Juguetes: pese a la crisis la demanda no cae y ya asoma una escasez de importados
En jugueterías, en market places y hasta en los mayoristas, quienes hayan ido en busca de adelantar las compras para el arbolito habrán notado que esos juguetes que cuentan con mayor apoyo publicitario, y que en general son importados, están escaseando. Además, aquellos que están disponibles rondan el 40% de aumento.
"Estamos ante una situación complicada", advierte Alejandro Caffaro, uno de los dueños de la distribuidora de juguetes que lleva su apellido y socio gerente de la juguetería Osito Azul.
"La demanda que estamos teniendo es buena, pero en mercadería hay poco surtido de los productos importados porque el Gobierno está atrasado en la autorización de las licencias de importación", cuenta este juguetero, que esperó hasta dos meses para que les salgan los permisos para encontrarse con los juguetes.
Esto hará que muchos juguetes importados lleguen recién una semana antes de Navidad a los locales, y éstos representan en promedio el 60% de las ventas. "Nos preocupa, porque además, ya de por sí la gente suele salir a comprar los últimos días esperando las ofertas de los bancos y tarjetas, y eso puede hacer que se aglomeren más personas. Ya es normal todos los años salir a envolver paquetes en la vereda", describe Caffaro.
La situación de los productos nacionales
A su vez, este representante del sector resalta que parte de los aumentos de los juguetes importados los absorbieron los importadores. "Por su parte, los productores nacionales están haciendo un esfuerzo enorme, porque muchos estuvieron meses parados y arrancaron, además, con personal reducido para cumplir las burbujas, los protocolos. A esto hay que agregar faltantes de materiales", agrega Caffaro.
En este sentido, Daniel Dimare, director de Marketing y CCII de Juguetes Rasti, aporta su mirada coincidente. "Los juguetes nacionales aumentaron debido a la inflación de los costos, la falta de abastecimiento a precios justos del plástico y a los costos extraordinarios por la implementación de los protocolos por Covid-19 (menos personas en los sectores fabriles, traslado propio para traer y llevar a los empleados sin utilizar medios de transportes públicos, controles de ingreso y egreso, sanitizantes, tapabocas, 9 meses de sueldos de personal de riesgo que no pudo re establecerse a trabajar e incluso muchos no pueden hacer home office)", detalla el directivo.
Ventas: buenas expectativas
Pese a la pandemia y los aumentos, todos los actores esperan que esta Navidad iguale en volumen de ventas a la de 2019. Y esto es una buena noticia, pues las transacciones de diciembre representan el 60% de las totales del año.
"Hasta el Día del Niño, las ventas acumuladas de enero a agosto se igualaron en unidades al mismo periodo del 2019, favorecido por las ventas online durante la cuarentena. Se perdieron algunas ventas debido a que la mayoría de las fábricas e importadoras permanecieron cerradas hasta junio y julio", cuenta Dimare.
En concordancia, ambos expertos sostienen que noviembre fue un mes parado, excepto por fechas especiales como el CyberMonday. Pero esto no es algo infrecuente, pues las ventas de juguetes es bastante estacional, con dos picos en el año: las fiestas y el Día del Niño. "Este año, incluso, me animo a decir que la pandemia nos ayudó, porque muchos padres invirtieron en juguetes para alejar un poco a sus hijos de las pantallas. También creció la demanda de juegos de mesas y puzles", relata Caffaro.
De esto da testimonio Dimare al analizar los números de Rasti. "En 2019 vendimos 570.000 unidades, y este año ya llevamos 770.000. Esto es un crecimiento del 35% en unidades hasta fines de noviembre", cuenta el directivo.
"Estamos trabajando las 24 horas en algunos sectores. A principio de año incorporamos una máquina automatizada para el embolsado de piezas y 2 robots para envasar en cajas los distintos juguetes, lo que nos permitirá producir las 24 horas, con buenos costos y con entregas en tiempo y forma", aclara Dimare.
Todos estiman que para diciembre las ventas se recuperen e igualen a las de la última Navidad. "Nuestra preocupación es que si no se da movimiento al flujo de mercadería, esto resultará en góndolas vacías", advierte el gerente de Osito Azul.