Un "regalo" para Argentina: Joe Biden podría encender la "maquinita" de dinero del FMI
Mientras que sigue el raid oficial con los líderes del mundo para que "ayuden" a la Argentina en sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), como la reciente charla entre Alberto Fernández y la canciller alemán Angela Merkel, el país podría obtener un alivio financiero casi de carambola.
Sin tener que hacer algo, y si se cumplen los pronósticos de varios especialistas, el país podría recibir dinero del Fondo para robustecer las reservas internacionales y hacer frente a la crisis por la pandemia del COVID19.
Esto es así porque se cree que con la llegada de Joe Biden a la presidencia de Estados Unidos, se reactivará el pedido de Kristalina Georgieva para que le permitan emitir los denominados Derechos Especiales de Giro (DEG), o sea la moneda del organismo, entre los países miembro para ayudar a paliar la crisis de la pandemia. Y como la Argentina es un país que pertenece al FMI, recibiría el equivalente a su cuota anual.
Herramienta poco utilizada en la historia del Fondo
Claro que todo depende de la decisión que tome EEUU, el país que mayor peso tiene en el organismo y por ende el poder de voto, para que esa iniciativa prospere. De ser así, como creen varios especialistas, a la Argentina le caería del cielo un financiamiento que hasta hace poco era impensado.
El DEG, que actualmente cotiza a 1,4 dólares, fue creado hace 50 años para complementar las reservas oficiales de los países miembros del FMI. Está considerada como un activo de reserva internacional.
El Fondo utilizó en escasas ocasiones la emisión de DEG durante la historia. De hecho, fueron tan sólo tres veces: la inicial, en 1970–72, cuando se volcaron DEG por 9.300 millones; la segunda, en 1979–81, de DEG por 12.100 millones, y la tercera, en 2009, de DEG 182.700 millones. Esta última incluyó 21.500 millones que habían sido aprobados en 1997 pero que nunca habían entrado en vigor, así como una nueva asignación de DEG 161.200 millones (equivalente a u$s250.000 millones) como una de las medidas para gestionar la crisis financiera internacional.
Se desconoce cuánto podría emitir el FMI en este momento. Algunos economistas en Washignton hablaban del equivalente a u$s300.000 millones. Otros creen que dada la magnitud de la crisis por la pandemia, ese monto debería estar más de u$s2 billones (similar al paquete fiscal que acaba de lanzar EEUU). Pero eso aún es desconocido y está en terreno de rumores.
Lo que sí se sabe es que la postura de Biden y de su secretaria del Tesoro, Janet Yellen, tiene más afinidad a la de la actual número del FMI que viene reclamando esto (de hecho, también lo había pedido Christine Lagarde).
Héctor Torres, ex representante argentino ante el FMI, dice que al país le correspondería un monto equivalente al 0,7% de lo que se emita (que es la cuota del país ante el organismo).
Una mano en medio de la pandemia
Torres explica que cuando un país recibe los DEG, lo puede cambiar por cualquiera de las monedas que están en la canasta, como el dólar, la libra esterlina, el euro o el yen. El que recibe ese "dinero del FMI" es el Banco Central y sólo lo puede vender a otros bancos centrales o con el FMI. Básicamente, sería un "regalo" que recibiría la Argentina (y el resto de los países que conforman el organismo).
El BCRA actualmente tiene DEG en sus reservas "brutas". De hecho, hay algo así como el equivalente a u$s1.500 millones. Cuando los economistas quieren hablar de cuántas son las reservas líquidas o el poder de fuego inmediato que tendría el organismo, se descuentan las DEG.
El Gobierno claramente vería con buenos ojos que el FMI inunde de DEG al mundo. De hecho, esa emisión de emergencia no tiene condicionalidades ni tiene que ser devuelta (como sí los préstamos tradicionales). El diputado oficialista Leopoldo Moreau escribió en Página 12, hace días, precisamente ese pedido.
"(El Fondo) tiene a mano otros instrumentos para aliviar la situación de la Argentina y otros países del mundo que están en igualdad de condiciones, como por ejemplo, apelar a la emisión de Derechos Especiales de Giro, destinados precisamente a estos países que, como el nuestro, sufren los efectos de la pandemia por un lado y de la irresponsabilidad de un sobreendeudamiento que contó con la complicidad de los gobiernos y de la anterior cúpula del Fondo Monetario Internacional".
"Hoy el Fondo Monetario Internacional podría y debería hacer lo mismo frente a una situación infinitamente más grave. En el Senado de los EE.UU. hay proyectos que aconsejan tomar este camino. Es un debate que debemos instalar en el seno de nuestra coalición gobernante", dice Moreau.
¿Se vendrá una campaña oficial para que haya esta emisión de DEG? Lo cierto es que el partido se juega en Washington y por ahora habría cierto margen para que esta clase de ideas prosperen. Si así fuera, la Argentina tendría una ayuda impensada en un año donde la situación fiscal seguirá siendo desafiante por la pandemia y el año electoral. ¿Más viento de cola para Alberto Fernández en el 2020? Se estará por ver.