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La paradoja del impuesto PAIS: cuanto más reservas sacrifica el BCRA, más se recauda en la AFIP

En un marco de deterioro real de recaudación, el nuevo tributo pensado para desincentivar la compra de dólares es el "premio consuelo" fiscal de cada mes
06/08/2020 - 06:46hs
La paradoja del impuesto PAIS: cuanto más reservas sacrifica el BCRA, más se recauda en la AFIP

Es uno de los principales dolores de cabeza para el Gobierno y, paradójicamente, también es uno de sus grandes alivios: en la medida en que la demanda de los ahorristas por los dólares aumenta, el impuesto PAIS que se aplica a la compra de dólares se transformó en uno de los rubros que ayuda a sostener la alicaída recaudación tributaria.

El ingreso que tuvo la AFIP por ese impuesto fue en julio de $20.000 millones, mientras que en junio había representado $14.000 millones y en mayo $11.900 millones. En definitiva, un alza imparable, para un impuesto que en sus siete meses de vigencia ya lleva acumulados $67.723 millones.

Y ya supera en monto recaudado a otros tributos como Bienes Personales, Derechos de Importación e Impuesto a los Combustibles.

Es, de alguna forma, como lo que le ocurre a los gobiernos que gravan a los cigarrillos como una política de salud pública para desincentivar el consumo, pero en determinado momento descubren que el ingreso por ese impuesto es tan alto que si de golpe todo el mundo dejara de fumar se le generaría un problema a las arcas fiscales.

En el caso del dólar, la cuota de u$s200 por persona que mensualmente se habilita a la compra está en franco crecimiento, al punto que ya puede afirmarse que el 30% que se aplica por el impuesto PAIS es uno de los escasos rubros de la recaudación tributaria que tiene un crecimiento asegurado.

La AFIP está sufriendo una caída de la recaudación tributaria en términos reales en casi todos los rubros, con excepciones como el impuesto PAIS
La AFIP está sufriendo una caída de la recaudación en términos reales en casi todos los rubros, con excepciones como el impuesto PAIS

Las compras de dólares de junio según el último informe cambiario del Banco Central fue de u$s778 millones, de los cuales u$s629 millones correspondieron a fines de atesoramiento y el resto al pago con tarjetas de crédito o servicios cotizados en dólares. En todos los casos se aplica el impuesto PAIS.

El monto implica una suba de 78% respecto de lo que se había demandado en mayo. Y para el ya terminado mes de julio, se estima que hubo compras de cuatro millones de ahorristas, lo que hace prever que, pese a los esfuerzos del Banco Central por ejercer controles como el de los "coleros" digitales, también el monto vendido muy superior, como quedó evidenciado en los datos preliminares de la AFIP.

Y la tendencia continúa: a juzgar por lo ocurrido en los bancos durante las primeras tres jornadas hábiles de agosto, también la próxima recaudación marcará un incremento de este nuevo impuesto. De hecho, el pasado lunes colapsaron las páginas web de las entidades bancarias ante el volumen de las operaciones de compras, algo que no había ocurrido en todo el año.

¿Cuánto peor, mejor?

En contraste, el resto de los rubros del a recaudación impositiva siguen mostrando fuertes variaciones negativas en términos reales. Por caso, el IVA tuvo un aumento nominal de 10,1% frente al mismo mes de 2019, cuando la inflación acumulada en el período fue de 43%.

Un panorama oscuro, que lleva a un pronóstico de déficit fiscal de 10% para este año.

También cayó en términos reales la recaudación por Ganancias –suba de apenas 8,7% interanual-, aunque la AFIP aclaró que hubo factores extraordinarios que agravaron la caída, como  la nueva extensión en el plazo para que las personas humanas presenten sus declaraciones juradas y paguen los saldos correspondientes al período fiscal 2019.

La explicación es lógica: los principales impuestos están ligados al nivel de actividad y, por lo tanto, su recaudación tiende a decrecer cuando el país ingresa en una fase recesiva, como ocurre actualmente. Es lo que los economistas llaman "comportamiento pro-cíclico".

En cambio, hay algunas excepciones en las que se observa un incremento de la recaudación cuando las cosas van mal. El impuesto PAIS es el ejemplo perfecto, porque la demanda de dólares está directamente vinculada a la desconfianza sobre la marcha de la economía.

De hecho, el principal aliciente para que el público compre dólares es el tamaño de la brecha entre los dólares paralelos -el "blue", el dólar MEP y el "contado con liqui"- respecto del tipo de cambio oficial.

La compra de dólares online llevó a un colapso de las páginas web bancarias el lunes pasado
La compra de dólares online llevó a un colapso de las páginas web bancarias el lunes pasado

Ahora, con la consecución de un acuerdo para el canje de la deuda, se abrió cierto margen de expectativa en el sentido de que esa brecha pueda recortarse. Pero, a pesar de ese eventual alivio, todo indica que la demanda de dólares por parte de los ahorristas podrá continuar, dado que el Banco Central sigue aferrado a una política de devaluación muy gradual, en la que el tipo de cambio funciona como ancla de los demás precios.

Es por eso que nadie en el sistema financiero cree que en el corto plazo vaya a haber una merma en la demanda de dólares. Más bien al contrario, todo indica que se batirán récords de recaudación del impuesto PAIS en todos los meses venideros.

Al frente del Banco Central, Pesce sigue sufriendo por la situación, pero su colega Mercedes Marcó del Pont, desde la AFIP, recibe el premio consuelo por la ola dolarizadora. Acaso, como ideóloga del cepo y del nuevo impuesto PAIS, sea un premio bien merecido.

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