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Decisivo para el dólar: qué negociará Guzmán ahora ante el FMI

El ministro de Economía negociará varios términos del acuerdo alcanzado en el 2018 y, entre otras cosas, pedirá una reducción del recargo financiero
06/03/2021 - 18:32hs
Decisivo para el dólar: qué negociará Guzmán ahora ante el FMI

El ministro de Economía, Martín Guzmán, viajará a Washington en la segunda quincena de marzo con la mira puesta en poder negociar un acuerdo con el FMI con condiciones más accesibles, para que la Argentina pueda cumplir con el compromiso de pago de la deuda de u$s44.000 millones que contrajo el expresidente Mauricio Macri.

Será bajo el lineamiento expuesto por el presidente Alberto Fernández a principios de semana en la apertura del período de sesiones ordinarias en el Congreso, donde dijo que se negociará con el Fondo "sin apresurarnos" y en un marco de "diálogo y respeto" con la comunidad internacional.

En ese marco, Guzmán buscará renegociar varios términos del acuerdo alcanzado en el 2018, con el objetivo de flexibilizar sus condiciones y asimismo pactar metas realistas de "convergencia" de la brecha fiscal y monetarias para lograr una recuperación de las reservas, una deuda sostenible y un crecimiento inclusivo.

Guzmán pedirá una reducción del recargo financiero que sufre el país

Para establecer un nuevo acuerdo, no sólo está en juego la extensión de plazos sino que, como novedad, también intentará poner sobre la mesa el pedido de una reducción del recargo financiero que sufre el país, tras haber solicitado en el 2018 un préstamo considerado de carácter excepcional.

En rigor, la administración de Fernández buscará hacer valer en las negociaciones que el acuerdo del 2018 se trató de un "acuerdo político" y que "violó el estatuto del FMI", como denunció el Presidente esta semana ante el Congreso.

Con esa consigna, Guzmán buscará entrevistarse con la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, y con funcionarios del Tesoro de los Estados Unidos, en una agenda aún a confirmar.

"Aún no está definida la fecha ni la modalidad de la visita", indicaron desde el FMI, que espera la llegada del Ministro a mediados de marzo.

Grupo de los 20

En el ínterin, una discusión está cobrando forma en el G20 acerca de dotar al FMI de "más herramientas" para paliar la crisis, y eso podría beneficiar la postura argentina en la negociación con el organismo multilateral.

Una de ellas, es el pedido de reducir los costos de los recargos por solicitar préstamos de carácter excepcional, en el contexto de la pandemia, a tono con el planteo argentino.

Al respecto, Guzmán se expresó formalmente ante su pares del G20 en la reunión que tuvo lugar la semana pasada, de solicitar que el FMI revise y modifique los recargos que aplica en los créditos que otorga sobre la tasa de interés básica.

Según Guzmán, "es tan grande el préstamo del FMI que se hace difícil su sostenibilidad en un período corto. Estamos trabajando en condiciones para que la tasa de interés sea lo mejor posible, y es algo que planteé en el G20 que es la reducción de los sobrecostos en la tasa de interés del FMI", aseveró en declaraciones televisivas.

En la misma línea el viernes el director del Centro de Políticas de Desarrollo Global de la Escuela de Estudios Globales de la Universidad de Boston, Kevin Gallagher, quien se desempeña además como copresidente del Grupo de Trabajo Think 20 sobre Finanzas Internacionales del G20 de Italia, publicó un artículo en el diario Financial Times en favor de esta posición.

Gallaher planteó que "el mecanismo actual del FMI para agregar recargos a los costos de intereses de la deuda sobre sus préstamos debería abandonarse para ayudar a la recuperación económica global".

Según los cálculos del economista, "los países que más necesitan del FMI tendrán que pagar más de u$s4.000 millones en recargos adicionales, además de los pagos de intereses y tarifas desde el comienzo de la crisis hasta fines de 2022", dijo Gallagher.

Aquí se incluye a los países como Georgia, Angola y la Argentina, que ya tenía un préstamo de carácter excepcional, según explicitó, a los que se sumarán a partir de ahora los recargos que se imputarán a los préstamos de emergencia por más de u$s100.000 millones otorgados a 85 países por el Fondo desde que comenzó la pandemia.

