Alerta máxima por el precio del dólar: esto valdrá el oficial a fin de año, según dos expertos
Economistas cuestionaron con dureza la falta de rumbo del Gobierno y aseguraron que si no hace el ajuste, lo hará el mercado. Por tal motivo, estimaron que antes de fin de año habrá una devaluación del 15 al 20 por ciento en el mercado oficial del dólar.
Este viernes el dólar oficial minorista cerró a $83,84 (en una semana de fuertes subas que pasaron casi inadvertidas debido a la explosión del blue). Con un incremento del 20%, el oficial se iría a $100,60.
Si se considera el dólar ahorro -el verdadero precio que pagan quienes todavía tienen cupo mensual de u$s200-, hoy está en $138,33. Con una devaluación del 20%, su precio se elevaría a $166.
Según los especialistas, este salto del tipo de cambio oficial se traducirá en una suba de la inflación en un contexto de muy alta incertidumbre para los próximos dos meses.
El duro diagnóstico fue brindado por los directores de Analytica, Ricardo Delgado y Rodrigo Álvarez en una charla virtual con empresarios.
Si bien los analistas descartaron el riesgo de una hiperinflación como escenario de base, aclararon que seguramente habrá una aceleración importante de la suba de precios, frente a la continua suba del dólar en el mercado no oficial.
En ese marco, Álvarez puso énfasis en la necesidad de que el Gobierno tome "decisiones coherentes y veloces" para tomar la delantera, antes de que el "el ajuste lo haga el mercado", con consecuencias más complejas en términos sociales, políticos y económicos.
Álvarez remarcó que "subir tasas y hacer un ajuste es el menor de los males frente a una fuerte devaluación. Ya hoy tenemos los indicadores sociales del 2002, e imaginemos adónde se pueden ir con un salto cambiario. Así que mejor hacer el ajuste antes que después".
"A este ritmo en diciembre nos quedamos sin reservas netas. Además, no hay consistencia y, sin estabilización cuesta encontrar un piso en términos de actividad económica. El problema es que el Gobierno no tiene tiempo, aunque crea que sí lo tiene", aclaró Álvarez, quien además indicó que "hay posibilidades de que el ajuste lo haga el mercado en forma desordenada si no lo hace el Gobierno".
Al respecto, el economista reconoció que, con la licuación de las jubilaciones, el programado aumento de las tarifas a los servicios públicos para 2021 y el freno a las paritarias frente a la inflación, "el Gobierno está yendo hacia un ajuste, pero no a la velocidad que se necesita, y para hacerlo hace falta un Banco Central que reaccione más rápido".
"El ajuste para que sea ordenado, requiere de una sola cabeza", expresó Álvarez, quien consideró que "habrá una corrección cambiaria".
El director de Analytica señaló que "con un escenario como el actual la inflación se iría al 80% y tendrá que venir otro equipo económico que plantee un escenario de déficit cero. Pero es cierto que hay escenarios peores que este", aclaró.
En tanto, Delgado opinó que "el problema mayor es el nivel de emisión, como reflejo del déficit fiscal; hoy tenemos 5 puntos de déficit sobre el PBI, pero para llegar a 8 a fin de año, que es nuestra proyección; es una explosión, así que se entiende que van a pasar cosas".
"La mejor política económica solo se puede llevar a cabo con consensos políticos mínimos, no de declamación sino gestos concretos, más allá del decálogo de buenas intenciones del consejo agroindustrial de esta semana. Y, por eso, tanto el gobierno como la oposición deben cerrar grietas, porque todos deben saber que deberán poner algo cuando se sienten en una mesa", explicó.
"El problema es que el zigzagueo permanente hace que el sector privado no termine de entender el rumbo", se lamentó. En este contexto, precisó, se asume que "el tipo de cambio se devalúa el 15% en la última parte de este año, si se quiere mantener el tipo de cambio competitivo con un crawling peg acelerado".
Delgado además consideró necesario que haya un "acuerdo político" concreto entre el Gobierno y la oposición para adoptar las medidas necesarias para que la debacle económica no se profundice.
Posteriormente, descartó los escenarios de una incautación de los depósitos del sistema financiero y de una hiperinflación.
"No vemos que tomen el encaje de los depósitos como reservas líquidas; el sistema financiero está suficientemente líquido como para que esto no ocurra", indicó.
Respecto de un escenario similar al de 1989, afirmó: "No hay condiciones objetivas para que haya una hiperinflación; no hay un sistema de ajuste de salarios como en 1989 y de hecho este año no hubo paritaria, ni aquel nivel de déficit fiscal y cuasi fiscal".
