Abren los locales de venta de ropa en la Ciudad de Buenos Aires: esto tenés que saber antes de ir a comprar
El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó que se habilitarán los comercios de venta de indumentaria, sólo en negocios de cercanía, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires y destacó la implementación del "Detectar" que posibilitó "disminuir" el número de contagios en el Barrio 31.
"El riesgo está en la aglomeración de gente", dijo el funcionario, al aseverar que la venta de indumentaria no se habilitará en las agrandes arterias de la Ciudad.
Esto lo dijo en una conferencia de prensa en la residencia de Olivos, en la que estuvo junto al presidente Alberto Fernández y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires Axel Kicillof, y en la que se anunció la continuidad de la cuarentena hasta el 28 de junio.
Durante la próxima fase del aislamiento, que "es una cuarentena quirúrgica, protocolizada o específica que contempla el bienestar de todas las personas. Tenemos que ser muy estrictos en las actividades donde haya aglomeración de personas", aseguró.
También aseguró que su administración va "a mantener la restricción en las zonas de alta concentración, los llamados grandes centros comerciales de la ciudad, y vamos a compensar para que los comercios de indumentaria en los barrios puedan abrir con un protocolo estricto, en algunos casos tal vez tengan que atender desde la puerta".
En la Ciudad de Buenos Aires, esto podría repercutir con la apertura de unos 20 mil locales de ropa y calzado.
Protocolo para la reapertura
El protocolo para la reapertura fue elaborado por las cámaras del sector, que tras una primera versión siguen trabajando para definirlo totalmente. No obstante, la aprobación final de la medida está en manos del Gobierno porteño, encabezado por Horacio Rodríguez Larreta.
Más allá de los cuidados sanitarios, como uso de barbijo y limpieza de los locales con productos desinfectantes, en el borrador que trabajaron representantes del sector está estipulado que habría que dejar un metro y medio entre vendedor y cliente.
La cantidad de gente dependerá de las dimensiones del local; debería haber una persona cada 15 metros cuadrados, como ocurre con el resto de los comercios que ya están habilitados para funcionar.
Además, como en los otros rubros no esenciales, los empleados no podrán usar el transporte público para llegar hasta los lugares de trabajo. La regulación establecería que debe ser el empleador quien provea al trabajador de la forma de llegar. El objetivo es disminuir el uso del transporte público, que está habilitado sólo para los rubros denominados "esenciales".
Otro de los puntos en análisis es el de los probadores. No estarían habilitados, por lo que los clientes deberán llevarse las prendas a su casa directamente.
Ahora bien, ¿qué pasa con los cambios? Si el cliente no le gustara el artículo que compró, o no fuese su talle, tendría la posibilidad de devolverlo y el comerciante tendría que reintegrarle el dinero.
Con las prendas que se cambien, es decir, que sean devueltas, los locales también deberían tener un protocolo. La ropa tendría que preservarse durante 48 horas alejada del resto de la mercadería antes de volver a ser expuestas u ofrecidas a otro cliente. Ese tiempo no es casual: se cree que es el tiempo que el virus permanece en la ropa. Otra de las posibilidades que se mencionó fue la de rociarla con alcohol o algún tipo de desinfectante, pero no está claro que eso se incluya en el protocolo definitivo.
Cabe mencionar que en las zapaterías el mecanismo sería parecido. No habría opción de probar el calzado en los locales y se estudia la necesidad de mantener los productos alejados durante 48 horas del resto, en caso de cambios.