Guzmán quiere que el precio del dólar ronde los $102 a fin de año: ¿el mercado le cree?
En los últimos días el Gobierno se mostró decidido a dar la batalla por las expectativas económicas. A la vanguardia de este esfuerzo, el ministro Martín Guzmán reveló con números concretos sus metas para el precio del dólar y la inflación este año.
La cuestión que surge ahora, en la mente de todos los argentinos, es si las previsiones de Guzmán servirán para ordenar el rumbo de la economía o terminarán hundidas por una realidad menos amable.
En relación al dólar, Guzmán dejó entrever que quiere un precio de la divisa oficial mayorista de $102,40 para fin de año. Hay que recordar que el dólar mayorista –que es la referencia usual del mercado- cerró este miércoles a $88,94.
Guzmán también delineó lo que espera para la inflación: un 29%. Esto es muy por debajo del 36% de 2020, pero también mucho menos que lo que actualmente prevén los analistas.
De hecho, las expectativas del mercado anticipan una inflación del 49% y una devaluación del 38% (dólar a $115,71), según puntualiza un informe de Delphos Investment.
La reacción inmediata del mercado
En principio, las definiciones del ministro de Economía tuvieron un impacto innegable en el comportamiento del mercado. "Las declaraciones generaron una fuerte rotación desde títulos dollar-linked hacia otros Tasa Fija o Badlar", señala el texto de Delphos.
El resultado de esto fue una fuerte suba en las cotizaciones de algunos soberanos y provinciales.
Delphos agrega que hubo "una caída en la expectativa de devaluación, aunque todavía continúa lejos de lo expuesto por el ministro".
"Por otro lado, la inflación implícita ni se mosquea y continúa en niveles de alrededor del 49%", aclara la consultora.
¿Guzmán podrá frenar la devaluación?
Mientras el dólar blue sigue planchado, resulta evidente que el tipo de cambio oficial continúa sin prisa y sin pausa en su camino de "micro devaluación".
Y los analistas de Delphos advierten que si el Gobierno de verdad quiere cumplir la meta de una depreciación del peso frente al dólar de sólo 25% este año, el ritmo de suba del billete verde deberá aminorarse.
"Para alcanzar el objetivo de depreciación nominal del 25% a lo largo del 2021, la depreciación diaria debería ser de alrededor de 4 centavos desde aquí hasta que finalice el año. Por el momento, ese valor es de 9 centavos, que, si bien es más bajo que los 10/11 centavos observados desde principio de año, aún luce lejano en relación al objetivo", explica Delphos Investment.
"De todos modos, el mercado achicó considerablemente la expectativa de devaluación desde 60% a fines hacia fines de noviembre hasta 37% hoy", añade.
Según el informe de la consultora, el Gobierno logró un predicamento dispar con sus previsiones sobre dólar e inflación.
En cuanto al precio del billete estadounidense, Guzmán habría logrado el efecto de dar una "estocada final a una expectativa que venía en baja, y quetenía como principal soporte las elecciones legislativas de octubre".
Es decir que los actores económicos consideran factible que el Gobierno consiga "atrasar" el dólar en este año electoral.
Pero, advierte Delphos, "en segundo lugar, la inflación implícita no se mueve. El mercado confía poco en la capacidad del Gobierno para recortar la tasa de desindexación que viene mostrando la economía".
Precio del dólar en 2021: el pronóstico de los expertos
Se acaba de difundir el nuevo informe internacional FocusEconomics Consensus Forecast LatinFocus, en el cual unos 40 economistas nacionales y del exterior trazan sus pronósticos mensuales sobre lo que ocurrirá en los próximos meses.
Para todo 2021, los analistas consultados en el mencionado relevamiento están proyectando que el dólar mayorista subiría hasta alcanzar los 126,48 pesos.
Hay un aspecto positivo: en el informe de FocusEconomics correspondiente al mes de enero, el consenso rondaba los $128. Es decir que, en base al último reporte, se prevé una menor depreciación de la moneda nacional.
Sin embargo, los casi $126,50 por cada dólar (mayorista) que ahora estima el mercado implican una brecha importantísima respecto de los $102,40 que imagina el Gobierno.
De hecho, en el informe presentado por la consultora, la conclusión es que "el peso argentino está destinado a perder más terreno en el futuro, en medio de una inflación elevada y una economía frágil. Nuestro panel considera que el tipo de cambio finalizará el 2021 en 126,48 pesos por dólar".
Tal como se mencionó, el consenso entre los expertos reunidos por FocusEconomics es que el dólar mayorista llegará hasta los $126,48 a fin de año.
Al analizar cuál es el pronóstico más pesimista, se observa que corresponde a Empiria Consultores, que proyecta un tipo de cambio de $156,48. Por detrás, en un rango de entre $140 y $144, se encolumnan Barclays Capital, Citigroup Global Markets y Quantum Finanzas.
En la otra punta, entre los pronósticos que más se acercan a los objetivos del Gobierno, figuran Scotiabank, que estima un dólar a $106,10 a fin de año, Seido ($112,09), C&T Asesores ($114,67) y Fitch Solutions ($115,30).
En el caso de Eco Go, la consultora prevé un billete verde mayorista del orden de los $130,20, es decir, por encima del consenso. En este contexto, Federico Furiase, director de la consultora, afirmó que "el peso argentino se ha ido debilitando a una tasa del 4% mensual". Según el experto, el ritmo debería comenzar a avanzar al 1,3% promedio mensual desde marzo si es que se pretende llegar a los $102,40 que mencionó Guzmán.
Para Furiase, la estrategia es "bajar la inflación y contener la lucha salarial, mientras negocian aumentos salariales utilizando como referencia el 30% anual". Como contrapartida, advierte que "el Gobierno aún no está dispuesto a pagar el costo de una subida de tasas" y "con un mercado que sabe que no habrá ajuste fiscal en el año electoral".
En paralelo, Tomás Ruiz Palacios, estratega de Cohen, aseguró que con la inflación en aumento, el Gobierno ahora "intenta una nueva estrategia: anclar el tipo de cambio para controlar la dinámica de precios".
El experto recordó que el Gobierno viene de endurecer el mercado cambiario con regulaciones más estrictas; además, "moderó levemente la dinámica del gasto y aumentó el financiamiento mediante colocaciones de deuda en pesos en el mercado local. Esto eliminó la presión del mercado cambiario y gradualmente contuvo las operaciones en el mercado paralelo. Al mismo tiempo, el contexto internacional, con los commodities agrícolas alcanzando el mejor nivel en los últimos 5 años, contribuyó a que las expectativas de un discreto salto en el tipo de cambio fueran menguando".