El 2021, con los ojos puestos en el dólar: qué viene en materia cambiaria según el economista Amilcar Collante
El economista Amilcar Collante plantea que durante el verano habrá que prestar atención a los movimientos del Banco Central para saber si el escenario cambiario positivo de este fin de año -con compras de reservas por parte de la autoridad monetaria- se puede extender al verano.
En esta entrevista con iProfesional, el economista de la Universidad de la Plata y miembro de CESUR (Centro de Estudios Económicos del Sur), no descarta que sea necesaria una suba de la tasa de interés.
-¿Que el Banco Central haya comprado dólares a lo largo de la semana significa que el Gobierno le ganó la pulseada al mercado, que esperaba una devaluación?
-Creo que es prematuro decir que se ganó la pulseada. Cómo se dice "una golondrina no hace verano". Sin embargo, hay que destacar que el BCRA , con un control de cambios muy estricto, logró volver a comprar reservas en diciembre. Hasta el viernes 18, según información oficial, compró u$s136 millones en el mercado de cambios. Y se estima que al día 23 acumulaba compras por unos u$s400 millones. Lo cual es positivo. Pero hay que tomar en cuenta una cosa: aún el nivel de reservas netas del BCRA no superan los u$s3.000 millones. Es muy poco el "poder de fuego" del Central para flexibilizar las restricciones cambiarias y que el "dólar oficial" no se devalúe. Además, aún no hay un "anclaje" de las expectativas de cara a 2021. La incertidumbre macroeconómica continúa.
-¿Cómo se explica que el Banco Central haya pasado de vendedor neto a comprador de divisas?
-Básicamente, la tensión cambiaria bajó por la venta de bonos de ANSES y del BCRA para controlar a los "dólares alternativos" .Y también por la emisión de bonos por u$s1.500 millones del Tesoro Nacional para "darle salida" a los fondos de inversión extranjeros que quedaron "atrapados" en bonos en pesos. Y la emisión de bonos "dollar linked" -una especie de seguro de cambio- para cubrir las necesidades de financiamiento en pesos.
-En este contexto que usted describe: ¿qué escenario financiero imagina en el comienzos de 2021
-En el arranque de 2021, la evolución de las variables financieras dependerá de dos cuestiones: Uno: el avance en la negociación del plan de facilidades extendidas con el FMI (por u$s44.000 millones) y, dos: cuál será la reacción del Banco Central cuando comience a revertirse el aumento en la demanda de pesos de diciembre, que se da típicamente por una cuestión estacional.
-¿Ayudará un arreglo con el FMI?
-El acuerdo con el FMI es clave para "anclar" a las expectativas y tener claro cuál es el programa financiero y como quedarán los vencimientos de deuda a futuro. Es probable que en la negociación, el FMI reclame más claridad en las señales fiscales y veamos mayor tensión en la negociación. En las últimas semanas hubo modificaciones de medidas que incrementan las partidas del gasto que el propio Guzmán intentaba ajustar. En otras palabras, el Gobierno envió señales ambiguas al mercado. Y al Fondo Monetario.
-¿Cuáles son esas señales contradictorias?
-En materia de tarifaria se prorrogó el "descongelamiento" de tarifas de empresas de servicios públicos (luz y gas) para el mes de marzo de 2021.Y en el caso del pago de diciembre (5%) a jubilados y pensionados que se iba a tomar a cuenta de los aumentos de marzo, finalmente, no se compensará ese pago con el nuevo ajuste.
-¿Espera que si el escenario financiero se complica el BCRA se vea obligado a tomar medidas adicionales?
-En el arranque del año (especialmente durante febrero) se produce una reversión en la demanda de pesos, que por una cuestión estacional aumenta en diciembre (por pago de medio aguinaldo, vacaciones, bonos de fin de año). Consecuentemente, el BCRA debe tener que absorber los pesos emitidos en diciembre. Si no ocurre, existe el riesgo que esos pesos presionen sobre la "brecha cambiaria". Para ello, probablemente deberá subir la tasa de interés. Y así evitar una nueva disparada de los dólares alternativos. También deberá seguir monitoreando lo que sucede con los depósitos a plazo fijo en pesos (privados) , que se han estabilizado en las últimas semanas. Pero representan un stock de pesos muy grande, de casi $2 billones (equivalente a u$s12.500 millones al "dólar blue") que si no fuesen renovados y corrieran al "dólar libre" o a los "dólares alternativos" pueden agravar la crisis.
-¿Y la economía real? ¿Espera una recuperación importante o moderada para el año que viene?
-El número del crecimiento del PBI dependerá básicamente de la evolución de la pandemia. Si hay una "segunda ola" fuerte de Covid sin una vacunación significativa (especialmente en los grupos de riesgo). Es el escenario más pesimista. El Gobierno debería enfrentar la crisis sanitaria y la económica. Pero ya sin financiamiento. La "maquinita" del BCRA ya alcanzó su tope este año. Es difícil dar un número de rebote concreto en ese caso. Ya que depende de las medidas de aislamiento que aplicará el Gobierno. Y si lo hace y vuelve a otorgar IFEs y ATPs para amortiguar los efectos de la cuarentena, financiado con emisión monetaria. Si fuera así, es muy probable que ocurra un evento cambiario .Y esto dispare la inflación un escalón arriba de lo que tenemos actualmente.
-¿Y el escenario más optimista?
-Con una segunda ola más leve, que permitan menores medidas de aislamiento, y con una vacunación avanzada de los grupos de riesgo en el primer semestre del año, la economía tendría un "rebote técnico" de apenas 4 puntos -tras la caída de 2020, a los que se pueden sumar 1.5 o 2 puntos adicionales por recuperación económica. El crecimiento puede estar entre 5.5% y 6% del PBI (e incluso puede ser algo más). Seguramente se repetirá el crecimiento heterogéneo entre sectores económicos. Si hay medidas de aislamiento. Hay sectores que seguirán sufriendo como los vinculados con el ocio, turismo, gastronomía, por ejemplo. Hay que señalar que el contexto internacional para 2021 es favorable para países como Argentina. Ya que hay bajísimas tasas de interés, un dólar débil a escala global, China crecerá fuerte y los precios de las materias primas seguirán altos (la soja está rozando u$s450 por tonelada).