El Gobierno aseguró que no apresurará los tiempos, priorizando un buen acuerdo con el FMI

Gallagher acotó que "el FMI estima que los recargos se han convertido en la mayor fuente de ingresos del Fondo, representando casi la mitad de los ingresos durante este período", desde que estalló la crisis en marzo último.

Una de las causas de ello es porque "estos recargos a menudo pueden llevar a que los costos de la deuda se tripliquen", alertó el experto en finanzas de la Universidad de Boston.

El ministro Guzmán advirtió que la política de recargos que aplica el FMI "es desigual, porque afecta de manera desproporcionada a los países emergentes y de ingresos medios con las cuotas más bajas, y es procíclica, porque impone condiciones más duras a los países que tienen condiciones de mercado más adversas", por lo que solicitó a sus pares del G20 que dicha política será revisada.

También el G20 instruyó al FMI para tomar acciones con el objetivo de "formular una propuesta para una asignación general de DEG" (Derechos Especiales de Giro), y de "continuar con la iniciativa de suspensión de la deuda para países más pobres" mientras dure la pandemia, entre otras iniciativas, también en línea con el planteo del Gobierno argentino, señaló Telam.

Guzmán manifestó que "la Argentina apoya plenamente una nueva asignación general de Derechos Especiales de Giro, que proporcionará fondos para las economías de ingresos bajos y medios que se necesitan con urgencia".

En particular para el país, puede representa una inyección de unos u$s3.300 millones en reservas, y que la iniciativa que se está considerando, según el gobierno italiano, es emitir una cantidad de 350.000 millones de DEG, que equivalen a cerca de u$s500.000 millones y la Argentina participa con una cuota de 0,7%.

La intención inicial del gobierno argentino era alcanzar un acuerdo en mayo, para poder obtener la llave de una renegociación del vencimiento de u$s2.800 millones con el Club de París.

Sin embargo, si las negociaciones lo requieren, el Gobierno aseguró que no apresurará los tiempos, priorizando un buen acuerdo con el FMI.

Impacto en el dólar

Si hay acuerdo con el FMI, el sector bursátil y financiero podría recuperarse y eso reportaría un buen ingreso de capitales, que permitiría ir saliendo de la pandemia con una recuperación económica fuerte. Sin embargo, todo indica que el proyecto de lograr un cierre feliz al proceso que se había anunciado no se va a concretar: habrá que esperar seguramente hasta después de las elecciones de octubre

Esto no deberá ser preocupante, según el economista jefe de la Fundación de Investigaciones Económicas para el Desarrollo (FIDE), Nicolás Zeolla, porque señala que "la negociación con el FMI, al igual que con privados, es un dato de los que llamamos estructural de la economía argentina". Según su opinión, si el acuerdo demora más meses de lo esperado no debería ser perjudicial.

Sin embargo, un tema que sí puede generar cortocircuito es la política cambiaria que anunció el ministro de Economía hace unas semanas, que dio origen al bautizado "dólar Guzmán". Básicamente, lo que se resolvió es llevar la devaluación del peso respecto de la divisa estadounidense unos puntos por detrás de la inflación, lo que arrojaría un precio de la divisa de $102,40 a fin de año, aproximadamente.

Tal como lo señala a iProfesional Julián Zicari, economista, historiador e investigador del Conicet, la variable dólar es un tema no menor en todo este proceso.  

Hay quienes ponen en duda el acuerdo, pero la realidad es que se trata de una dilatación en el proceso

Un cambio de planes, la causa del delay

"Hasta ahora, se veía que el Gobierno estaba buscando achicar la brecha como una condición indispensable para llegar a un acuerdo con el FMI. Para eso, se hicieron varias cosas: se resolvió que la apreciación del dólar fuera acompañando la inflación y el BCRA estuvo vendiendo bonos para que bajen el MEP y el CCL y eso baje el dólar blue", describe el analista.

Afirma que lo que se necesita es alcanzar una brecha del 50% o inferior (en ese momento ronda el 60%), pero el problema es que el dólar funciona como acelerador de la inflación.

"Si el oficial siguiera subiendo en tren de reducir la brecha, se corre el riesgo de seguir acelerando los precios. Por eso, Guzmán ya anunció que lo van a ir planchando unos puntos por atrás de la inflación", comenta Zicari. Eso puede generar cortocircuitos con el FMI, pero la apuesta puede ser a controlar un poco más el oficial y que los dólares paralelos sigan cayendo para lograr que se ubique la brecha entre el 50 y el 30%.

