Influyente gremio presiona por suba salarial del 20% y evalúa medidas que podrían impactar en toda la industria
Antonio Caló les llevará hoy un ultimátum a las cámaras metalúrgicas. Si no aceptan su pedido salarial, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) evaluará la semana próxima medidas de fuerza. Los titulares de las 54 seccionales le otorgaron ese mandato al líder sindical este miércoles durante una reunión en la que ratificaron el pedido de un bono no remunerativo de $6.000 de julio a diciembre, equivalente a una suba del 20% del salario inicial, y la apertura de las paritarias en enero. Pero la propuesta está muy lejos de lo que ofrecen los empresarios.
La discusión salarial es clave por tratarse del principal gremio de la industria, con peso suficiente como para marcar el sendero de otras negociaciones. Pero además porque la falta de un acercamiento entre las partes traba la renovación del acuerdo de suspensiones vencido a fines de julio.
La idea es renovar por otros cuatros meses una rebaja salarial del 30% del sueldo bruto de los trabajadores sin tareas, igual a una reducción del 14% del neto según la UOM y a un ahorro del 35% en las cargas sociales de las empresas. El mayor problema, con todo, está en la rama siderúrgica con el grupo Techint.
En ese escenario de crecientes tensiones, Caló negociará desde las 15 por zoom con los representantes de las pymes (Adimra y Camima), el sector del aluminio (Caiama), electrodomésticos (Fedehogar) y electrónica (Afarte). Las entidades patronales le ofrecieron el martes pasado un incremento salarial escalonado de $3.000 en agosto, $3.5000 en septiembre y octubre, y $4.000 en noviembre y diciembre, pero el sindicalista lo rechazó por lo que las negociaciones pasaron a un cuarto intermedio hasta hoy, sin mayores expectativas por parte del sector sindical.
"Las cámaras hicieron una propuesta que no satisface, hay una diferencia muy importante, va a ser difícil llegar a lo que pretendemos así que estamos solicitando una audiencia con el Ministerio de Trabajo y si no funciona, vamos a una medida de fuerza", confirmaron en la UOM. En las cámaras se muestran más optimistas. Creen que hubo un avance en el diálogo y que hay coincidencias en el pago de un bono no remunerativo en cuotas. "La negociación debe avanzar en los montos", señalan.
El líder metalúrgico enfrenta una doble presión. Por un lado, reconoce un contexto adverso para la industria que empezó a mostrar señales de recuperación en junio, con una suba del 13,8% mensual, pero que todavía arrastra caídas interanuales del 38% en metales básicos por la menor demanda del sector siderúrgico. En ese sentido, el sindicalista señaló la semana pasada que tiene "miedo" a lo que pueda venir después de la pandemia, una situación que también se está discutiendo en otras actividades. "Tengo 30 mil personas sin trabajar de un sindicato de 150 mil", dijo en Crónica HD.
Por otro parte, las seccionales díscolas de La Matanza, Quilmes, Morón, Córdoba y Santa Fe se quejan por la pérdida de poder adquisitivo desde que se venció la paritaria en marzo pasado. La interna resurgió este miércoles en la reunión de secretarios generales. Luego de advertir sobre la "difícil situación" de los trabajadores y el rol de "contención" de los dirigentes, el titular de la filial de Morón, Sergio Souto, reconoció que en julio solicitó por su cuenta a las empresas un pago especial por la pandemia y pidió que la UOM esté "a la altura de las exigencias". Y la Matanza hizo lo mismo.
Varios gremios de rubros esenciales lograron cerrar ajustes inferiores a la inflación esperada del 47% después de un primer semestre con las paritarias congeladas. Ese es el caso de Camioneros (30%), Bancarios (26%), Aceiteros (25%), Industria del Gas (12%) y Alimentación (6,5%), entre otros. Mientras que los docentes estatales de CTERA arreglaron seguir cobrando $1.200 de suma fija del Fonid a cuenta de futuros aumentos y $ 210 por material didáctico, un arreglo cuestionado por las seccionales opositoras por considerar que representa un "cero aumento salarial" y no alcanza para pagar internet.
En simultáneo a la negociación salarial, el gremio metalúrgico tenía prevista hoy una reunión al mediodía con los enviados de Paolo Rocca en el Ministerio de Trabajo. El grupo busca reducir el salario de suspensión al 50% y recortar el personal en tres de las plantas del holding Tenaris. Pero el titular de la seccional Campana, Abel Furlán, rechazó la propuesta y denunció el lunes 140 despidos en tres proveedoras de Siderca, lo que llevó al Ministerio de Trabajo a dictar la conciliación obligatoria e intimar a las empresas a retrotraer las cesantías.
El gigante industrial viene de despedir a 1.500 obreros de la construcción en marzo y vio sus negocios afectados en el sector siderúrgico, por lo que ahora reclama la reducción de retenciones a las exportaciones industriales y reintegros.