¿Se viene un mundo de dólar débil?: por qué puede beneficiar a la Argentina, según un conocido consultor
Tras el coronavirus, nada volverá a ser igual, por lo que tanto empresas como Estados deberán revisar estrategias para crecer y sobrevivir.
El economista Salvador Di Stefano asegura que la pandemia "generó un cambio económico global de dimensiones poco conocidas".
Y explica: "Pasaremos de una economía con estancamiento secular, exceso de ahorro que generaba poca inversión y escaso crecimiento, a una economía en donde los cambios estructurales obligarán a realizar inversiones, cambiar la dirección del dinero y apuntar a negocios con potencialidad de crecimiento".
¿A qué puede apuntar la Argentina?
Para Di Stefano, "Argentina es un país irrelevante a escala global", pero puede resultar beneficiada por la crisis y el nuevo mundo que se perfila.
Como en otras ocasiones, la producción del campo resultaría un elemento clave para el país. Esto se potenciaría en un mercado global definido por la debilidad del dólar y la suba de los commodities agrícolas.
El economista anticipa que "el escenario de devaluación del dólar estaría casi asegurado".
¿Por qué? "Estados Unidos tiene una deuda impagable, que incluye al Estado, corporaciones y los hogares, no tendrá más remedio que monetizarla, es decir emitir dólares para pagarla, no podrá bajar el gasto porque su clase política es parte del problema y no de la solución", responde Di Stefano.
Lo anterior tendría un efecto positivo sobre el precio de las materias primas agrícolas que exporta la Argentina."Por eso alertábamos de una soja cerca de los u$s500 en Chicago y el arrastre del resto de los productos", puntualiza el analista y consultor, quien es muy escuchado en los ámbitos agroexportadores.
Claves post pandemia para las empresas
"El cambio económico y social es abrumador, a tal punto que muchas actividades quedarán obsoletas en este nuevo escenario. El negocio minorista deberá cumplir un rol muy distinto al que tenía antes de la pandemia, los empleados trabajarán más en sus domicilios, con lo cual los edificios de oficina no serán tan necesarios, y la necesidad de manejar tecnología será cada vez más imprescindible para conseguir un empleo", indica Di Stefano.
Y agrega: "El desafío de los obsoletos, (aquellos que quedaron fuera de la nueva economía) es ver cómo se adaptarán al nuevo escenario y se reacomodarán a las leyes del mercado. En esto es imprescindible que el Estado cumpla un rol fundamental, no otorgando subsidios, pero sí capacitando a más de 10 millones de personas que en Argentina deberán buscar una nueva forma de ganarse la vida en lo cotidiano".
Di Stefano anticipa que "la mayoría de los empleados buscará trabajar desde sus propias casas" y advierte que "los edificios de oficina se transformarán en una piedra lunar, servirán para poco con el paso del tiempo".
"Necesitamos capacitarnos en manejo de tecnología. La digitalización es una realidad, y ya conocemos cada vez menos la cara de nuestros clientes", propone.
El economista detalla que de ahora en más los empresarios deberán lidiar con empresas que tendrán que enfrentar los siguientes desafíos:
- Buscar más escalas
- Agregar valor en búsqueda de mayor rentabilidad
- Llegar al consumidor cuando se quedaban en la etapa primaria
- Trabajar más con capital de terceros para poder armar un escudo fiscal ante la gran presión tributaria existenteBuscar productos que equilibren calidad, precio y cantidad para lograr la rentabilidad adecuada
"Con un escenario de alta inflación como el que tenemos, necesitamos rotar a mayor velocidad el stock de mercadería, o ensanchar el negocio anexando agregado de valor que genere rentabilidad. El que produce tendrá que llegar a la góndola, y el que está en la góndola tendrá que pensar en producir", añade.
"El desafío es reconvertirnos, buscando adaptarnos a la economía que viene, en donde la supervivencia del más apto se impondrá en la economía. La economía está realizando una selección natural de los sectores que van a sobrevivir en el nuevo contexto, los actores que actuaban en los sectores que desaparecen tendrán que reconvertirse para actuar en los nuevos sectores económicos que emergen en el escenario actual", alerta Di Stefano a las empresas.
En cuanto al Estado, sostiene que "es imprescindible que se reconvierta en el mismo sentido, y que ayude al sector privados en esta difícil tarea".
"No son necesarios subsidios, es imprescindible un buen diagnóstico y la capacitación para que las fuerzas laborales puedan abordar los nuevos desafíos de la economía que emerge, que cambiará en Estados Unidos, China, Egipto, Inglaterra, Brasil y en cualquier país de la tierra", explica.