Preocupante: el consumo masivo volvió a caer y estos fueron los sectores más afectados
Después del explosivo crecimiento de la venta de productos básicos en el inicio de las restricciones por la pandemia, el consumo masivo volvió a caer por segundo mes consecutivo en este escenario, hasta el 2,5%, donde la categoría de alimentos registró una nueva baja en septiembre respecto de agosto. El dato se conoce en el mismo momento en que el Gobierno actualizó Precios Máximos, que aumentaron 3%, y Precios Cuidados que incorporó nuevas categorías, como frutas y verduras, que registran aumentos incesantes desde la declaración de la pandemia.
En septiembre el consumo masivo se redujo 2,5% interanual, de acuerdo al Indice Nielsen Express. En este lapso, la caída fue mayor en las provincias que en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, pues alcanzó un 2,8%, a diferencia de lo que había sucedido en el mes anterior donde la región del AMBA había registrado una caída mayor.
El comportamiento de las categorías continúa la tendencia que viene registrándose en esta medición. La categoría Almacén volvió a contraerse, esta vez un 3,1% lo que muestra las dificultades que están teniendo los argentinos para abastecerse en productos de consumo masivo básicos. Aquí están incluidos productos como yerba, azúcar, galletitas, que forman parte de la dieta diaria. El reporte de Nielsen mide el comportamiento del consumo masivo en el canal supermercado básicamente.
Bebidas también volvió a registrar una baja, de 9,4%, igualando prácticamente a la categoría que peor desempeño tiene en los supermercados como es cosmética y tocador, que en septiembre cayó 9,8%.
¿Excepciones de pandemia?
Los segmentos que siguen registrando comportamiento positivo son los de limpieza y frescos, lácteos y congelados, que continúan mostrando niveles positivos en el índice de Nielsen. El crecimiento del consumo de productos de limpieza fue de 3% y muestra a las claras a esta altura de la pandemia el cambio de hábito de consumo, más profundizado por la higiene que exige el covid-19. En tanto, el consumo de lácteos, frescos y congelados subió un 6,8% en septiembre de manera interanual.
Las leches y sus derivados fueron uno de los productos con aumentos autorizados en el marco del programa Precios Máximos, lo mismo que las bebidas, a las que se les permitió un incremento de 3%. Los aumentos más fuertes autorizados por el Gobierno aplican a harina de trigo y aceite de girasol, que se elevarán un 5% y a vinos, espumantes, jugos y yerba mate, que aumentarán un 6%, siendo estos últimos productos integrantes de las economías regionales.
Los Precios Máximos se implementaron el pasado 20 de marzo, cuando se iniciaron las restricciones por la pandemia y los precios se retrotrajeron a los valores del 6 de marzo.
Novedades en los planes oficiales
En paralelo se mantuvo el plan Precios Cuidados que ofrece precios de referencia, no topes, y cuyos aumentos promedio oscilan en el 5%. En esta oportunidad, en este programa se incluyero nuevos productos, como frutas y verduras, además de alimentos para celíacos que suelen ser varias veces más caros que los tradicionales. En total, este plan alcanza a 399 productos en total, incluyendo a los nuevos artículos mencionados.
El caso de los alimentos para celíacos es particular pues la reducción de precios llega hasta el 16%, según información oficial. Se trata de una canasta conformada por 10 marcas de nueve empresas entre las que se encuentran Aglu, Apóstoles (Adecoagro), Delicel, Dos hermanos, Kapac, Matarazzo y Luccheti (Molinos), Tía Maruca, BIO y Smams (Wellington Food).
La incorporación de verduras y hortalizas en la canasta de Precios Cuidados es una de las que podría generar un cambio de tendencia en su hábito de compra. Los consumidores suelen adquirir estos productos en las verdulerías y negocios barriales antes que en los supermercados por precio y por calidad, una modalidad de consumo que también reposicionó a los comercios de cercanía y que, ahora, podrían verse impactados.
Todo esto en un contexto en donde una familia tipo en la Ciudad de Buenos Aires necesita $3.517 por día para vivir, de acuerdo a un relevamiento del CESyAC, monto que supera los $43.000 que se consideran necesarios percibir como ingresos salariales para no caer en la pobreza, de acuerdo a los datos oficiales.