Quién debería ser el economista que reemplace a Guzmán y frene la crisis del dólar, según Willy Kohan
El periodista especializado en temas de economía Guillermo "Willy" Kohan as
"Creo que Guzmán habrá sentido gran alivio cuando se frenó la toma en Entre Ríos, y que el Gobierno tiene algún margen en función de la negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero independientemente del FMI tiene que ver con las señales para los propios argentinos. Habrá que ver, por ejemplo, si las tarifas a partir de enero o de diciembre se van a empezar a ajustar. El reajuste a las fórmulas jubilatorias, ¿se va a hacer? ¿Qué va a pasar con la cantidad de IFEs y de ATPs que tal vez se van por seguir otorgando?", indicó.
Sobre la moneda extranjera, dijo que "el dólar va encontrando equilibrios inestables. Lo tenías primero entre $60 y 80 cuando asumió Alberto Fernández, $80- $100; $100-$120; y llegó casi a $200. Ahora está ese equilibrio en $170".
Kohan insistió en que se tendría que evitar que el precio del blue o del contado con liquidación (CCL) suban porque la gente va a ir a los bancos a retirar los depósitos y dio su opinión sobre quién podría ser el ministro que ponga todo en orden: "En las próximas cuatro o cinco semanas se va a jugar, si esto en alguna medida se puede equilibrar con gradualismo. Acá no está disponible ni la solución del volantazo pro mercado, necesitás que venga Ricardo Arriazu y en cadena nacional anuncie el plan económico, pero tiene que estar Cristina Kirchner al lado de Arriazu. Si no está Cristina eso es imposible; ese volantazo no va a venir".
Arriazu es un conocido economista argentino de vasta experiencia internacional. Estudió economía en las Universidades de Tucumán y Cuyo (Argentina) y en la Universidad de Minnesota. Es profesor de Macroeconomía y de Teoría Monetaria en la Universidad Católica Argentina. Disertó en numerosos países del mundo y prestigiosas universidades tales como Harvard, Chicago, John Hopkins, Bocconi, etc.
Además, representó a la Argentina y otros países latinoamericanos en el Directorio del Fondo Monetario Internacional, en el "Comité para la Reforma del Sistema Monetario Internacional", en el "Comité de Desarrollo", en el "Grupo de los 24". En paralelo, es titular del Estudio Ricardo Arriazu y Asociados, firma especializada en análisis económico internacional y Finanzas.
Qué dijo sobre la inflación
"Como la inflación hoy está regulada, igual que el dólar oficial, en la medición de la inflación tenés los precios que están congelados, los precios máximos y tenés la novedad de que muchas empresas directamente producen productos con otras marcas para saltar los precios máximos", aseguró.
Y agregó: "En realidad, hay una inflación de bolsillo porque el IINDEC sigue midiendo harinas a precios máximos, pero resulta que de esa harina hay un poquito y después están las otras. Por eso, el aumento del precio del dólar en el mercado libre del Contado Con Liquidación (CCL) ha sido mucho mayor que la inflación. En general, la historia es que primero viene la devaluación y después viene la inflación".
Además, señaló que "la clase media no podría pagar un boleto de transporte a $120, o sea u$s1 que es lo que vale en todo el mundo el transporte. Imaginate si acá se pusiera a $120 un boleto de colectivo o si (se ajustara a precio del dólar) la luz, el gas o el agua. Ahí tenemos un problema que también requiere de un acuerdo político muy difícil porque la Argentina de hoy no tiene nada que ver con la Argentina de 2002 ni con la de 89 ni con la del 70".
También aseguró que la Argentina va a tener idas y vueltas respecto al mercado cambiario. "Lo que me parece que en este momento importa es que haya señales del desmadre fiscal que tiene la Argentina, y en alguna medida se logre encuadrar un poco y que haya señales de que la emisión monetaria no va por seguir al ritmo tan impresionante como ha seguido todo este año", indicó el programa Comunidad de Negocios de LN+.
¿Volantazo chavista?
El periodista afirmó que la otra alternativa sería que se produjera un volantazo chavista, donde se estaticen los bancos, los depósitos y el comercio, pero aclaró que eso no está disponible en la Argentina, ya que quedó demostrado, por ejemplo, con el intento de expropiación de Vicentín.
"No está disponible ese volantazo estatista extremo. La solución a la larga va a ser el gradualismo. El gradualismo va a ser devaluar un poco y que esa devaluación afecte lo menos posible los precios internos y eso es bastante parecido a un desdoblamiento", indicó. Y agregó: "Tal vez, llevar el dólar oficial en lugar de $80 a $120, hacer un poco lo que hizo Axel Kicillof y Juan Carlos Fábrega para que Cristina llegara al 2015. Me parece que no están disponibles las soluciones extremas. Con no hacer nada corrés el riesgo de que descansa el dólar dos semanas y cuando ve que no pasa nada, vuelve a picar, y otra vez tenés el problema de los depósitos".
En cuanto a la dificultad que tienen todos los gobiernos en la Argentina, sin importar el segmento del espectro político para estabilizar la economía. señaló que es una situación estructural, ya que en todos los casos lo que tuvieron es una acumulación de desequilibrio fiscal. "La convertibilidad anduvo fenómeno hasta que empezó el déficit fiscal; lo mismo le pasó a Néstor Kirchner y a Raúl Alfonsín con el Plan Austral y es la historia de la Argentina. Ahí es donde es imprescindible un acuerdo político; desde hace 100 años no tenemos uno porque es para bajar el gasto y es para reducir el tamaño del Estado. Y, en eso, cuando asumió Mauricio Macri puso 23 ministerios. ¿Qué le vas a pedir a Alberto Fernández?", planteó.