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Para reactivar el consumo, el Gobierno llevaría a 36 cuotas el programa Ahora 12

Una de las medidas que se anunciará en los próximos días, ampliará a 36 cuotas el financiamiento al consumo, triplicando de esta forma el plazo vigente
28/08/2020 - 11:32hs
Para reactivar el consumo, el Gobierno llevaría a 36 cuotas el programa Ahora 12

El Gobierno elevará el plan de compra en cuotas que actualmente es de 12 a 36. Abarcará a los productos nacionales e incluirá a los materiales de la construcción. Esta resolución forma parte de las 60 medidas que el Gobierno tiene previsto anunciar en los próximos días.

De acuerdo al diario Ámbito Financiero, se apunta principalmente a los sectores más afectados, como la construcción, el comercio minorista, el gastronómico y el turismo.

El Ahora 36 -que llevará a 3 años las cuotas- permitirá que más compradores puedan adquirir productos en el comercio minorista. En el Gobierno explican que también dará una "señal a los fabricantes de productos nacionales y a los comerciantes que hoy dudan sobre continuar su actividad", al mostrar que la ayuda estatal intentará incentivar la alicaída demanda, agrega el matutino.

La intención oficial es repetir "el éxito" logrado por el plan Ahora 12, lanzado en 2014 por la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner, sobre una idea de los economistas Axel Kicillof y Augusto Costa, señalan en la Casa Rosada. La importancia de la financiación del consumo fue puesta de manifiesto recientemente por la Cámara Argentina de la Industria del Juguete por las ventas del Día del niño. Por el plan Ahora 12 se lograron en más de 1.240 puntos de venta en todo el país y explicó el 70% de las ventas con tarjeta de crédito en cuotas.

¿Se reactivará?

Los analistas de las tendencias de consumo y los empresarios hicieron ejercicios que denotan una gran cautela hacia lo que viene. Al menos durante este segundo semestre del año, y aun consignando el levantamiento de muchas de las restricciones que todavía se mantienen.

Ni siquiera la posibilidad cierta de que el Gobierno relance los programas de "Ahora 12" o "Ahora 18", con meses de gracia y devolución de parte del IVA, logra mejorar las expectativas de expertos y empresarios.

Hace unas semanas, Osvaldo del Río, director de Scentia, se sumó a quienes prevén un semestre negativo, aun cuando se quiten prohibiciones.

En concreto: desde Scentia pronostica una caída de nada menos que entre 5% y 6% hasta diciembre. "Terminaremos el año con el peor nivel de consumo de los últimos 22 años", afirma, en diálogo con iProfesional.

Según Del Río, este año 2020 se anotará un retroceso de 2% a 3% en el año. Lo único que salva la ropa anual fue el repunte que se tuvo en los primeros cuatro meses, por encima del 4% interanual. De hecho, marzo y abril -ya con la pandemia encima-, el consumo masivo se anotó números positivos gracias a que los consumidores colmaron los supermercados y autoservicios en busca de productos para stockear ante la incertidumbre y el fantasma del desabastecimiento.

El experto en consumo habla de un "efecto dominó" para dar cuenta del escenario que imagina. Se basa en los gastos que se postergaron por la cuarentena, y aunque ahora se levanten algunas restricciones, igual esa acción perdida no se recupera. Nadie va al peluquero tres veces seguidas por los meses en los que no pudo ir. Ni recuperar los almuerzos o cenas perdidas en un restaurante.

La expectativa medidas pro consumo está ligada al nuevo anuncio que atenúe la cuarentena
La expectativa medidas pro consumo está ligada al nuevo anuncio que atenúe la cuarentena

Los factores de fondo que frenan el consumo

Sin embargo, existen motivos todavía más poderosos para pensar en un segundo semestre para el olvido, en términos de consumo.

Y ahí entra a jugar el escenario social que deja la pandemia. Y del cual, posiblemente, lo peor aún no se haya visto.