Arriazu: "Lo peor que pueden hacer es devaluar"
El economista Ricardo Arriazu dialogó el jueves con Quinquela Fondos en una conferencia para sus clientes y advirtió que, en su opinión: "Una devaluación no soluciona nada", al contrario, para él sería el disparador de fuerte conflictividad social porque el problema no es tanto económico como político.
"Es una crisis de confianza", diagnosticó.
"Lo peor que pueden hacer es devaluar", aseveró y recordó que las hiperinflaciones vinieron detrás de fuertes saltos en el tipo de cambio y recordó el Rodrigazo y el '89.
"Una devaluación bien hecha se traslada a precios en un 90% en el transcurso de dos meses, y una devaluación mal hecha se traslada 110% a precios en semanas", sintetizó.
De todas formas, no descartó que el Gobierno termine "devaluando si el Banco Central se queda sin reservas". Con respecto al posible pedido del FMI de un tipo de cambio cercano al dólar ahorro ($136), consideró que pueden pedir cierta flotación, aunque recordó que el Research Department del Fondo sacó un informe tras el fracaso del Acuerdo Stand By de Macri en el que reconocía que la flotación libre del tipo de cambio no es la mejor receta para todas las economías.
Para no devaluar, explicó Arriazu, el Gobierno todavía tiene reservas que se pueden volver líquidas y aun no está en la situación del 2015 en la que las reservas netas eran negativas.
"Hay instrumentos para evitar la devaluación"
"El Gobierno tiene instrumentos todavía para continuar con su política y son conscientes de que mover el tipo de cambio puede traer enormes problemas sociales", dijo y compartió el diagnóstico del equipo de gobierno en que una devaluación podría ser un estallido social.
"Están embromados, pero tienen margen. Si no cambian la confianza, sí se van a quedar sin instrumentos", agregó y enumeró que los DEGs con el FMI, los swaps con China y el oro son instrumentos que se podrían liquidar para tener más poder de fuego en el mercado cambiario.
Por su parte, el economista, Jorge Ingaramo, sostuvo que el Gobierno debe avanzar en un plan económico para aumentar el nivel de reservas del Banco Central, corregir el déficit fiscal y absorber los pesos emitidos durante la pandemia. Además dijo que si bien se espera un rebote para 2021, será clave restablecer la confianza.
"La economía la maneja Guzmán y a partir del jueves de la semana pasada prácticamente hay una intervención explicita del Ministerio de Economía al Banco Central, con un conjunto de medidas que fueron de facilitación para el acceso de los vendedores al contado con liqui, sobre todo los no residentes. El primer resultado fue una nueva ola de desconfianza, porque quitarle autonomía al Banco Central para el manejo de la política cambiaria nunca estará bien visto por el mercado", explicó.
El sistema no funciona
En diálogo con Radio Mitre Mendoza, el economista advirtió que "uno de los principales problemas que explican la falta de dólares es que hoy cualquier persona que los en el sistema financiero, si lo quiere transformar en pesos en blanco, le dan $82 por cada dólar. Ese sistema no puede funcionar y tiene que haber algún un mecanismo por el cual el que venda pueda hacerse de un dólar similar al contado con liqui o al menos al solidario.
"Tiene que tener el mismo precio ese dólar que tiene el ahorrista, que el que está dispuesto a pagar aquel que compra en el resto del sistema financiero. No podemos tener una diferencia de unos 100 pesos entre una cosa y la otra, no tiene sentido", expresó Ingaramo.
Además el economista sostuvo que "desde el Gobierno piensan que pueden bajar la demanda de dólares subiendo la tasa de interés en los plazos fijos y eso no está dando resultados. El Gobierno se toma todo a su tiempo y lo que pasa es que el mercado no les cree. No le cree por otras cosas, por la política, por los errores cometidos por ejemplo con Vicentin, por el decreto de las telecomunicaciones. Todo el mundo se quiere tomar el palo de Argentina y eso genera una gran desconfianza".
Consultado por una eventual devaluación, el economista sostuvo que "agravaría aún más la crisis y generaría una inflación superior al 60%. Si a este crecimiento de los pasivos del Banco Central le sumo una devaluación fuerte del peso, vamos a tener una inflación muy grande. Si usted lleva el dólar a 100 pesos, se arma un lío en la economía tamaño baño", expreso Ingaramo.