Hasta cuándo el Gobierno podrá sostener el dólar oficial: esto pronostica Luciano Cohan
El economista Luciano Cohan pronosticó hasta cuándo se intentará sostener el dólar oficial bajo el Gobierno. "Va a morir con las botas puestas", aseguró, al afirmar que no va a devaluar "hasta que se le acaben las reservas".
Al ser consultado sobre los embates de diciembre y del período de baja demanda de pesos de enero y febrero, Cohan consideró que el Gobierno va a resistir la presión devaluatoria prohibiendo las importaciones.
El siguiente es un resumen de la entrevista que concedió a iProfesional:
-Wall Street creó un "comité de riesgo" para seguir a Argentina porque proyecta que se dispararán el dólar y los casos de coronavirus. ¿Cuál es su análisis?
-Argentina está en la combinación de una triple crisis. En lo que es común a todo el mundo por la pandemia, el país quedó por acción u omisión de la política pública en el peor de los escenarios. Tuvimos una cuarentena muy dura y después de 7 meses no se logró doblar la curva de los contagios, lo que nos expone a recibir a que la segunda ola acá sea una continuidad. Así, la situación sanitaria podría tener acá consecuencias mucho más profundas y prolongadas que en el resto del mundo.
Después están las crisis fiscal y cambiaria. La crisis del dólar es el correlato de la falta de financiamiento del Estado y de que para financiarse recurre a la emisión monetaria. Para deshacer el nudo se necesita ajustar o crecer mucho, dos cosas que no están en el radar. Y sin resolver el problema fiscal y monetario, las posibilidades de que baje la tensión cambiaria son nulas.
-¿Cómo se explica el freno a la suba del dólar paralelo?
-Por un lado, hubo una suba muy acelerada, porque el mercado se acomodó al aumento de la represión financiera. Las señales que dio el Gobierno en ese sentido explican la suba. Y en cuanto a la baja, el Gobierno dio algunos pasos positivos, con alguna colocación de deuda. Pero que dos días baje el dólar financiero no implica ningún cambio en la situación.
El Gobierno tiene una deuda más alta y el riesgo cambiario es muy estructural, más allá de esas fluctuaciones de la cotización, porque la decisión oficial es sostener un dólar oficial en el que el mercado no cree.
-El presidente Alberto Fernández habló de más medidas contra quienes especulan con el dólar financiero y habló del contado con liquidación. ¿Qué medidas espera?
-Lo que estamos viendo en las últimas semanas es que no hay definiciones estratégicas sino reacciones de cortísimo plazo. Faltan decisiones de largo plazo. Cómo se va a financiar el déficit. Cómo se va a restablecer el equilibrio cambiario. Esta falta de definiciones estratégicas explica la desconfianza en el plan económico.
-¿Cree que hay un plan económico?
-Hoy pareciera que el plan económico es aguantar. Pasar el tiempo a la espera de que se acabe la pandemia, de que lleguen los dólares del campo o de lograr el año que viene un acuerdo con el FMI. El plan económico es aguantar.
-¿El Gobierno tiene margen para evitar una devaluación brusca?
-Yo creo que no. Pero eso no implica que vaya a suceder en las próximas semanas. El Gobierno tiene recursos para postergarla. Este déficit financiado con emisión, con esta brecha, va a terminar en devaluación. Va a ser inevitable sin un giro de la política económica. El Gobierno tiene un error serio de diagnóstico. Cuenta los porotos de los dólares que entran y de los dólares que salen de las reservas pero la naturaleza del problema es de pesos. De exceso de pesos y de emisión, que tiene múltiples fuentes. Y que va a ser todavía mayor para pagar los intereses de las Leliq.
-¿En qué termina esta burbuja de Leliq?
-Mientras resolvía el problema de la deuda en dólares, el Gobierno creó un problema de deuda en pesos. Cuando digo Gobierno, no hablo sólo del Tesoro, sino también del Banco Central. Esa deuda está entrando en el terreno de las dinámicas explosivas. Puede tener un desenlace amigable, si se ordenan las cuentas públicas. O compulsivo. Recurrir a la vieja herramienta para licuar deudas en pesos que es generar inflación, y que la inflación haga el trabajo sucio. No hay mucha más salida.
-¿Qué inflación es esperable en este escenario?
-No me imagino una aceleración de la inflación que no incluya una devaluación. El dólar es la última barrera de contención. Por eso el Gobierno quema tantas balas, congela tarifas, reprime los precios y los salarios. Y en simultáneo, emite pesos que están a la espera de que aparezcan la inflación o la devaluación.
-¿Qué consecuencias tendrá pisar todos los precios de la economía?
-Ya está habiendo desabastecimiento y a más largo plazo todo lo que implica la caída de la inversión. Empiezan las malas comunicaciones, se anuncian cortes de luz y ya se habla de que el año que viene faltará gas.
-El Gobierno ya no tiene dinero para asistencialismo. ¿Hasta cuándo podrá contener el descontento social?
-Hasta la devaluación.
-¿Puede ocurrir en dos meses?
-No sé si dos meses. El Gobierno tiene recursos como cerrar la importación, lo que implica cuidar las reservas a costa de crecer. No imagino que vayamos a ver una devaluación en pocos meses, sino una economía a la que le cuesta crecer. Y así no van a mejorar el empleo ni el salario.
-¿Entonces cómo imagina diciembre?
-Diciembre es un mes que viene catalizando el descontento. Pero hasta ahora el Gobierno viene controlando la protesta a base de recursos del Estado, aún con paritarias a la baja. La gota que rebalse el vaso va a ser cuando ya no pueda contener el tipo de cambio y se sienta el ajuste. Esa distancia entre el Estado que queremos y el que podemos pagar de alguna manera se va a resolver, y todas las salidas son impopulares. Al Gobierno todavía le toca pagar una cuota de impopularidad hacia adelante.
-Para la devaluación, será clave la baja de la demanda de pesos de enero y febrero…
-Sí, pero el Gobierno va a cuidar el dólar oficial a costa de sacrificar brecha. En la época del 73-75 la brecha llegó a 300% antes del Rodrigazo, o sea que siempre puede seguir creciendo. Sobre todo porque hay muchos en el Gobierno creen que la brecha no es un problema tan grave, porque se refiere a un mercado especulativo. Va a morir con las botas puestas. Va a mantener el dólar oficial bajo hasta que se le acaben las reservas.
-¿Y por qué no recurre al swap de China para recomponer reservas?
-Es que no serían los u$s18.000 que se cree que hay. Eso sólo se podría usar para el comercio bilateral con China porque no sería convertible. El poder de fuego real sería de u$s2000 millones o u$s3000 millones. La gran pregunta es por qué se llegó a esta situación sin usar el swap. Y las limitaciones del lado chino serían muy altas.
-¿Cómo puede afectar a la Argentina el resultado de las elecciones en los EE.UU.?
-Afectan desde los movimientos globales de los mercados a los que Argentina no es ajena. Pero lo que piensan en el Gobierno, acerca de que una derrota de Trump y un triunfo de Biden facilitaría la negociación con el FMI, yo creo que no.