Algunos puntos a tomar en cuenta para el análisis:

  • Entre abril y mayo se perdieron 285.000 puestos de trabajo en blanco, de acuerdo a las cifras oficiales del Ministerio de Trabajo.
  • Desde comienzos de año hay cerca de 25.000 empresas menos, con un caída de 16.889 empresas de servicios y 4.810 productores de bienes. En los últimos dos años, la AFIP contabilizó 41.950 empresas menos.
  • La cantidad de trabajadores suspendidos durante abril fue de 715.000, alrededor del 12% del total de asalariados del sector privado.
  • A su vez, se contabiliza la merma de unos 380.000 contribuyentes entre monotributistas y autónomos. Se trata de gente que se dio de baja, supuestamente, por la anulación de sus ingresos en plena cuarentena.
  • Para lo que resta del año, ocho de cada diez industrias tienen intenciones de reducir puestos de trabajo si es que el Gobierno desactiva las normas que actualmente impiden los despidos y solamente permiten suspensiones acordadas con los gremios.

De acuerdo a las estimaciones de Del Río, los ingresos de los argentinos se desmoronaron nada menos que el 19% por culpa de la pandemia. Un porcentaje que se achica al 11% si se toma en cuenta los efectos del IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) de $10.000, que recibieron 8,9 millones de personas.

Esa ayuda está a punto de completar la segunda ronda, y ya se sabe que habrá una tercera (y última) que comenzará a abonarse el próximo 8 de agosto.

Sin embargo, está claro que esa asistencia estatal -que se reemplazará por un menos abarcativo "Ingreso Universal"- impide la caída de los sectores más postergados en la pobreza o en la indigencia, pero no evita el desplome del consumo.

En los hechos, justamente, lo que puede observarse es que durante la pandemia pueden crecer las ventas de los productos más básicos de la canasta familiar, pero retroceden las de los productos más elaborados en cada rubro: los yogures entre los lácteos; las bebidas gaseosas; o los denominados productos "impulsivos", que tienen más que ver con el placer que con la necesidad de alimentarse.

Los números de Scentia para el mes de junio dan cuenta de que la caída se profundiza. Contra junio de 2019, la baja resultó del 3,2%. Resulta interesante la discriminación de esa caída: se explica por mermas del 2,7% en el AMBA y del 4,2% en el Interior. Es decir, en el interior, que ya tuvo una flexibilización de la cuarentena, el consumo se destruye más que en la ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense.

Pese a la perspectiva de reaperturas comerciales, los empresarios son poco optimistas con un repunte de las ventas
Pese a la perspectiva de reaperturas comerciales, los empresarios son poco optimistas con un repunte de las ventas

De electrodomésticos, ni hablar

La expectativa de derrumbe en el consumo incluye a bienes durables como los electrodomésticos.

Ante la consulta de iProfesional, en una de las principales cadenas del sector responden: "Que mejoren el Ahora 12 es bienvenido para nosotros. El 95% de nuestras ventas son en cuotas. Pero no así prevemos un repunte de las ventas", afirman sin salir del desánimo.

El pesimismo se comprende. Los datos son asombrosos, por lo negativo. Algunos datos:

La venta de lavarropas del primer semestre se encuentra 35% abajo del mismo período del año pasado. En cocinas, la baja resulta del 33%; en heladeras, del 22%; y en televisores, del 10 por ciento.

Del derrape no se salvan ni siquiera los teléfonos móviles, que en épocas normales eran verdaderas vedettes del mercado tecno, y sus ventas ahora caen 11% versus el primer semestre de 2019.

El único rubro que se "salva" es el de las notebooks, que sale "empatado" en relación al año pasado. Se debe a que el home office, que obligó a millones de personas a trabajar desde su hogar obligó a muchos a salir a comprar de apuro alguna máquina. Lo mismo sucede a nivel global. Tanto que algunos de los principales fabricantes y ensambladores -como HP- tiene demoras para entregar las computadoras.

Lo peor del escenario es que la mayoría de los productos arrastran una caída fenomenal ya desde 2018. Un ejemplo: hoy las ventas mensuales de lavarropas, heladeras o cocinas se encuentran hasta un 70% por debajo de las que había a principios de 2018. Cuando todavía no se había iniciado la recesión.

"Nuestra previsión es que las ventas terminarán el año un 20% abajo de las del año pasado, aun teniendo en cuenta que el Gobierno pueda impulsar un nuevo plan de cuotas. La clave es que han caído los salarios y el nivel de empleo. No hay espacio para el entusiasmo", comenta otro de los empresarios más relevantes del mercado de electrodomésticos.

A menos que, como en otras crisis, la realidad supere a las peores previsiones, a la economía argentina le aguardan meses todavía más complicados que las ya transitadas... En los últimos tres años.

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