Plan Campo: un proyecto de ley con mix de crédito, exenciones impositivas y más retenciones
Quienes lo cruzaron en las últimas jornadas aseguran que notaron a un Alberto Fernández entusiasmado. Que es un tema que lo saca de la pandemia, y de la lógica preocupación y angustia de la tragedia económica y sanitaria que cruzó el inicio de su mandato. La primera vez que hizo referencia fue en un diálogo con el Financial Times: en esa entrevista habló de que "el país tiene una 'Vaca Viva' en el campo, para impulsar la exportación de bienes con valor agregado".
El concepto de "Vaca Viva" se traducirá en un proyecto de ley de "incentivos agropecuarios", con medidas a favor de la producción del campo. La iniciativa -que por ahora se encuentra en una fase de borrador avanzado- formará parte del set de 60 medidas que el propio Alberto F. adelantó que va a poner en marcha para dejar atrás la economía pandémica.
A los ojos de Fernández, el proyecto va más allá de lo eminentemente económico. De hecho, en la presentación que ya tiene lista en su oficina de Olivos menciona textualmente que la iniciativa servirá "para saldar las grietas políticas y productivas y encontrar diagonales".
La idea del Presidente es presentar al proyecto como un verdadero trampolín económico y también político. De hecho, en su elaboración participó activamente el presidente de la cámara de Diputados, Sergio Massa. La idea es coparticipar incluso a los gobernadores.
"Alberto quiere dejar atrás el capítulo Vicentin; dar vuelta la página de ese error político. Y plantarse como el timonel de la salida de la crisis", enfatiza uno de los asesores presidenciales, en diálogo con iProfesional. Lo único que une a Vicentin con esta nueva iniciativa es uno de quienes más aportó en su redacción: Gabriel Delgado, ex interventor en la compañía.
Delgado es un hombre de confianza de Alberto F. De hecho, fue el primero que sonó como ministro de la cartera de agroindustria. A pesar del traspié en Vicentin, Delgado sigue siendo un hombre cercano y respetado en las agrupaciones rurales.
Una de las sugerencias que el Presidente escuchó de sus asesores pasa por elevar las retenciones a las exportaciones de carne. Justo en momentos en que el consumo de carne se encuentra en valores mínimos en una década -dada la caída en el poder adquisitivo de la población en plena pandemia-, y -en forma simultánea- las ventas de carnes al exterior muestran un fuerte despegue.
El jefe de Estado deberá decidir si impulsa esa recomendación de su equipo de asesores económicos, que podría implicarle un costo político justo cuando pretende darle impulso al sector agropecuario y marcar una especie de reconciliación con el campo.
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También, al pasar, la iniciativa pone el ojo en la forma en que se comercializan los cortes cárnicos. Puntualmente, obligaría a vender los distintos cortes de manera trozada, ya mismo desde los frigoríficos a las carnicerías. Y prohibir el traslado de medias reses.
Se trata de un antiguo proyecto -incluso del gobierno anterior- que permitiría la trazabilidad en el mercado, en contra de la actual informalidad.
El proyecto, en detalle
La carátula del proyecto refiere al "Desarrollo de la Argentina Industrial". Y se propone como un "cambio en la matriz productiva para desarrollar una agresiva estrategia exportadora y generadora de mano de obra".
No es casualidad que en las últimas apariciones públicas -en los "zoom" armados con gobernadores y líderes sindicales y patronales- el jefe de Estado haya planteado la necesidad de incrementar las exportaciones y la generación de divisas. Lo hizo pensando en este proyecto, al que pone en un escalón de relanzamiento de la gestión, por ahora malograda por la expansión del Covid-19.
"Si seguimos con la estrategia actual necesitaríamos agregarle un segundo piso a la Pampa Húmeda", se presenta en la carátula proyecto. "Necesitamos exportar alimentos para humanos. No sigamos regalando fuentes de trabajo", se propone, ambicioso.
El borrador del proyecto consta de tres capítulos principales:
- Aumentar la producción vegetal incrementando el área y la productividad con sostenibilidad (riego, bioinsumos, máquinas, conectividad, semillas, etc).
- Aumentar la producción y exportación de servicios y productos para humanos (incrementar la exportación de alimentos y productos procesados con apertura de mercados, incentivos fiscales y estabilidad).
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- Incrementar la cantidad de emprendimientos internacionales en nuestro país con foco en todos los SBC relacionados a la Bioindustria (en un sentido amplio: vegetal, animal, industrial, salud, etc).
Incentivos fiscales
Para el capítulo 1, la idea es motorizar las inversiones en distintos rubros agropecuarios. Para atraer a esas inversiones, hay una lista de "incentivos". Los principales son:
- Poder desgravar de ganancias un porcentaje de 120% de las facturas relacionadas a fertilizantes, y de 150% las relacionadas con seguros índice y semillas autógamas fiscalizadas.
- Permitir la amortización acelerada de los bienes de capital vinculados a riego, conectividad, sistemas de seguridad, energía eólica, energía solar, microbiología industrial y bioenergía. También incluirá bienes de capital para mejorar procesos industriales básicos de la producción bioindustrial.
- Establecer un Plan Canje de Maquinarias para camiones, camionetas, sembradoras, pulverizadoras y tractores de origen nacional.
- Se facilitará el acceso al financiamiento sustentable con un Fondo de Garantía y líneas de crédito con tasas de hasta 24% anual.
En el capítulo 2 (aumento de la producción y exportaciones de los productos para humanos), la idea es que involucre a ‘todo tipo de carnes, incluyendo acuicultura, legumbres, productos orgánicos y agroecológicos, productos lácteos y alimentos procesados".
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Algunos de los incentivos son:
- Reducción de las contribuciones patronales.
- Saldo de libre disponibilidad para créditos no compensados de IVA y devolución al cabo de tres años.
- Exención de impuesto a los débitos y créditos y de retenciones y percepciones impositivas.
- Disminución del Impuesto a los Bienes Personales para la repatriación de capitales.
- Desgravación del Impuesto a las Ganancias para el acervo de forrajes, la producción de novillos pesados y el aumento de la productividad en la cría vacuna.
- Se facilitará el acceso al financiamiento sustentable con un Fondo de Garantía y líneas de crédito con tasas de hasta 24% anual.
- Desgravación de ganancias para Fondos Comunes de Inversión y Fideicomisos Financieros en los términos de la Ley 27.440 de Financiamiento Productivo.
En principio, todas medidas destinadas a tener una amplia aceptación. Aunque también en el borrador figuran dos propuestas que, de prosperar, traerán polémica.
Una refiere a un aumento al 33% para los Derechos de Exportación a los cortes de carne vacuna priorizados para el mercado interno (principalmente costillar y cortes del cuarto delantero.
La otra medida prohíbe el comercio de la media res entera. Y que la carne se deberá ofrecer al comercio minorista trozada en cuartos trasero, delantero y costillar.
Pero, sobre todo, para Alberto Fernández este proyecto de ley marca un punto de inflexión: el Presidente lo percibe como el lanzamiento de la agenda para el crecimiento económico y el intento de una sintonía con el sector productivo -además de un guiño para los gobernadores provinciales-, todo un oasis en una cuarentena signada por las malas noticias y la tensión política.