Baja el precio de la carne: ¿cuánto te va a costar el "asadito del domingo"?
El Gobierno nacional anunció este lunes la puesta en marcha de un acuerdo de precios que comprenderá a diez cortes de carne vacuna, que se comercializarán con valores hasta 30% menor que los promedios registrados a fines de diciembre pasado y que se extenderán hasta el 31 de marzo próximo.
En los supermercados, las ofertas estarán disponible los fines de semana y los miércoles de las primeras 3 semanas de cada mes; mientras que en el Mercado Central, todos los días.
La rebaja de hasta 30% en los precios comprenderá a los cortes más representativos de carne vacuna, entre los que se encuentran la tira de asado, el vacío, el matambre, la tapa de asado, cuadrada-bola de lomo y carnaza, anunciaron esta tarde las autoridades nacionales en una conferencia de prensa.
El acuerdo de precios, que fue alcanzado con frigoríficos exportadores, busca armar una canasta de cortes de carne que puedan llegar a los consumidores con precios más bajos.
"Valoro el esfuerzo que han hecho y más allá de que celebro que puedan exportar, les pido que cuiden el bolsillo de los argentinos", les señaló el presidente Alberto Fernández a los representantes del sector cárnico que participaron en el encuentro que tuvo lugar en la Casa Rosada.
En la rueda de prensa, realizada en Casa de Gobierno, participaron el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas; el titular de la cartera de Agricultura, Luis Basterra; la secretaria de Comercio Interior, Paula Español; y el empresario Ravetinno, del Consorcio de exportadores ABC.
Los cortes y los precios
A través de este acuerdo, se venderán 8 cortes de carnes, los que se suman a los 2 que ya se incluyen en el programa Precios Cuidados.
De esta manera, habrá un total de 10 cortes de carne a precios accesibles.
La lista es la siguiente:
Para el asado
-Tira de asado: $399 (29% más bajo que en diciembre)
-Vacio: $499 (20% más bajo que en diciembre)
-Matambre: $549 (13% más bajo que en diciembre)
-Tapa de asado: $429 (15% más bajo que en diciembre)
Otros cortes
-Cuadrada/bola de lomo: $489 (13% más bajo que en diciembre)
-Carnaza: $359 (13% más bajo que en diciembre)
-Falda: $229 (30% más bajo que en diciembre)
-Roastbeef: $399 (12% más bajo que en diciembre)
-Carne picada: $265 (Precios Cuidados)
-Espinazo: $110 (Precios Cuidados)
Dónde comprarlos
El presidente Alberto Fernández firmó el acuerdo con las cámaras de frigoríficos, carnicerías y supermercados, por lo que se ofrecerán los descuentos de los 10 de los principales cortes de carne vacuna en más de 1.600 bocas de expendio de todo el país.
Podrán comprarse en las grandes cadenas de supermercados como Coto, Jumbo, Vea, Disco, Carrefour, Walmart, La Anónima, Día, Libertad y Carnicerías Friar, entre otros, y en el Mercado Central.
Se calcula un volumen inicial de entre 5.500 y 6.000 toneladas mensuales.
El consumo de carne vacuna de los argentinos cae a nivel mínimo
El consumo de carne vacuna de los argentinos cayó a su mínimo histórico en 2020, unos 49,7 kilogramos por persona, debido a la caída del poder adquisitivo y una apertura hacia la carne de pollo y de cerdo.
El pico de consumo promedio de carne vacuna en el país austral, que junto a Uruguay comparte el podium mundial por persona, se había dado en 1956, al tocar los 100,8 kilogramos, según datos de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de Argentina (Ciccra).
"Venimos cayendo en el consumo de carne vacuna de manera paulatina y lenta. Es probable que terminemos en consumos parecidos a los de países desarrollados", afirma a Efe el presidente de la Ciccra, Miguel Schiariti, en referencia a consumos más moderados de ese tipo de carne como el de EEUU (35 kilogramos por persona) o la Unión Europea (20 kilogramos).
Es el aumento del precio de la carne – 74,8% interanual en diciembre de 2020, según el laboratorio de ideas IERAL de la Fundación Mediterránea- lo que lleva a los ciudadanos a volcarse a otras variedades, como el pollo, que aumentó el 58% y el cerdo, 59%.
Si se suman a los 49,7 kilos de carne vacuna consumidos por persona los 44 kilos de pollo y los 14 de cerdo, el consumo de las tres variedades trepó el año pasado a unos 108 kilogramos por habitante.
Cambio de hábitos en el consumo de carne bovina que se dan en un contexto de niveles récords de producción y exportación de proteína animal en Argentina, que lleva casi tres años en recesión -con altos niveles de inflación y caída del poder adquisitivo- agravada por los efectos de la pandemia del coronavirus.
Diferentes tipos de cortes para dentro y fuera del país
Acostumbrado a observar los cambios de hábito en el mostrador, Emmanuel Lapetina, del Frigorífico La Peña, en el Mercado Central de Buenos Aires, cuenta a la agencia Efe que el cambio en la conformación de la cantidad de carne vacuna que come el argentino es "estrictamente" por un tema de precios.
Explica que el consumo interno de carne vacuna se vio afectado el último año "por una puja de precios", por el efecto de las exportaciones sobre los precios internos, que se suma al nivel de inflación general (un 36,1 % en todo 2020): "La gente se vuelca a otro tipo de carne dependiendo de cómo este el precio mensual".
Para Oscar Subarroca, presidente del Mercado de Liniers de Buenos Aires, las exportaciones, que están en un nivel históricamente alto (unas 917.000 toneladas), juegan en un carril distinto al consumo nacional, porque son dos tipos de hacienda de calidad diferentes.
Y es que se entiende que cuantas más exportaciones haya, mayor cantidad habrá de asado, vacío y matambre, los cortes predilectos de los argentinos, porque no se venden en el exterior.
Según Subarroca, el precio de la hacienda sube debido al aumento del costo del maíz que sirve de alimento al animal y del costo de reposición de los novillos, e igualmente considera que "el novillo que se está vendiendo en el mercado no se está vendiendo al valor que tendría que estar, debería ser más alto".
Schiariti agrega que por el aumento de costos, los ganaderos llevaron las vacas a pastar en vez de engordarlas con maíz, un proceso de producción más lento que junto al cierre impositivo del año disminuyó la oferta, lo que chocó con el aumento de la demanda por la apertura de actividades tras los meses de cuarentena por la pandemia del coronavirus: "Fue una combinación explosiva".