La interna que nadie contó: así funciona la cocina del equipo económico en su lucha por superar la crisis del dólar
Ellos no se dividen. Al contrario, se muestran como un equipo unido. La división, si se quiere, surge naturalmente. Algunos surgieron en la ciudad de La Plata, como el ministro. Los otros se conocen desde la época de Lavagna en el Palacio de Hacienda, hace ya más de una década. Lo cierto es que, tras el empoderamiento del jefe -Martín Guzmán-, como el que tiene "la última palabra" en materia económica, ambos bandos se reconocen como un bloque unificado.
Del lado platense, la primera figura es, por lógica, el propio Guzmán. En la misma fila "milita" Diego Bastourre -secretario de Finanzas- y Ramiro Tosi, el número dos de Finanzas, que hoy tiene una porción de la responsabilidad de que la moneda nacional deje de ser repudiada por los argentinos. Lo contrataron para eso. Ni más ni menos.
El otro funcionario que proviene de La Plata y en las últimas semanas aparece como muy considerado por el ministro es Jorge Carrera, vicepresidente segundo del Banco Central.
En el equipo económico dejan trascender que, en caso de una salida repentina de Miguel Pesce del Banco Central, Guzmán quisiera allí a Carrera, a quien le tiene máxima confianza.
En el Palacio de Hacienda lo desmienten, pero cuando Alberto Fernández le dio todo el poder de decisión sobre la economía a Guzmán, el ministro hizo algunos movimientos para que al frente del BCRA quedara Carrera. Aquellos fueron los peores días de Pesce, con el dólar "paralelo" a punto de llegar a los $200.
En aquella instancia, el Presidente le dio toda su confianza a Guzmán. Le dijo que lo quería como ministro para sus cuatro años de gobierno. Pero también le aconsejó recostarse sobre la vasta experiencia política de Pesce, a quien Alberto F. conoce desde hace años. El jefe del BCRA es un verdadero sobreviviente político: se mantuvo en la vicepresidencia de la autoridad monetaria entre 2004 y 2015, ajeno a las sucesivas crisis de mando en Reconquista 266.
Desde que Guzmán ganó la centralidad en las decisiones de política económica, la decisión fue aglutinar a su equipo detrás del objetivo de estabilizar la economía.
El grupo "La Plata" y los funcionarios con experiencia en otros equipos económicos -el más notorio es el que acompañó a Lavagna en su exitoso paso por el Palacio de Hacienda entre 2002 y 2005- se consolidaron.
Desde el equipo económico destacan la coordinación para afrontar los desafíos del día a día de la crisis. Cada uno con su especialidad, pero ya sin las contradicciones que existían antes, que tuvieron impacto negativo en la gestión y en los resultados.
Desde Economía, ya es público, responsabilizan a Pesce por la disparada del "blue" hasta los $195. Destacan que hubo "un antes y un después" del 15 de septiembre, cuando el banquero central dispuso un endurecimiento del "cepo", lo que ensanchó la brecha entre el dólar "oficial" y los dólares "alternativos".
Guzmán, después de escribir en un comunicado que la responsabilidad de la volatilidad del tipo de cambio se produjo tras las medidas de Pesce, se refugió en su equipo. Decide las medidas en la intimidad de ese grupo de funcionarios. Y depositó toda su confianza en Sergio Chodos para la áspera y determinante negociación con el Fondo Monetario.
Chodos es uno de los "lavagnistas" del grupo. Entró en 2003 como asesor en la secretaría de Finanzas y fue clave en la renegociación de la deuda en 2005. Ahora, como representante de la Argentina ante el Fondo, encabeza la negociación de la negociación de la deuda por u$s44.900 millones con el organismo.
Quién es quién en el "Grupo La Plata"
La persona de mayor confianza de Guzmán en el "team La Plata" es Diego Bastourre, número uno en Finanzas.