"La inflación es un problema que el FMI considera que se debe atacar con instrumentos monetarios y fiscales, generando un buen clima para las inversiones, así como para la estabilidad de la economía en general. Similares condiciones se aplican al déficit fiscal, la emisión monetaria y la brecha cambiaria", asegura el economista Federico Glustein. El analista advierte que la base del crecimiento del PBI en el tiempo es resolver estos problemas, logrando inversiones y mejoras en la productividad.

Este año, el ministro Guzmán aplicará una política monetaria más gradual, que se hará más firme en 2022.
Este año, el ministro Guzmán aplicará una política monetaria más gradual, que se hará más firme en 2022

Gradualismo monetario hasta octubre 

Sin embargo, en línea con lo que describe Zicari, anticipa que, para el corriente año Guzmán mostrará cierto gradualismo en materia de política monetaria, debido a que no quiere agravar los efectos de la pandemia ,y se espera para 2022 un accionar más fuerte para aplacar los desbarajustes económicos.

En lo que respecta al dólar y, sobre la base de estas premisas, Glustein prevé que, "si se llega a un acuerdo, la brecha cambiaria tendería a reducirse e, incluso, se podría pensar en una quita de parte de los impuestos al dólar solidario".

Anticipa así que con el sostén del nivel de reservas internacionales en poder del Banco Central (BCRA) -sin que haya grandes corridas previas- y con la posibilidad de incorporar a las arcas de la máxima entidad monetaria una gran cantidad de dólares como resultado del incremento del precio internacional de los commodities (recordemos que el valor  de la soja superó los u$s500 por tonelada) "se puede esperar una pax temporal en relación al tipo de cambio, menor necesidad de moneda extranjera e incremento de las modalidades de ahorro en pesos".

Aunque demore unos meses, pareciera que se va a llegar a un acuerdo con el Fondo.
Aunque demore unos meses, pareciera que se va a llegar a un acuerdo con el Fondo.

El acuerdo parece ineludible

Eso generará un buen clima de recuperación que se debe intentar mantener en el tiempo. Para ello, será indispensable, entre otras medidas que se tomen, que Argentina logre acordar con el FMI. "Eso permitirá que el mercado bursátil local recupere vigor, permitirá sanear nuestra deuda y que la recuperación económica se siga profundizando", resalta Zicari.

El analista internacional Julián Kan, posdoctor en Ciencias Humanas y Sociales de la UBA, por su parte, apunta que los organismos financieros internacionales cumplen un rol fundamental en la política exterior argentina y que "el presidente Alberto Fernández viene haciendo una lectura pragmática de lo que le corresponde a la Argentina en este sentido".

"Argentina va en una buena senda en ese sentido porque viene sosteniendo la intención de pagar y eso implica voluntad de acuerdo, aunque con una negociación conveniente para el país, que trata evitar ajustes duros. Además, logró acordar con los acreedores externos y con los locales, por lo que sería el último clavo para resolver los desbarajustes de la economía y el endeudamiento que dejó la gestión anterior", describe Kan.  

Asimismo, considera que el FMI también está con buena intención para acordar porque "Argentina es hoy el principal acreedor del FMI, por lo que, no sería positivo para el organismo no cerrar la negociación positivamente".

Zeolla opina que "se sabe poco de la negociación con el Fondo y anticipa que, más allá del formato elegido, el acuerdo debería buscar el mayor plazo de repago con el menor conjunto de condicionamientos". En ello, la letra chica será central y es de esperar que esté muy relacionada a la política monetaria y fiscal que se deberá llevar adelante.

En este sentido, el proceso puede ser difícil, ya que Glustein prevé que, pese a la buena sintonía de la nueva titular del FMI, Kristalina Georgieva, con la administración de Alberto Fernández, la entidad otorgó una gran cantidad de préstamos en tiempos de pandemia, por lo que alerta que "si cierra un convenio demasiado flexible, con pocas exigencias fiscales y monetarias, el resto de las naciones le van a reclamar un trato igualitario".

Eso, según su visión, dificulta ciertas peticiones de la Argentina, como el plazo de pago y quitas