Menos plata para subsidios: el Gobierno avanzó en un fuerte ahorro con el reemplazo del ATP y el IFE
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Con la premisa de reducir el déficit fiscal, el Gobierno avanza en un fuerte ahorro de los recursos utilizados para asistir a las familias y empresas durante la pandemia. Se trata del IFE y el ATP, los dos principales subsidios de emergencia que fueron eliminados del Presupuesto del 2021 y reemplazados por programas con una menor cantidad de beneficiarios, montos inferiores y, en algunos casos, mayores restricciones para acceder al beneficio.
Los nuevos planes
Uno de los nuevos planes es el Potenciar Inclusión Joven, una beca de $8.500 para jóvenes de 18 a 29 años que presenten un proyecto productivo o social. El programa oficializado hoy por el Ministerio de Desarrollo Social alcanzará desde enero a 100.000 personas, con un presupuesto inicial de $850 millones y la expectativa de llegar a 1 millón de inscriptos. Una cifra inferior a los cerca de 2,5 millones de personas dentro de ese rango etario que recibían el ingreso familiar.
Por otra parte, la misma cartera anunció esta semana un bono extraordinario en diciembre de $9.400 para 680.000 beneficiarios del programa Potenciar Trabajo, unos $6.390 millones por única vez. Mientras la ANSES confirmó la devolución el mes próximo del 20% del monto de la AUH retenido a 2,3 millones de familias por no presentar certificados de vacunación y escolaridad, unos $22.000 millones. Entre los titulares de la asignación, cerca de 3 millones percibían el IFE.
De esa manera, los fondos a la población sin infregos o empleo en diciembre representa por ahora menos del 30% de los $90.000 millones mensuales que insumió el subsidio familiar otorgado a 9 millones de personas en tres ocasiones durante el aislamiento obligatorio. En el segundo trimestre, se perdieron 3,7 millones de empleos por la imposibilidad de buscar trabajo y la pobreza infantil alcanzó el 56%. Ante ese panorama, la ANSES evaluó el pago del ingreso por cuarta vez, pero finalmente lo descartó.
El Programa ATP
En el caso de las empresas, el Gobierno mantuvo el ATP durante siete meses, pero fue reduciendo su impacto en el último tiempo. Mientras en la primera ronda el Estado destinó casi $50.000 millones para pagar los sueldos de 2,4 millones de trabajadores en 250.000 empresas, la séptima tanda implicó en las primeras semanas de noviembre una partida de $28.000 millones para cubrir las remuneraciones de octubre de 551.000 empleados en 38.400 firmas.
Desde mayo, las autoridades comenzaron a fijar mayores restricciones para acceder al subsidio por lo que en los últimos meses solo estuvo disponible para sectores críticos (turismo, gastronomía, entretenimiento y cultura) la ayuda equivalente a entre 1,25 y 2 salarios mínimos (entre $23.625 y $37.800), siempre y cuando no hayan registrado un incremento nominal de su facturación en términos interanuales.
Los créditos a tasa subsidiada, en tanto, alcanzaron a 11.400 empresas con una nómina de 175 mil trabajadores. El Ejecutivo lanzó además el ATP 8, que contempla en diciembre el pago del salario complementario, préstamos con tasas bajas o el Repro II, un subsidio de $9.000 por trabajador para aquellas empresas por fuera de los sectores críticos igualmente afectadas por la pandemia. En el último caso, además de la facturación, se evalúan las condiciones económicas, financieras y las plantillas de la empresa.
Para las autoridades, la reducción de subsidios responde a una mejora en la economía. "Estos resultados demuestran que el número de empresas beneficiadas por el programa ha disminuido considerablemente en virtud de la reactivación del entramado productivo nacional que ya puede observarse en indicadores varios vinculados con el nivel de actividad", informó este miércoles la jefatura de Gabinete en un comunicado tras una reunión en la que se analizó la evolución del ATP 7.