Tiene a su cargo una de las tareas más sensibles en la estrategia del ministro: quitarle la mochila al Banco Central y bajarle las revoluciones a la maquinita de fabricar pesos. Para eso, Bastourre diseñó un plan de emisiones de títulos públicos, que tienten a los inversores y le permitan al Tesoro despejar la bola de pesos que se fueron emitiendo durante la pandemia.
Hacia adelante, una de los desafíos será programar un diseño tentador ante la emisión récord de acá hasta fin de año. "Más emisiones de deuda y menos maquinita del Banco Central", es el plan que comenzó hace ya dos semanas y que fue clave para la estabilización. Aun cuando se trate de otorgarles un seguro de cambio a los inversores, en medio de la corrida y la incertidumbre por una próxima devaluación.
Hay algo que también prevalecerá en la agenda findeañera de Guzmán: en las estimaciones de los economistas, el Central debería emitir la friolera de $460.000 millones durante diciembre para atender los gastos excepcionales que existen estacionalmente en el último mes del año.
A los que deben sumarse otros $350.000 millones en vencimientos de deuda, que el Gobierno deberá refinanciar antes de que termine noviembre.
Parte de esta responsabilidad recae sobre Ramiro Tosi -número dos de Bastourre en Finanzas-, a quien el secretario llama "The Master of the Pesos". Es el asesor de bajo perfil a quien Guzmán encargó "desdolarizar" el mercado financiero.
También de La Plata, conoció al actual ministro de economía como profesor de "finanzas internacionales", y siempre se movió en el ámbito académico y financiero.
Jorge Carreras, el vice segundo del BCRA, también proviene de la Universidad de La Plata, y fortaleció su vínculo personal con el ministro. Es el hombre de máxima confianza de Guzmán en el Banco Central.
Ex Lavagnistas y extrapartidarios con vuelo propio
A este grupo que trabaja codo a codo con Guzmán lo vincula su experiencia durante la época de Lavagna en el Ministerio. Como Chodos, cada uno de ellos ganó espacio propio a través de los años.
Raúl Rigo, en la estratégica secretaría de Hacienda, también ingresó a la función pública con Lavagna, en 2004. Hoy es el funcionario clave en la elaboración y negociación del Presupuesto 2021, con el cual Guzmán intentará convencer al Fondo y a la oposición sobre lo que viene en materia política.
Después está el grupo a los que, cerca de Guzmán, identifican como los "extrapartidarios".
Previo paso por la Unidad de Reestructuración de la Deuda, Lisandro Cleri ahora tiene bajo su mando la estratégica oficina del FGS (Fondo de Garantía de Sustentabilidad) de la ANSES. Una de las cajas más importantes del Estado.
Desde ahí, Cleri tiene injerencia en el mercado cambiario "alternativo" (CCL y MEP), a través de las operaciones con títulos públicos que se mantienen en poder del Estado.
La nueva ley para resguardar al FGS le da una cuota de mayor poder a Cleri: esos fondos serán utilizados para financiar proyectos de la economía real. "Tenemos una Ley que protege los activos del FGS, el único fondo inversor institucional de largo plazo en Argentina, que prioriza los proyectos de crecimiento económico, que generen trabajo y aumenten la recaudación fiscal", festejó Guzmán a través de su cuenta de Twitter.
Distinto es el caso de Adrián Cosentino, que maneja la estratégica Comisión Nacional de Valores. Es un sobreviviente de la grieta. Fue funcionario en Economía durante el segundo mandato de Cristina Kirchner -en el equipo del ex ministro Hernán Lorenzino- y quedó como asesor de Alfonso Prat Gay en el primer tramo de la administración macrista.
No por nada, en la City porteña se ganó el apodo de "He-Man", por el superhéroe televisivo de los años ´80.
El primer contacto con el actual equipo económico fue antes de la asunción, en diciembre de 2019, como asesor en el tema deuda, junto a Daniel Marx.