el uso de cláusulas gatillo y se acordó seguir el modelo de la Asociación Bancaria, liderada por Segio Palazzo, consistente en una suba del 29% en tres tramos con revisión en septiembre y diciembre.
Ahora las autoridades esperan que su esquema sea replicado en actividades estratégicas por su impacto en el empleo y el consumo interno. En comercio, un sector con 1,2 millones de trabajadores, el gremio liderado por Armando Cavalieri evalúa un aumento "unos puntos" por encima de la pauta oficial en la medida que no se desmadren los precios.
Después de acordar en enero una suba del 21% en tres tramos y acumular un 33% en 2020, las partes deben renovar el convenio en abril. Pero los empresarios prevén un ajuste más moderado. "Seguramente se va a tener que respetar la pauta del 29%, una cosa es la necesidad y otra lo que se puede pagar", señalaron en la Cámara de Comercio.
La UOM busca superar la meta oficial
Por otra parte, el líder de la UOM, Antonio Caló, explora un aumento del orden del 32% con las cámaras metalúrgicas (Adimra, Afarte, Afac, Camina, Fedehogar y Caiama) mediante sumas no remunerativas, de modo de reducir las cargas sociales que pagan las empresas.
El sector ya utilizó esa modalidad en 2020 al convenir el pago de $6.000 mensuales (equivalente a un 39,6% para la escala más baja) hasta marzo, sin cobrar incrementos durante cinco meses y en medio de suspensiones y despidos.
El objetivo es llevar el salario mínimo garantizado, de $44.000, por encima de la canasta básica -hoy en $56.000- con actualizaciones de entre tres y seis meses, un planteo impulsado por las seccionales díscolas de la UOM, como La Matanza.
Las pretensiones del gremio chocan con el escepticismo reinante en las entidades empresarias, en donde apuntan a pagar un incremento en varios tramos y más apegado a la pauta oficial.
"Tenemos que resolver el desfasaje entre la canasta básica y los salarios, pero nosotros no manejamos la canasta", señalaron desde Adimra en referencia al sector alimenticio.
La propuesta de reducir impuestos a los fabricantes deberá pasar el filtro de la cartera laboral, en la cual aseguran que "las sumas no remunerativas dependen del sector, no hay una regla ni tampoco un veto por parte del Ministerio de Trabajo". Moroni intervendrá además en el debate de otro tributo con su participación este martes por zoom en la reunión de comisiones de Diputados para avanzar con los cambios en Ganancias.